"Pensé que ya habían aprendido"

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Catherine 

Los días anteriores sin duda habían sido difíciles, William está totalmente recuperado del COVID y pudimos regresar un poco a la normalidad, fueron días agobiantes y agotadores donde solo me sentaba en la puerta de donde estaba William pasando su enfermedad para al menos poder sentir que estaba haciendo algo por él.

Me encontraba sentada con los niños en la sala, jugando a las charadas mientras William tenía una videoconferencia con una de sus organizaciones estábamos esperando a que termine para poder salir a caminar y tomar aire fresco era sábado por la mañana, queríamos que los niños sintieran esto lo más ligero posible. Al ver que tardaba deje a mis hijos con María y subí a ver qué tanto tardaría, asome mi cabeza por la puerta y cuando me miró solo nos bastó comunicarnos con señas para saber qué no acabaría pronto, le indique me iría sin él y solo me dio un asentimiento acompañado de una sonrisa.

―Creo que tendremos que ir sin papá, aún sigue ocupado— camine hasta tomar los abrigos de mis hijos junto a sus cubre bocas— pero él nos alcanzará apenas terminen.

Los niños corrieron a buscar una pelota y sus cuerdas para saltar, sabía que eran sus momentos favoritos del día donde podían salir a estirar las piernas, con ayuda de María prepare unos sándwiches para que comieran algo y metí en mi bolso una manta junto a botellas de jugo y agua, Charlotte se encargó de llevar las cosas de Orla. María no vendría conmigo, quería quedarse a preparar la sala de cine para la película que veríamos por la noche.

― ¿Necesita que vayamos con usted?― me preguntó uno de los chicos de seguridad.

―No es necesario, iremos aquí cerca y volveremos en un rato, les estaré avisando cualquier cosa― me despedí de Héctor con la mano y solo le indique a mis hijos que comenzáramos a caminar.

Sus risas se escuchaban por todo el jardín haciendo que solo pudiera sonreír al verlos, Louis al ser más chico solía quedarse atrás hasta que George y Charlotte lo tomaron de las manitas para que estuvieran a la par, considere que estábamos en un buen lugar así que coloque las cosas en el suelo haciendo que los niños jugarán cerca de mi junto a Orla, los vi correr, lanzar la pelota, trepar el árbol que estaba cerca y luego sentarse a ver las pocas nubes que lograban verse para encontrarles formas.

― ¡Mami tengo hambre!― me dijo George desde donde estaba sentando.

― ¡Traje sándwiches, vengan!― los niños corrieron y se sentaron junto a mí en la manta, les di uno a cada uno para luego servirles algo de jugo.

―Te quedaron muy sabrosos, mami― mi niña comía para luego tomar algo de agua, para refrescar la garganta

―Gracias, Lottie— mire a Louis y lo ayude― Mi cielo, pero traga primero lo que tienes en la boca para luego seguir comiendo.

Los niños comenzaron a reírse de Louis y después de un rato sentí una sensación extraña, mire a mi alrededor y pude notar a un señor que caminaba cerca de nosotros, no le di importancia, para seguir pendiente a mis niños. Orla se mantuvo cerca de nosotros y la sentí mirar al señor que pasaba, lo olfateo más de lo normal.

― ¿Mami quieres jugar a saltar la cuerda?― George iba a levantarse cuando lo tome de las manos.

―Tienes que reposar unos minutos para poder seguir jugando, mi amor― volvió a sentarse y les propuse jugar a ponerle nombres a las nubes, mis hijos tuvieron los más originales, cuando sentí que fue el momento adecuado me levanté para jugar a saltar la cuerda.

Estaba tan concentra en cargar a Louis mientras saltaba que solo los ladridos de Orla me hicieron voltear fuera del juego, el mismo señor de hace un rato pasaba de regreso, quizás salió a dar un paseo y vuelve a casa.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora