Cap. 33 - Pero la conductora...

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Narra Nina

- ¡Por fin habéis vuelto!-grito abrazando a mi hermana.

- Os hemos echado de menos.-dice Jesús con una sonrisa y lo abrazo.

Dani los saluda y los ayudamos a entrar todas las cosas en casa.

- ¿Qué habéis hecho mientras estábamos de vacaciones?-pregunta Jesús.

- Cenar en restaurantes, ir de compras, deporte, ir de fiesta, trabajar... Y ya está.-digo yo.

- Habéis hecho pocas cosas.-dice Bella irónica.

- ¿Qué os parece si este fin de semana nos vamos a Cádiz y así visitamos a nuestros amigos de allí?-pregunta Dani.

- Me parece perfecto.-contesta Bella y todos estamos de acuerdo.

Pasamos la mañana charlando y haciendo las pequeñas maletas para ir a Cádiz. Ya hace tiempo que nadie va al chalet de Cádiz, el que se compraron mi padre y Eva cuando se casaron. Ahora Eva vive en Sevilla capital con Enrique.

Cojimos todos el coche de Jesús y nos fuimos a Cádiz. Hicimos una parada en Sevilla a visitar a Eva y a Enrique y a recoger a Belén.

(...)

Llegamos al chalet de Cádiz, el cual nos trae recuerdos, tanto buenos como malos.

- Es de noche... ¿Queréis ir a la playa?-pregunta Bella.

Yo y Bella nos miramos pícaras y salimos corriendo hacia la playa. Los chicos sueltan una carcajada y nos persiguen.

Nos metemos en el agua y empezamos a salpicarnos. Llega Dani y me coje de tal manera que consigue hundirme en el agua y sale corriendo.

- ¡Dani! ¡Vuelve aquí!-intento correr para alcanzarlo pero es más rápido que yo.

- Dani, o vuelves o me enfado.-digo con fastidio y parándome mientras me cruzo de brazos.

Me giro para irme y empiezo a andar mientras observo a Jesús y a Bella, sentados en la arena tonteando.

Noto como Dani está corriendo para alcanzarme y me giro para verlo.

- ¡Aaah!-grito demasiado femeninamente y echo a correr antes de que me alcanze.

A los pocos segundos me coje del brazo y me para. Me coje en brazos y pongo mis manos en su cuello.

- ¿Dónde creías que ibas?-me pregunta pícaro.

Le doy un beso apasionado.

- ¿Nunca me dejarías ir?-le pregunto.

- Nunca en la vida, a menos que tú me lo pidieras, o incluso ni si quiera así.-me dice con una media sonrisa.

- Sabes que no lo haré.-le digo.

Me deja en el suelo y lo cojo de la mano. Nos acercamos a la orilla y empezamos a andar mientras el agua nos moja los pies.

- ¿Te casarás conmigo algún día?-me pregunta.

Río un poco ante su pregunta.

- Yo... no creo que sea buena idea, casarse es algo tonto en mi opinión, no sirve de nada.-le digo sincera.

- Entonces piensas igual que yo, para querer a alguien no hace falta casarse.-me dice.

- Nuestro amor vale más que un simple e insignificante papel.-le digo.

Me abraza y me da un beso en la mejilla. Vuelve a cojerme la mano.

- Creo que tú y yo dejamos algo pendiente...-le digo pícara.

- ¿El qué?-me abraza y me levanta la camisa acariciando mi cintura.

- No me refiero a eso.-le digo riendo y quitando su mano.

- ¿Y a que te refieres?-me pregunta.

- Mi moto es mejor que la tuya.-le digo con una sonrisa arqueando las cejas.

Él mira hacia delante con una sonrisa y vuelve a mirarme con cierto descaro.

- Sabes que es verdad.-le digo.

- Bueno, no niego que la moto sea buena y potente pero...-me mira con las cejas arqueadas.

- Pero...-lo animo a seguir.

- Pero la conductora...-dice con cierta delicadeza.

Abro mucho los ojos y la boca.

- Perdona, pero soy mil veces mejor que tú ¿vale?-le digo intentando no reírme ya que su cara en plan "¿seguro?" me pone muy nerviosa.

Maratón 1/3

The heart wants what it wantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora