Una última vez

"No vale la pena..."

 William 2022

El cuerpo de mi abuela ya se encontraba en Edimburgo, varios de mis familiares estaban allá yo no lo metí en mi agenda porque teníamos un pequeño acto de los niños en la escuela, no pasamos desapercibidos porque claramente éramos el tema del momento pero como siempre nuestra capa de indiferencia nos protegía un poco de las cosas que susurraban a nuestro alrededor.

― ¿Creen que algún día se detendrán?― pregunto George mientras regresábamos a casa.

― ¿A qué te refieres, cielo?― mi esposa fue la primera en intervenir pero me puse atento a lo que tenía para decir.

―Las miradas constantes y el susurro a veces cuando solemos pasar por un lugar―George miro a su madre y Kate me miro a mí por unos segundos, ya él sabía lo que se espera de él y lo mucho que debía de estar agradecido por su posición pero no dejaba de ser un niño.

―No ocurre muy seguido, mi amor y lo sabes... es solo que la gente tiene curiosidad de cómo estamos sobrellevando la perdida de tú abuela...―interrumpí a Kate de manera sutil.

―Además creo que mami y yo nos hemos encargado de que todo esté bajo control para que puedan ser niños libres y felices o ¿No lo crees así? ―busque su mirada por el retrovisor y el asintió.

―Voy hacer un pregunta y quiero que me respondan con sinceridad ¿Vale?― Kate miro a nuestro tres hijos mientras asentían― ¿Son felices?

―Lo soy― respondió George ocultando una sonrisa.

―Sí, siempre― Charlotte movió sus manos emocionada.

―Mmmm, a veces― respondió Louis encogiéndose de hombros.

― ¿Qué dices Lou Lou?― su hermano mayor lo miro extrañado.

―Es que mamá y papá no me dejan comer todo el tiempo mis comidas favoritas...― se cruzó de brazos y nosotros solo podíamos reír.

―No puedes comer pizza y pasta toda la vida, Lou― Charlotte rodo los ojos ante las ocurrencias de su hermano.

― ¿Por qué no?―Louis protestaba.

―Porque existen más comidas, Lou Lou, tienes que probar otras cosas― George quería hacerlo entender pero mi peque era tan terco como yo.

― ¿Por qué? Ya he probado lo mejor, no hay manera de probar más― la risa que nos provocó ese comentario tan descarado de nuestro pequeño hizo que ellos también se contagiaran, por primera vez en días estábamos riendo sinceramente.

Al llegar a casa le di indicaciones a María de que me ayudara a preparar algo lindo en el jardín para poder comer allí y pasar el resto de la tarde, quería desconectarme del mundo y que mejor que con las personas que amaba con todo mi corazón. Mientras Kate hacía el almuerzo con los niños yo me encargue de armar una especie de casita donde al terminar de comer estuvimos allí jugando al monopolio y a las charadas.

Como siempre la competencia en esta familia era algo que se llevaba en la sangre, terminamos haciendo equipos para poder derrotar con mayor facilidad, termino con George y Catherine enojados porque decía que Louis, Charlotte y yo estábamos haciendo trampa pero claramente son malos perdedores, al oscurecer nos encargamos de hacerlos dormir y luego nos pusimos a ver un poco las noticas y lo que se decía de la muerte de la reina.

―No hemos hablado con ninguno y de alguna manera puedo sentir lo mal que están― Kate se acomodó en mi hombro y era cierto, podía ver en sus rostro lo mal que estaban todos.