Beso.

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Los días pasaron muy rápido, la fiesta de Charlie lo celebramos en casa, quisimos hacer algo intimo con familiares y amigos. El clima ese día coopero así que hicimos todo en el jardín, el sol calentaba el ambiente y los niños podía jugar en el césped mientras nosotros cocinábamos la barbacoa. 

El pastel de cumpleaños era enorme y muy delicioso, recibió muchos regalos. La pasó increíble. 

***

No había vuelto a ver a Lisa desde aquella vez, pero esta noche, justo esta noche, mi teléfono sonó. 

Estaba en la sala viendo televisión con Kai y mi hijo y sentí mi celular vibrar. Lo saqué de mi bolso y miré la pantalla. 

Llamada entrante: Lisa Manobal. 

Mi corazón se detuvo. No puedo tomar la llamada frente a mi esposo y mi hijo. Pensé. Entonces salía de la sala y me fui a la cocina. 

—¿Hola?

¿Jennie? No te escucho. 

Si, Lisa. No puedo hablar ahora. No estoy sola.

Sí, era verdad que no había vuelto a tener otro encuentro sexual con ella y ningún encuentro de otro modo tampoco, no la había visto durante mucho tiempo, pero manteníamos comunicación mediante cortas llamadas y miles de mensajes de texto durante el día y la noche. 

¿Quieres venir hoy a mi apartamento? 

Se lo que significa. No tomaremos solo el té. 

Esta bien, dame 30 minutos. — colgué y volví a la sala. 

—¿Amor? —llamé la atención de mi esposo — Jisoo me necesita ahora. No se siente muy bien , iré a verla. 

—¿Ahora? Jen, es un poco tarde. ¿Está enferma? 

—No, es solo que... — que debía decirle — Aún se siente un poco triste por la ruptura con su novio. 

—Está bien, Jen. Ve con cuidado y es mejor que pidas un taxi.— volvió su atención en la televisión— Sí necesitas algo o ella, llámame. 

Asentí y corrí escaleras arriba. No puede ser, me sentía como una adolescente que acababan de consentirle un permiso para ver a su enamorado en una cita por la noche. 

Llame a un taxi y cambié mi ropa cómoda por una más presentable. Unos jeans, camisa sencilla de botones y un abrigo. Listo. El taxi llegó. 

De camino a casa de Lisa leía el libro que me regaló. Admito que lo he leído al menos unas 15 veces, pero siento que podría leerlo cien veces más sin cansarme. 

***

Toqué la puerta de su departamento tres veces con los nudillos y la puerta se abrió enseguida. 

—Jennie Kim, adelante. — se hizo a un lado para dejarme pasar. Me quité el abrigo y lo dejé en un sofá de la sala junto con mi bolso. 

Me giré hacia ella y la vi recargada en la puerta con los brazos cruzados. Su mirada fija en mi cuerpo me puso nerviosa y ella sonrió. Sabe lo que causa en mi. 

Le sonreí del mismo modo y se acercó a paso lento hacia mi. Me tomó del cuello y se inclinó para besar mis labios. Era un beso sin prisa, delicado, suave y dulce. Besar a una mujer es totalmente diferente que besar a un hombre. Estos besos me gustaban. Me gustaba besar a Lisa. 





Infidelidad. - Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora