Remordimiento.

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Volví a casa temprano ese día. Quería preparar una rica cena para mi familia. Estaba contenta, realmente contenta. Obtuve mucho sexo con Lisa por la mañana, parece que jamás se cansa de mi cuerpo y lo agradezco. 

Pero mis intenciones no fueron suficientes. A pesar de estar feliz por lo que Lisa me hacía sentir, no había podido lograr terminar lo que teníamos y eso significa seguir cargando con una gran culpa sobre mis hombros. 

Traté de llevar las cosas lo más normal que pude, pero la tranquilidad de mi mente se había esfumado, llevándome a quemar la cena. Sí no fuese por mi hijo Charlie que me acompañaba en la cocina, tal vez pude haber incendiado la casa. 

—Mamá ¡Se quema!

—¿Qué? 

—¡Se está quemando el pollo mamá!

—¡Mierda! Charlie no repitas eso. —maldije de nuevo para mis adentros y corrí para apagar la llama que sobresalía de nuestra cena. 

Bien hecho Jennie

—¡Está hirviendo! ¡La sopa está hirviendo mamá!

—Gracias amor — corrí hasta la sopa y apagué el fuego. Era un desastre. 

***

—El pollo está seco, lo siento. —me encogí de hombros y vi luchar a Kai para poder comer su cena. 

—Está bien, no te preocupes Jen. Tengo que ir a Busan mañana. 

—Oh, ¿Por cuanto? —inmediatamente pensé en todo el tiempo que tendría para mi con Kai fuera. 

—No será mucho. Una noche tal vez. 

—¿A que hora es tu vuelo?

—A las 8:00 —podría bailar sobre la mesa ahora mismo.

—¿A.M.?—pregunta Charlie con la boca llena de comida. 

Kai sonríe divertido y asiente con la cabeza para responder a nuestro hijo. 

—El hijo de Chaeyoung y la hija de Jihyo van a casarse. — le comento a Kai las últimas noticias de nuestro círculo social. 

Abrió sus ojos con sorpresa.

—Yo nunca me casaré. — ese es mi hijo tratando de incluirse en la conversación. 

—¿Por qué no? —mastico despacio mi comida y evito reirme de mi hijo. 

—Odio a la niñas. 

—Oh... tal vez después cambies de opinión. Eso pasa a veces. 

—No lo haré. — Charlie aseguraba su decisión mientras terminaba su vaso de leche por completo.

Algo en mi comentario anterior había hecho reaccionar a Kai y no me había dado cuenta de cómo me miraba.

—¿Qué pasa? —pregunté intrigada, su mirada estaba latente sobre mi. 

—Despedí a Bill hoy. 

—¿Es eso lo que te tiene molesto?

—No estoy molesto.

—¿Y por que lo despediste? 

—No es Cabal.

—¿Que significa "Cabal"? —preguntó Charlie— ¿No son las personas que comen personas?

—No... —Kai se tragó su risa. — Eso es Caníbal, hijo. —volvió su mirada a mi y continuó con nuestra conversación.— Es que ya no confío en el. Así que si ves a su esposa Joy ya sabes.

***

Escuché a Kai irse a la mañana siguiente muy temprano. No quise despedirme de él, fingí dormir hasta que se fue. 

Apenas escuché el motor de auto encenderse corrí al baño a tomar una ducha caliente y prepararme para ver a Lisa. Pasé toda la mañana con ella desde muy temprano. Como era la costumbre.

Fuimos al cine  y no vimos la película, así que no pregunten de qué trataba. Entrelacé mis manos con las de ella y la besaba en la calle. Por un momento pensé que sí Kai no estaba en Seúl para verlo, nadie más podría hacerlo. Estaba equivocada por supuesto, alguien desconocido para mi que además de sus ojos, nos veía a mi y Lisa con una cámara fotográfica. Si no estuviese increíblemente feliz a su lado, podría haberme dado cuenta. 

Nos dedicamos a consumar nuestro amor de nueva cuenta en la sala de su departamento por el resto de la mañana, bebimos una botella de vino y nos quedamos dormidas. 

Desperté con la cabeza sobre el vientre plano de Lisa y mi cuerpo acomodado entre sus piernas. Aturdida me levanté de su cuerpo caliente y busqué mis cosas, se me había hecho tarde para recoger por mi hijo de la escuela. 

Bajé a la calle y subí a mi coche, era la primera vez que agradecía al cielo el tenerlo de vuelta. Crucé la ciudad entera en busca de mi hijo, me sentía la peor madre del mundo. Olvidar que tienes un hijo esperando por ti mientras tu estás revolcandote con otra persona que no es tu esposo me volvía el estómago. Llegué lo más pronto posible al colegio.

—Lo siento bebé, lo siento mucho Charlie ¿estás bien? —abracé y besé a mi hijo tanto como pude. Otra culpa más se cargaba sobre mis hombros. 

—Ahora no mamá, pueden vernos. —Charlie se avergonzaba del cariño que su madre le daba, el se creía muy grande para estas cosas. — Estás desesperandome. 

—Si, si, de acuerdo. —tomé a mi hijo de la mano y nos llevé a casa. Nuestra casa. 

***

Comimos comida chatarra durante el almuerzo y la cena. Me embriagué con media botella de vino y lloré toda la tarde gracias a mi descuido. Necesitaba terminar con Lisa. 

Marqué su contacto en mi teléfono. 

Hola, soy Lalisa Manobal. Deja tu mensaje. Gracias.  

Mierda. ¿Por que apaga su teléfono?

—¿Mami? —Charlie entró a la cocina sorprendiendome. Rápidamente limpié mis lágrimas como pude. 

—¿No deberías de estar en cama, amor? 

—Estás llorando mamá... 

—Si amor, mamá está algo triste hoy, eso es todo. —charlie se acercó a mi y me abrazó por los hombros. — Vamos, te llevaré a la cama y te arroparé. 

—No llores mamá, papá regresa mañana. —caminamos hacia su cuarto. No lloro por su padre, lloró por él. 







Infidelidad. - Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora