"365 días"

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(Parte2)

Catherine 2009

Estaba trabajando en mi oficina cuando entró, Natalie; mi secretaria, de manera muy entusiasta, habíamos recién abierto nuestra cede de arte en Londres y ya había llegado varias ofertas de gente que quería colaborar y trabajar conmigo.

-No va a creer lo que acaba de llegar para usted− me tendió un sobre y al abrirlo pude notar que algunas personas de la casa real querían venir a ver mi trabajo, lo dudé por un momento porque sabía que podría ser él pero tenía que pensar en lo provechoso que sería para mí trabajo.

-Acéptalo, es bueno saber que ellos se interesan en el buen arte, con eso de que acabo de llegar a Inglaterra después de tantos años es interesante ver qué dirán las noticias sobre mí.

Natalie salió de mi oficina emocionada y yo solo me puse a planear como será todo con referencia a la visita del personal de la casa real a la galería, sabía que si le dábamos una buena impresión puede que alguna de las pinturas que tenía expuesta llegaran hasta algunos de los palacios así que me comencé a preparar todo como la perfeccionista que era.

Una hora fue lo que tardaron en por fin responder que él día martes estarían aquí a primera hora de la mañana, así que ese día me fui muy emocionada a casa, es muy gratificante saber que reconocen tu trabajo duro. A la mañana del martes me coloque un vestido rojo y deje mi cabello suelto, quería verme elegante así que al estar lista salí. Natalie y todos corrían de allá para acá dejando todo perfecto, yo solo me dedique a mirar las tarjetas que tenía para memorizar todo una vez más y fue cuando sentí su perfume, quería que fuera una broma.

-Catherine Middleton− su voz ronca inundo todo el lugar haciendo que me estremeciera de solo escucharlo tan cerca.

-William Wales− los dos no podíamos dejar de mirarnos, sabíamos que este reencuentro volvería a marcar nuestras vidas para siempre.

Tenerlo frente a mí después de tanto años era realmente abrumador, no esperaba su presencia el día de hoy y mucho menos por el resto de mi vida, William era una parte que seguí metida en un cajón bajo llave que nunca tuve el valor de mencionárselo a nadie, era mi gran secreto.

-¿Eres tú el personal de la familia real al que daré el recorrido?− lo mire desafiante haciéndole notar que su sonrisa y su presencia no me desestabilizaban en lo absoluto.

-Pues creo que sí, no veo aquí a nadie más, cuando quieras puedes iniciar, Señora....− solo quería saber si era casada, es un hijo de puta.

-Señorita Middleton, por favor, comencemos− comencé mi recorrido y sabía que la mirada de William estaba en mi cuerpo, las obras de arte no eran lo que él venía a ver. Sabía que encontraría cualquier excusa para tener un momento a solas pero se lo daría sin mayor problema, dejarle las cosas claras en la manera más fácil de salir de él.

-Sin duda todo me parece fascinante, Kate, quisiera hablar de negocios con usted, quiero mostrarle algo que sé que le encantará− era el mismo seductor que en la universidad.

-Por favor pasemos a mi oficina, allí yo también le mostraré un par de cosas que lo hará salir encantado de aquí, sígame− le di una mirada de arriba abajo y moví mis caderas para que las notara, quería saber si seguía volviéndolo loco como en la universidad.

-Es impresionante todo lo que has creado, Kate− lo escuche decirme y me reí por lo bajo.

-No puedo decir lo mismo de ti, Will ¿Qué ocurrió contigo?− abrí la puerta de mi oficina haciéndolo pasar, cerré la puerta detrás de mí con seguro y sonreí de manera maliciosa, iba a jugar un poco con él.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora