Kate no estaba siendo feliz en esos momentos, tenía mucho enojo en su interior y su mirada la delataba.
Yelena, la delegada de la clase, estaba siendo su gran y jodido estorbo.
"No debes traer aretes al instituto"
"No puedes venir al establecimiento con el uniforme arrugado"
"Kate, arréglate el cabello"
Era nueva en el instituto, su familia se mudó de vecindario y por ende tuvo que trasladarse al instituto más cercano, desafortunadamente le había tocado ese.
De hecho los primeros días no tuvo problema, ni siquiera había notado la presencia de Yelena y no tenía estorbo alguno que le estuviese jodiendo los ovarios. Pero con el paso de las semanas pudo conocer mejor a su dolor de culo.
Yelena mandaba y quería que todos le obedecieran. La chica era mimada por los profesores, la alumna favorita, la que más destacaba.
Y Kate no tenía problema con eso.
Pero Yelena comenzó a joderla, a decirle lo que tenía qué hacer y lo que no, y joder, que ella misma le había dedicado miradas de "deja de molestarme o te rompo los dedos" pero la enana ni siquiera se inmutaba.
Y es que Kate Bishop era toda una rebelde, una chica mala de 18 años a la que nadie debía decirle lo que tenía que hacer. Ni siquiera su madre se tomaba esa confianza porque la conocía muy bien y sabía que su paciencia era del tamaño de un arroz.
-Kate, el profesor vendrá en unos minutos, saca tus libros o le diré al director que no haces nada más que dormir y babear en el pupitre.
Y ahí estaba otra vez.
A la pelinegra le faltaba poco para estallar. Su paciencia se limitaba a cero, aunque sabía controlarse y mantener la calma.
-Si mami.
Los demás dejaron de hacer lo que tenían en manos para girarse hacia ellas y contemplar lo que pasaría.
-¿Disculpa? ¿Cómo me has llamado?
Las facciones de Yelena estaban contraídas, ofendida.
-Mami, ¿O prefieres otro adjetivo más bonito? ¿Zorra tal vez?
A Yelena se le puso la cara roja de la furia, parecía muy enojada y estaba a punto de enseñarle a esa desgraciada a que la respete pero no logró hacerlo porque en ese instante el profesor ingresó a la puerta.
El profesor miró a todos los alumnos y preguntó qué sucedía, ya que estaban todos en un círculo alrededor de Kate y Yelena.
Kate casi se le cae la mandíbula al piso cuando ve a Yelena con lágrimas en los ojos haciéndose la víctima.
-Joven Belova, ¿Ocurre algo? - preguntó el adulto preocupado, acercándose.
-S-sí señor, Bi-Bishop me acaba de insultar - murmuró con voz rota.
Kate negó rápidamente, mirando hacia el hombre. No quería volver a tener problemas y menos a inicio de año.
El profesor pidió detalles y todos saltaron a defender a Yelena, poniendo palabras en la boca de Kate que ella ni siquiera dijo.
La mandaron a dirección.
Cuando la pelinegra se retira del curso le lanzó una mirada de odio a Yelena, y esta solo le sonrió divertida. No podía ser más cínica.
"Me las vas a pagar enano" fue lo último que pensó antes de dirigirse al baño, necesitaba mucha agua fría para calmar sus nervios.
Simplemente no soportaba a Yelena Belova.
ESTÁS LEYENDO
Paciencia; Kate & Yelena. [ACTUALIZACIONES LENTAS]
FanfictionDonde Kate y Yelena no se soportan. Esta historia no me pertenece, todos los créditos al autor original.