"Al final, siempre serás mía"

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Catherine

2022

—Si, eso estaría genial, Ben —dije mientras me acomodaba en la silla de mi oficina, planear las cosas para el evento que tenía el domingo en vacaciones no era mi plan favorito pero era trabajo.

—De verdad que estoy muy emocionado de que podamos reunirnos nuevamente, siempre se me ha hecho muy sencillo trabajar contigo, Catherine— me reí por lo bajo y pude ver cómo la puerta de mi oficina se abrió, William entró quitando su saco y dejándolo sobre una de las sillas, había tenido junta con los encargados de manejar nuestras redes sociales, lo vi soltarse la corbata y dejarla junto al saco.

—Hola —me dijo por lo bajo para dejar un beso en mi frente, solo le sonreí y seguí con mi conversación con Ben.

—¿Podrías darme los nombres de los chicos a los que conoceré? Me gusta estar preparada —Ben comenzó a explicarme poco a poco de quienes se trataba, William solo se dedicó a acariciar mi mejilla, le hice señas para que se sentara porque me ponía algo inquieta tenerlo parado junto a mí.

No hizo caso a lo que le pedí, solo se quedó ahí parado mientras sus caricias bajaban a mis hombros, haciendo un poco de presión; pude sentir como comenzaba a relajarme. Sus manos iban bajando de apoco y creía conocer sus intenciones pero cuando pensé que tocaría mis pechos, solo retiró las manos y se inclinó para dejar mi cara cerca de la suya.

—No te atrevas a colgar el teléfono o te castigaré —me susurró en el oído haciéndome estremecer.

Llevaba un vestido holgado por el calor que estaba haciendo; él se encargó de abrir mis piernas que estaban cruzadas, sólo lo miré y negué con un dedo. Estaba loco si pensaba que me prestaría a su juego de posesión. Pero como siempre, William me sorprende; sólo tomó mi pierna para dejar pequeños besos por ellas, lo miré con los ojos entrecerrados y solo me sonrió.

—¿Y me encargaré de dar algún trofeo? —pregunté a Ben sin quitarle la mirada de encima a William.

—No te preocupes por eso, Catherine, eres muy buena con los barcos y estarás en mi equipo así que te aseguro desde hoy que esa victoria será nuestra, el trofeo tendríamos que entregártelo a ti —me reí y mordí mis labios, sabía que William me miraba con detalle y sentí como sus besos comenzaron a ser húmedos haciendo así que perdiera por completo la cordura.

Él estaba de rodillas delante de mí besando mis muslos a su antojo y no tenía ni la mínima intención de detenerlo en estos momentos, Ben seguía hablando y solo me limitaba a seguirle la corriente sin que sonara nada fuera de lo normal dentro de la llamada. La mirada de William cuando dejó su cara en mi centro solo era de retador, negué con mi cabeza pero poco le importó porque dejó un beso encima de mis bragas haciendo que echara la cabeza hacia atrás.

—Eso creí —no subió mi vestido, solo metió la cabeza en él, haciendo que quisiera gemir por sentir su respiración en mi zona más sensible; sentí su lengua rozar mis bragas haciendo que su saliva se mezclara con lo húmeda que estaba.

—Si, eso me gusta —dije tanto para Ben y sobre todo para William quién rió en mis adentros haciendo que le pegará en la cabeza, obteniendo una mordida de su parte. Afortunadamente Ben hablaba sobre ponerle mi nombre al trofeo—. No, eso me parece exagerado pero lo otro si me gustó, muchísimo.

Mi esposo sacó su cabeza y alzó una ceja, intenté cerrar las piernas pero fue imposible porque William las volvió abrir para él, esta vez quitando mis bragas dajandone totalmente expuesta ante sus ojos que me observaban con lujuria, no quería admitirlo pero me ponía por sobremanera la manera en la que él entró descaradamente y estábamos expuestos a que nos encontraran en estas situaciones.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora