14. Bozal.

24 2 0
                                    

Observa delante de la vitrina los múltiples tipos de bozales que la tienda vende, no tiene pensado entrar y comprar uno, no importa cómo se vean o que les pongan, jamás han dejado de verse tan antiestéticos y horribles, además, mayormente son usados en los de su clase para frenarlos, tener a raya a un Alfa siempre es mucho mejor que verlo peleando sin sentido en medio de un lugar concurrido, eso normalmente no solo atrae a otros Alfa, sino que también los incita a entrar a la pelea.

Un caso por supuesto, pero uno fácilmente controlable si simplemente se ponía el bozal en el momento adecuado.

Ni siquiera le da la espalda al local antes de seguir con su recorrido, el no necesita tal cosa, jamás lo ha necesitado ni o hará, es demasiado digno como para comportarse tan miserablemente solo por pelear a alguien que claramente ya era suyo, lo único que necesita es acercarse como siempre lo ha hecho, y tomar por el hombre al Omega que ha decido designar como su futuro compañero, eso es lo único que necesita hacer para dejar las cosas claras.

Y justamente, es lo que hace.

Su tiempo le ha tomado antes de cansarse del constante entrometimiento de los otros Alfa que no conoce ni ha querido conocer, ese día simplemente ha decidido buscar a Drew en donde se llevó a cabo su concurso y, con algo de suerte, alguno de ellos se encontraría ahí junto a él, intentando dejar su advertencia a modo de suave aroma o entregando un pequeño regalo que intente poner una línea para tenerlo a raya, sin éxito alguno.

—¡Drew! —llama a la distancia, como si fuera casualidad el encontrarse cerca del lugar. Su grito llama la atención de las pocas personas que se encuentran rondando por ahí, su sola presencia sorprende al otro Alfa que parece hablar casualmente con el de cabello verde.

—Steven... —murmura entre dientes, su rostro se calienta automáticamente ante la presencia del Alfa con el cual se siente cómodo, pero del que sus amigos no saben mucho porque ha tenido la boca cerrada durante mucho tiempo—. Que sorpresa...

—Lo siento, mi idea era llegar justamente en tu concurso para verte participar, pero ya sabes cómo es el trabajo. —se disculpó con falso dolor, su idea original realmente era verlo competir en persona, ya que normalmente solía apreciar sus concursos solo por televisión, pero al final se había decantado por utilizar esa ocasión para finalmente ver cara a cara contra quienes parecía tener problemas.

—Lo sé, por eso no te invito a venir a verme —hubo algo en el ambiente que lo hizo sentir incomodo casi de inmediato, pero debido a que se encontraban aire libre, no pudo determinar de cual Alfa se generaba ese sentimiento—. ¡Oh! Déjame que los presentes, Solidad, él es Steven Stone, Steven, ella es una de mis rivales en los concursos de coordinación, Solidad.

—Es un placer conocerla Solidad, espero que mi presencia no suponga ningún problema para usted. —reconoce el débil aroma Alfa, pero está seguro de que no es su aroma el que insiste en minimizar el suyo.

—Un placer conocerlo en persona, Campeón Steven —hace un esfuerzo por no gruñir el nombre del entrenador más fuerte de la región, su disgusto crece brevemente al darse cuenta de la sonrisa que le está dando, la cual claramente expresa su satisfacción por imponerse de aquella manera. Lamentablemente, no puede hacer mucho si no simplemente bajar la cabeza, hay muchas razones por las cuales no desea enfrentarse a este hombre, por el momento, estará mucho mejor si simplemente retrocede y habla de la situación con Robert, ahora parecía quedar claro cómo es que no parecían poder enfrentarse al Alfa que insistía en permanecer al lado de Drew—. Si me disculpan, tengo cosas que hacer, con su permiso. Nos vemos en el próximo concurso, Drew.

—Hasta luego Solidad, ve con cuidado. —la mano de Steven sobre su hombro se sintió tan casual que ni siquiera noto el momento en que llego ahí, así que simplemente lo ignoro antes de poder dedicarle toda su atención a él, como normalmente pasaba cuando solo se encontraban ellos dos solos.

—¿Quieres ir a comer? —su sonrisa se volvió más sincera cuando finalmente pudo dedicarla únicamente al Omega, quien respondió simplemente asintiendo con la cabeza antes de dar la vuelta para acompañarlo hacia algún restaurante cercano. Su vista regreso momentáneamente hacia atrás.

Si después de su aparición pública, parecían seguir queriendo entrometerse entre ellos dos, tal vez debería de mandar un bozal como obsequio y advertencia para dejar las cosas claras, sonaba como la mejor acción a tomar ahora que ya conocía, al menos, a uno de los Alfa con los que tenía claro problemas.

Rosa sin espinas. [Omegacember  2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora