Capítulo 20

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Los días pasaron demasiado rápido, cuando menos se lo esperaban ya estaban cada uno en sus respectivas habitaciones, sin cabaña, sin compañía, sin miradas y sin comportamientos extraños. El instituto volvía a ser normal y aburrido, justo como lo era antes.

El poco ansiado lunes había llegado y con eso todos retomaban las clases por igual.

Yelena trataba de prestar atención al profesor, pero en realidad solo fingía que lo hacía. Había algo que la tenía inquieta desde hace rato, algo que no le dejaba estar en paz. Giró levemente su cabeza, lenta y disimuladamente, para echarle un vistazo al asiento vacío de Kate, quien no había asistido a clases otra vez.

Suspiró derrotada y volvió la vista al frente. Debía darse por vencida y dejar de pensar demasiado en la chica. Si tan solo su mente se dignara a cooperar con ella.

Kate creaba círculos imaginarios sobre la espalda de la chica que yacía durmiendo sobre su pecho desnudo. Al parecer fue la única que no quedó tan cansada después de tres salvajes rondas de sexo. No recordaba muy bien el nombre de la chica, pero creía que era amiga de Carol ya que las había visto juntas en el instituto. Si le iba con el cotilleo a su amiga, ella se quedaría tranquila, tenía la impresión de que Carol se estaba haciendo ilusiones falsas con ella, cuando ambas sabían que lo único que salía de esa relación era sexo. No necesitaba tener a una chica furiosa en la puerta de su casa gritándole cosas impropias frente a su familia, porque ya le había pasado varias veces y sabía lo que se sentía.

Miró por la ventana y vió que ya estaba anocheciendo, debía volver a su casa para cenar y no preocupar de más a su madre. Suspiró y con cuidado de no despertar a la muchacha morena, se levantó de la cama para comenzar a vestirse. Necesitaba ir a su cama y dormir profundamente. Últimamente andaba descansado muy poco, algo inusual en ella.

Saliendo de aquella casa desconocida, se puso el casco y fue directamente a su motocicleta. El ruido del motor y el viento golpeándolo en la cara le despejó un poco, había mucho tráfico pero aún así iba rápido. Se detuvo en un semáforo en rojo, distraído comenzó a mirar a su alrededor.

Personas iban y venían, todos demasiados apurados. Nadie parecía interesado en disfrutar de la bonita y fresca noche que estaba por hacer. A lo lejos distinguió una cabellera rubia conocida y prestó un poco más de atención.

Era Yelena.

Iba con los auriculares puestos, caminaba tranquilamente, seguramente recién había salido del instituto. Parecía muy metida en sus pensamientos, acariciando sus manos, tratando de darse calor debido al frío. Kate rió enternecida ante esa escena.

Antes de cometer una estupidez muy grande simplemente arrancó la moto y dejó de mirar a aquella chica, no necesitaba seguir distrayéndose. Ella era demasiado idiota como para alguien como Yelena, según ella. La chica de cabellos rubios no era más que un animalito solitario que se escondía en su burbuja y trataba de que no la lastimaran, ella por nada del mundo quería corromper aquello.

O quizá sí, pero no se lo permitiría hacerlo.

Kate estaba nerviosa por alguna razón, su guitarra no parecía cooperar y ella no podía sacar una melodía buena. Tenía la inspiración justa para escribir una canción pero se hallaba demasiado nerviosa y no podía controlar sus manos. Cerró los ojos exasperada, tratando de relajarse. Hace días venía con el mismo problema, ella no era de preocuparse demasiado por nada, pero lo que le estaba pasando justo en ese momento la tenía mal.

Le hacía falta algo, y no se daba cuenta de lo que era.

Yelena hacía tarea, o bueno, eso es lo que intentaba hacer, puesto que no podía concentrarse. Tiró todos los apuntes lejos de ella y se acurrucó en su cama, pensando en que debía sacarse de la mente a la ojiazul, tratando de descifrar por qué su corazón dolía tanto en esos momentos. Acarició sus labios y cerró los ojos, una traviesa lágrima se escapó de uno de sus verdes ojos y se empezó a derrumbar una vez más.

Yelena no sabía que se había empezado a enamorar.

Paciencia; Kate & Yelena. [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora