Infidelidad. - Jenlisa.

Culpable.

—Jennie Kim, por favor. — me encontraba en la tintorería y pedí a la empleada del mostrador el paquete de ropa que estaba a mi nombre. 

Me entregó unos abrigos, al recibirlos sentí algo duro en el bolsillo de una chaqueta de Kai. Quité el plástico que envolvía la chaqueta y hurgué en sus bolsillos y saqué de ellos un sobre amarillo. 

Eran fotografías mías, mías junto a Lisa. Algo me indicaba que Kai sabía de mi amorío con la tailandesa, pero las fotografías me lo comprobaban. Lo cierto es que, me sorprendí, no porque lo supiera, sino por el tiempo que guardó silencio, ya que, el día que nos fotografiaron descuidadamente, había pasado hace meses. 

***

—¿Como vas? — preguntó Kai entrando a la cocina. Tendríamos una cena en nuestra casa en compañía de nuestros allegados. 

—Bien. 

—¿Necesitas ayuda? 

—No. 

—El vino blanco no está frío así que lo pondré en la nevera. Solo recuerdame que está ahí ¿si?

Kai actuaba tan normal, como sí nada hubiese pasado. Ahora mismo, podría decir que temía de él. 

***

—Me encantan estas esferas ¿hay algún país donde no hayan estado Jen? —comentó Irene sosteniendo una esfera de nieve que tenía en una de las repisas. 

—Escuché que los Park vendieron su casa en 795 000 de dólares, apenas la publicaron y tuvieron dos ofertas. — comentó Dahyun sentándose a mi lado, ignorando completamente el comentario de Irene e iniciando una nueva conversación. 

—¿Cuanto crees que valga esta casa Kai? — preguntó Irene.

— No lo sé. Sí uno vende su casa, ¿a donde iría? 

—Con todo ese dinero, hasta Tailandia. —comentó Jimin. 

Que mencionaran a Tailandia me hizo recordar a Lisa y pensar en cuánto la extrañaba. Kai pudo darse cuenta de eso. 

—Jennie, ¿de donde es este? —Jihyo también se había puesto a admirar nuestra colección de esferas, cuando levantó la de París, pude ver aquella esfera con destellos dorados que le había regalado a Lisa. Entonces, lo supe. 

Busqué la mirada de Kai intentando descifrar alguna pista de lo que sea que haya pasado, esperanzada en que no haya sucedido lo que mi cabeza me decía a gritos. 

Me sostuvo la mirada y me lo confirmó. Kai asesinó a mi Lisa.