Una última vez

"Lo mejor de mi"

William 2022

Me encontraba haciendo mi trabajo de piloto de rescate, amaba poder ayudar a los demás, tenderle la mano al que más lo necesita y aún más hacer algo mientras llega el día de ejercer mi papel como rey de este maravilloso país. Habíamos regresado de ayudar a un joven que tuvo un accidente escalando las montañas.

― ¿Cómo es que siempre salvas a todos?― me pregunto Cal, un amigo que tengo en la base.

―Solo soy un piloto con suerte― me encogí de hombros y me senté junto a mis demás compañeros, mi posición como heredero al trono no me impedía ser normal y mucho menos dejar que los otros me traten menos o más que ellos por esa razón.

La noche callo y hoy me tocaba guardia, así que solo tome uno de mis tantos libros luego de llamar a mi esposa e hijos y me senté bajo las estrellas esperando que nada malo aconteciera durante la noche, mi mente como ya era costumbre se perdió en mis pensamientos, no sé porque justo esta noche la recordaba tenía mucho tiempo de no pensar en ella y como si de instinto se tratara, mire las estrellas intento encontrarla.

― ¡William, tenemos que irnos! ¡Un barco cerca de la costa está incendiándose y hay personas dentro!― solté mi libro y salimos corriendo para poder llegar a tiempo con la pobre gente. Al llegar pudimos subir a todos pero dos de mis hombres no podían salir ya que quedaron atrapados.

Le entregue el control a mi copiloto y me sumergí en la búsqueda de mis compañeros, logre divisarlos y con mucho cuidado los ayude a salir donde estaban, el problema que ignoraba es que el barco donde estaba exploto, haciendo que cayera al mar y perdiera toda noción de lo que yo era.

Sentí mi cuerpo flotar y mi alma salir de el, no tuve miedo porque delante de mis ojos aquella castaña perfecta a la que amaba con todo mi corazón apareció, mostrándome un lugar precioso con muchas flores, estaba en el lugar al que nosotros solíamos llamar hogar, si esta era mi bienvenida al cielo estaba más que gustoso de poder entrar en él.

Catherine 2022

Estaba sentada en el patio trasero respirando un poco de aire fresco, a veces cargar con tanto solía llegar a pasarme factura. Mi mente no pensaba en nada, necesitaba de esta paz para que así pudiera funcionar como siempre, inconscientemente mire las estrellas y como siempre anhele con todo mi corazón que donde quiera que estuviera se encontrara bien.

―Hola, mamá― mi hijo mayor hizo acto de presencia, se sentó junto a mí― ¿Qué haces?― le di una mirada tierna y tome su mano.

―Pienso y evito limpiar el pequeño desastre que hicimos durante la cena― el rió un poco.

―Con mis hermanos podemos ayudarte.― le sonreí y asentí con la cabeza― Es una linda noche.

―Esta hermosa― le respondí y los dos nos perdimos en las estrellas, luego de un rato de silenció me dedique en ver a mi hijo, mi pequeño no tan pequeño que ya estaba por entrar a la preparatoria.― ¿Cómo estás?

―Bien, pienso en el regreso a clases y los diferente colegios que papá y yo estamos discutiendo para mi futuro― Asentí y le di una sonrisa― Sé que esto es una decisión importante porque será el comienzo de todo mi futuro, el que pronto seré un adulto... ya sabes esas cosas― lo rodee con mi brazo y deje un beso en su mejilla.

― ¿Sabías que hay civilizaciones enteras que creían que podían ver su destino y comunicarse por las estrellas?― comencé a acariciar su espalda y los ojos de mi hijo volvieron al cielo estrellado.

― ¿De verdad lo crees?― me pregunto y asentí.

―Cuando te sientas perdido, solo mira las estrellas, mi amor― él asintió y luego me dio un beso en la frente para poder entrar y como me lo dijo, con ayuda de sus hermanos menores me ayudaron a limpiar todo el desastre.