02. Todo eso valió la pena

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William

2007

Estaba sentado en un bar, una chica la cual no recordaba su nombre estaba frente a mí y yo solo podía pensar en Kate. Los tragos hicieron de las suyas ya que sentí como una lágrima corría por mi mejilla, creí haberla quitado rápido pero no lo suficiente, ya que la rubia se dio cuenta.

—¿Por qué lloras? —me miró preocupada, le di una media sonrisa y negué con la cabeza—. Oh vamos, puedes contarme, guardaré tu secreto —cerré por un momento los ojos y al abrirlos aquella chica esperaba atenta—. ¿Piensas en tu ex? —me miró tratando de hacer que hablara y solo asentí—. ¿Sabes? creo que todas tienen razón...

—¿De qué hablas? —le dije por fin algo confundido.

—Es el hecho de que si alguna de nosotras logra algo contigo, viviremos bajo la sombra de la gran Kate Middleton —ella sonrió y yo lo hice con ella.

—Es que me gusta esa chica, la amo... el problema es que estoy confundido, ¿sabes? Por un lado quiero olvidarla y dejarla atrás, pero por otro lado sé que ella es la única persona en todo el universo que puede hacerme realmente feliz —tomé una pausa para beber un trago; aquella chica me miraba con cierta compasión—. Solo creo que la hecho mucho de menos.

—Si que es muy afortunada la señorita Middleton, es la única chica que ha robado tu corazón —me reí de eso y suspiré.

—El afortunado soy yo créeme... ¿Alguna vez has pensado en todo el tiempo que pasaste con alguien y lo repites una y otra vez en tu cabeza porque no deja de parecerte mágico? —la rubia solo asintió—. Pues es eso lo que causa ella en mí.

—¿Por qué no regresas con ella, Will? —lo decía tan fácil que de verdad lo parecía.

—Solo estoy buscando proteger lo único que amo en realidad, además me siento perdido y es momento de que me encuentre conmigo mismo.

—La proteges más teniéndola a tu lado que haciendo todo esto, pero es tu decisión, su alteza real —brindamos para luego ya salir de allí. La dejé en su casa y yo fui a la mía. Lo único que tenía claro es que la extrañaba más que nunca.


Catherine

2007

—Resulta que no estaba tan enamorado de mi como yo creía —le confesé a Henry mientras compartíamos una cena.

—¿Por qué lo piensas? —preguntó rápidamente.

—Lo digo porque interpuso demasiadas cosas por sobre mí cuando yo lo dejaba todo de lado por estar con él; ahí fue la primera bandera roja... —tomé de mi copa de vino y miré a mi alrededor tratando de controlar las lágrimas.

—¿Estas bien? —me ofreció una servilleta cuando intenté quitar una lagrima que logró escapar.

—Lo estaré —suspiré y tragué saliva—. Ahora entiendo lo que es sentirse desplazado e insignificante y es tan triste porque en estos momentos es difícil que él entienda eso y en lugar de hacerlo... simplemente huye —Henry tomó mi mano dándome todo su apoyo.

—Intento entender lo que me dices pero sobre todo comprenderte a ti, todo lo que te duele... estamos hablando del gran amor de tu vida —me reí de forma burlona.

—Creo que nadie se hace una idea de cómo puede doler incluso en lugares que no sabías que tenías dentro tuyo... y el cómo sigues acostándote todos las jodidas noches repasando cada detalle y preguntándote qué hiciste mal o cómo quizás no lo entendiste en su momento pero sobre todo, como por un momento pudiste pensar que eran tan felices y luego no hay nada —respiré y lo miré. Henry me observaba tratando de procesar todo.

—¿Crees que regresen? —pregunto tímido.

—A veces quiero hacerme la tonta y pensar que él dejará de ser un idiota y aparecerá en mi puerta, pero cuando lo pienso con la cabeza fría... dudo enormemente que lo haga —me encogí de hombros y comimos en silencio.

—Es horrible todo esto, no lo mereces, de verdad lo lamento —le sonreí y le di las gracias.

—Sí, es un sentimiento horrible, el amar tanto a alguien que lo odias absolutamente porque te deja con el amor intacto —le confesé que aún lo amaba y que probablemente siempre lo haría.

—¿Te arrepientes? —tomó mi mano y por mi mente pasaron todos los momentos con Will y el cómo mi corazón gritaba diciendo "No" pero mi orgullo me recordó algo y lo dije.

—Creo que me arrepiento de ponerlo por encima de mí —suspiré y el tomó mi mano más fuerte haciéndome saber que estaba ahí para mí. Era mi amigo aunque sabía que sus intenciones conmigo eran otras.

—No sé mucho sobre corazones rotos pero mi abuela siempre decía que con el tiempo vas olvidando todo, vas dejando de sentir ese sentimiento tan intenso, solo tienes que seguir adelante a tu propio ritmo...

Terminamos aquella cena para luego él dejarme en casa. Yo solo me preguntaba una y otra vez ¿Cómo se seguía adelante después de ese amor tan real que te consume en pasión y aventura?

Después de todo eso, no importa cuan largo haya sido el tiempo separados, las almas gemelas siempre vuelven a encontrarse cuando ya aprendieron de sus errores para hacerse sentir valiosos otra vez.

Las pequeñas piezas de tu corazón que creías rotas finalmente volverán a unirse y toda esa confusión, todos esos meses o años de tu vida que según tú desperdiciaste, todo eso eventualmente se irá para volver así a encontrarse con el amor.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora