De camino a casa en el tren, podía recordar exactamente todo lo que sus manos y boca le hicieron a mi cuerpo. Me gustó estar bajo su delgado cuerpo, el cuerpo de otra mujer. Me gustó lo que me hizo sentir. Me gustó disfrutar de su deseo que me elevó hasta la galaxia para luego dejarme caer lentamente sobre un montón de suaves nubes.
El sentimiento de culpa me estaba matando lentamente y mis lagrimas comenzaron a salir sin poder controlarlo.
Le fui infiel a mi perfecto esposo.
El tren se detuvo en mi destino y caminé a casa, no quería llegar.
***
Eran pasadas las 9 de la noche. Charlie ya estaba en su habitación durmiendo y fui a ver a Kai a su despacho. Seguía trabajando cuando me acerqué a el.
—Ya se durmió. — avisé a mi esposo entrando sin permiso a su espacio personal. Dejó lo que hacía para poder verme. —¿Puedo traerte algo?
— No, no. Estoy bien. Gracias. —me sonrío y volvió a su trabajo.
—¿Tuviste un día pesado?
—No, en realidad no. ¿Qué me dices tu? ¿Cómo te fue?— inmediatamente me pongo nerviosa.
—Me fue bien. Ya sabes, lo de siempre. —me encogí de hombros.
—Sabes, es algo raro, pero me encontré hoy a Bob saliendo del edificio, mencioné la subasta y no sabía nada al respecto. Creí que me habías comentado que estaba enterado y quería donar— rayos.
No respondí. No supe como hacerlo. Ni la más mínima mentira pudo salir de mi boca nuevamente para tapar esa otra mentira.
—Es un idiota. No sabe donde tiene la cabeza. — soltó una risa nasal y negó con la cabeza.
—¿Seguro que no quieres algo de la cocina? —esquivé el tema y caminé hacia la puerta. Es momento de huir.
—No... ¿Jen?— su llamado me alcanzó en la puerta y me giré hacia el.
—¿Si?
—¿Me amas?
Su pregunta me sorprendió.
—Por supuesto que te amo. ¿Por que me haces esa pregunta tan boba?
—Tal vez me siento un poco bobo. —se río nerviosamente.
Y entonces lo pensé. ¿Sabrá algo? ¿Lo sentirá? ¿Su sexto sentido le dice que le fui infiel?
—Ve a descansar Jen, subiré en un momento.
—Si, está bien.
Salí de ahí aturdida, mis pensamientos y la culpa me estaban comiendo. Apagué las luces en el camino a la habitación y por primera vez en mucho tiempo me fijé en un estante lleno con mi colección de esferas de cristal.
Había una en especial, era grande. Sí la agitabas los destellos se volvían en tonos dorados. Me recordó a Lisa.
En ese momento no sabía lo que significaría en nuestras vidas aquella esfera dorada de Chicago.
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Infidelidad. - Jenlisa.
FanficJennie Kim narra su vida perfecta de mujer casada y los problemas que enfrenta cuando inicia una aventura romántica con una encantadora chica Tailandesa que conoció en las calles de Seúl. Historia respaldada por pluma y papel. Todos los derechos son...