•Hola, este capitulo será un poco corto pero espero que les guste.•
Ana.
-Ahora todo tiene sentido. -le dije a Sofia.
-¿Qué cosa Ana? -dijo confundida.
-Ahora todo tiene sentido. -repeti, me sentía furiosa y triste-. Todos esos viajes... -dije con rabia, aún seguía sentada en el piso, con el celular de mi padre en la mano y lágrimas en los ojos-. Mi padre engaña a mi mamá, por eso siempre sale de viaje, llega tarde del trabajo y nunca esta en casa.
-¿Cómo estas segura de eso? -dijo confundida.
-Cuando iba a mi habitación el celular de mi padre sonó, contesté la llamada y una mujer dijo que ya estaba ansiosa por ver a mi padre y que si su familia, mi madre y yo, nos sopechabamos. A parte al principio dijo Hola amor.
-Ana... lo siento.
Me levante rápido y abrace a Sofia, trataba de no llorar fuerte, ya que mi madre estaba abajo y me iba a escuchar.
Mi padre llego a la casa y fui corriendo a su habitación para llegar su celular donde estaba. Después me lave la cara y baje, junto con Sofia, para saludar a ese gran hombre, que no se note mi sarcasmo.
-¡Hola hija! -dijo mi padre, que se llama Eduardo, se acerco y me dio un abrazo.
-Hola. -dije secamente y le rechace el abrazo. No tenía ganas de verlo, ni hablarle y mucho menos darle un maldito abrazo.
-¿Estas de mal humor o que? -dijo mi padre entre risas.
-Si supieras... -rode los ojos y Sofia y yo pusimos la mesa.
Se notaba la incomodidad de Sofia, eso me ponía de buen humor, ya que siempre que estaba nerviosa o incomoda miraba al suelo, jugaba con sus dedos o tartamudeaba.
La cena paso rápido, Sofia se quedo a dormir. ¡Vaya!, parace que Sofia vive en mi casa.
***
-Sofia... como mi padre pudo haber engañado a mi madre. -dije con la cabeza agachada-. ¿Por qué lo haría?
-Ay Ana, no se que decirte. Lo siento, pero debes platicar con tu madre y decirle todo, no te puedes quedar así.
-Le voy a romper el corazón y algo que odio es ver a mi madre triste.
-Es mejor que se entere por ti ahora, que ella misma se enteré después y se enoje contigo por no decírselo. A parte, ninguna familia es perfecta, nadie es perfecto.
-Necesito pruebas, si no, no me va a creer. Pues si, pero pensé que... suspire-. Ahh ya ni se.
-Las conseguiremos, no te preocupes. Ahora platicame como se fue con Lucas. -dijo Sofia alzando las cejas.
Yo no dije nada, pero una tonta sonrisa y la sangre en mis mejillas me delataron.
-Por lo visto te fue de maravilla. -dijo entre risas.
Le conté todo y después fuimos a dormir, bueno ella, yo no podía dormir. Muchas cosas pasaban por mi cabeza. Primero, lo de mi padre, ahora lo odio y lo peor de todo es la zorra con la que engaña a mi madre sabe que el tiene una familia y aún así no hace nada. ZORRA.
Pero por otro lado, mi salida con Lucas fue hermosa, mas que her... ¡¿Qué estoy pensando?!, solo fue linda y ya. Solo acordarme de eso, hace que este un poco mas feliz.Odio cuando todo el día te estas muriendo del sueño y cuando llega el momento para dormirte, no puedes porque te pones a pensar en muchas cosas.
***
A la mañana siguiente Sofia y yo decidimos ir a desayunar a otro lado, así que a las 10:00am me metí a bañar, aprovechando que ella todavía estaba dormida. Me puse un pantalón de mezclilla oscura, de esos que van muy pegados a tus piernas, una sudadera color azul marino y dice GAP en color blanco. Y mis converse blancas.
Levante a Sofia porque ya era muy tarde, la movía bruscamente y nada, le gritaba en el oído y aún nada, hasta que le moje la cara con agua helada. No se como estuvo pero ella termino en el suelo, se metió a bañar. Ella se puso un short blanco, una blusa con muchas flores y sus converse blancas, la muy copiche se puso los mismos tenis que yo. Ash.
Fuimos a desayunar a un restaurante de comida rápida, ella desayunó huevos estrellados con tocino y yo unos huevos con jamón.
Después fuimos a un centro comercial, ella compro ropa y yo compre libros. No me interesa la ropa como a las demás chicas.***
Llegamos a mi casa y vi la chamarra de Lucas, la que me había prestado la noche que fuimos al bar-karaoke. Le dije a Sofia que si me acompañaba a su departamento para darsela.
Llegué a su departamento y antes de entrar, bueno tocar la puerta para que me abran, escuche las voces de Lucas y Ben, estaban discutiendo.
-¡No voy a seguir con eso! -escuche a Lucas gritar.
-Tienes que seguir con la apuesta, estas ganando, ¿que no te das cuenta? -Ben se escuchaba muy tranquilo.
Mientras yo los escuchaba, Sofia se me quedaba viendo con cara de "que onda contigo" (?).
-Yo no quiero seguir con la apuesta de Ana y punto. -Lucas se oía molesto.
-¡Tienes que seguir!, ya la estas enamorando, ¿o acaso tu también te estas enamorando de ella? -gritó Ben.
-Ahg, ya veré, ¿si?, y no, no me estoy enamorando de ella. Aunque antes yo te haya dicho que la quería de verdad, tal vez no era verdad.-dijo Lucas.
¡Lucas y Ben apostaron algo sobre mi!, ahora entiendo porque Lucas se portaba tan gentil y tierno conmigo... el quiere ganar la apuesta, enamoradome.
Okay... eso me rompió el corazón, debo admitir que pensé que Lucas me quería. Ahh...Lucas abrió la puerta y se me quedó cuando con cara de confundido.
-¿Con que una apuesta, eh? -dije molesta.
-Yo... yo... ¿qué haces aquí?
-Ten tu puta chamarra, y no me hables, ¿si?- dije seria, tratando de no llorar enfrente de el-. Imbécil. -susurre mientras me iba.
-Ana... perdón. -dijo Lucas.
Ignore lo que el me dijo y seguí caminando hacia Sofia. Ella estaba con cara de sorprendida. "Pensé que eras diferente Meyer", le dijo Sofia a Lucas.
Pasé a un lado de ella, tenía lágrimas en los ojos, solo quería un abrazo. Baje corriendo las escaleras hasta la recepción, Sofia me alcanzó y me dio un abrazo, empecé a llorar en su hombro.
En serio que sentía tan mal, tenia mi corazón roto en mil pedazos. Primero lo de mi padre, y luego lo de Lucas, no se si se lo pueda perdonar.
Ahora era parte de otra apuesta...NOTA DE LA AUTORA:
¡Hola!, espero que les haya gustado este capitulo. Perdón si fue algo aburrido, pronto empezará lo interesante.¿Creen que Ana perdone a Lucas?. Diganme en un comentario.
-Payola❤-
P.D. Las/os invito a que se pasen por mi nueva historia "Guerrera."
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Mariposas en mi estómago.
Genç KurguCuando nos enamoramos una parte de nosotros se vuelve sensible y dejamos nuestro orgullo a un lado, todo para no perder a esa persona. Ana Carolina Swan no es la excepción, ella más que nadie perdona para no perder a las personas... pero no siempre...