11. Bendito Dios

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William

2014

Después del primer año de George, me sentía cómodo con la paternidad, aunque todos los días era un nuevo reto y un torbellino de emociones. Tenía el apoyo de Catherine, siempre solíamos hablar sobre cómo nos sentíamos con algunas situaciones.

—Will, podrías ir por George, esta abajo con María —Kate desde hace un par de días está algo extraña y no me quiere decir que es.

—Si me das un beso, voy —fruncí mis labios y cerré mis ojos.

—¿Es en serio? —la escuché caminar hacia mí así que abrí mis ojos.

—Cuando se trata de tus besos, siempre hablo muy en serio —la tomé de la cintura cuando llegó a la orilla de la cama donde yo estaba sentado—. Te ves hermosa hoy.

Unió sus labios con los míos y sabían a Kate, a mi maravillosa y dulce Kate; cuando nos separamos pude ver un leve sonrojo en sus mejillas, así que solo me levanté para dejarle un último beso e ir por nuestro bebé.

Al llegar pude notar que estaba en su silla de bebé terminado de comer, me acerqué y me dio una pequeña sonrisa.

—¿Dónde está el campeón de papá? —mi hijo comenzó a moverse para que lo sacará de allí, María se llevó el plato y me tendió una servilleta para limpiarlo—. Tú, sin duda eres el que más goza cuando George come —le dije a Lupo, quien dejó de lamer el desastre de comida que había hecho mi pequeño debajo de la silla; se levantó al ver que sacaba a George de su silla.

Me dirigí al cuarto con George cargado y Lupo detrás de nosotros; al llegar a mi habitación supuse que Kate estaba en el baño, así que solo me acosté con ambos, dándole permiso a Lupo de subirse a nuestra cama.

—¿Estaba sabrosa la comida? —le pregunté a George, quien ya estaba acurrucándose para tomar su siesta.

Se acostó en la almohada de su mamá y tomó a Lupo y los dos se quedaron quietos. George era un bebé muy activo, pero después de comer siempre quedaba exhausto. Escuché la puerta del baño abrirse y vi a Kate salir para subirse a la cama; yo miraba a George quien al parecer dejó el sueño de un lado al ver a su mamá.

—Pero si mi hermoso bebé está aquí —George y Lupo se sentaron mirando a Kate; yo también la miré y la vi un poco pálida—. Tengo un regalo para ti.

—¿Un regalo para mí? —ella asintió y sonrió nerviosa.

—Necesito que cierres los ojos y extiendas las dos manos —por un momento la miré extrañado pero viniendo de ella no podía ser malo. Hice lo que me pidió y sentí cómo se movió un poco en la cama, mis manos sintieron como ella dejó algo en ambas.

—Kate, me estás asustando, ¿qué es esto? —la escuche reír y a George subirse sobre ella.

—Ya puedes mirar —al abrir mis ojos vi a los dos amores de mi vida y sonreirme; luego miré lo que había en mis manos y me quedé totalmente en shock.

-¿Estas embarazada? —le dije rápido y ella solo sonreía—. ¡¿Tú estás embarazada?! —exclamé gritando de la emoción y viéndola asombrado.

—Si —me dijo con la mayor de las calmas, entonces no lo creí.

—Pero... un momento, amor —me senté mejor en la cama para ver aquella prueba positiva—. ¿Si estas embarazada? —volví a preguntarle a punto de llorar.

—Sí, cariño —me dijo sonriendo con lágrimas amenazando salir de sus ojos.

Miré a George que inocentemente jugaba con el cabello de Kate, luego miré la prueba y comencé a llorar; no puedo creer que todo esto me esté pasando a mí... nuestro segundo hijo en camino.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora