Cuando el sol se asomó en la cara de Kate esta se dispuso a no hacerle ni el mínimo caso y a seguir durmiendo, pero los pisoteos constantes de Yelena dando vueltas a su alrededor la obligaron a que deje la flojera a un lado y abriera los ojos.
Le gustó la forma en la que la enana estaba vestida. Unos pantalones deportivos ajustados y una remera holgada, aún así se veía sexy y tentadora. ¿Cómo lo hacía? Aún recordaba aquella vez que salió obligadamente a cenar con su familia, recuerda lo mucho que le gustaron los muslos de Yelena en esos jeans ajustados, se sentía tan malditamente caliente y a la vez enojada.
Estúpida Yelena. Estúpida por tener el cuerpo perfecto y la cara de ángel justo como le gustaba. ¿Pero por qué demonios tenía que ser tan insoportable?
-Tenemos actividades. - habló Yelena al notar como Kate parecía totalmente perdida en sus pensamientos.
Esta solo alzó las cejas, somnolienta. Se levantó, estiró los músculos y luego de estar un buen rato mirando a Yelena, se le acercó.
-Buenos días, enana.
La rubia sintió que la abrazaban por detrás y evitó poner una sonrisa tonta. Kate colocó sus manos sobre su abdomen, e inhaló el olor de su cabello. Realmente olía delicioso.
Que caritativa era la pelinegra por las mañanas. Incluso podría acostumbrase.
-Buenos días...
-¿No quieres un poco de diversión antes de salir?
Yelena se vió tentada en aceptar, pero entonces recordó todo lo que había pensado la noche anterior y simplemente negó desinteresada. Iba a hacer que su desvelo valiera la pena.
-Tengo mejores cosas que hacer.
Se alejó como si el contacto de Kate podría llegarle a contagiar una ETS. Ésta otra la miró confundida.
-¿Ocurre algo?
-No. ¿Debería?
Se pararon una frente a la otra, Yelena mantuvo la mirada seria en todo momento y la pobre de Kate no supo que decir. Creía que luego de lo que pasó la noche anterior tenía pase libre con la rubia y le dolería si no fuese así. Ella no permitiría por nada del mundo que alguien pisoteara su orgullo, y aún menos si se trataba de Yelena.
-Lo de anoche... Perdón, me dejé llevar y de verdad creeme que no volverá a pasar nada parecido.
Se estaba disculpando trataba de rescatar su dignidad.
-¿Y quién te dijo a tí que eso me molestó? ¿Ah? - la pelinegra rompió el espacio personal para rodearla por la cintura y pegar sus cuerpos de forma muy íntima -No pretenderás que dejemos esto ¿verdad?
Eso era lo último que Yelena quería hacer, pero ¿había otra opción? Era obvio que Kate solo quería follársela porque estaba necesitada, eso explicaría por qué tan de repente se había fijado en alguien como ella.
-Hey... - la llamó la más alta, llevando sus dedos hacia su delicado mentón y alzarlo suavemente para que la mirara. Rozó sus labios con los de Yelena. Esos roces pequeños que lograban que se pusiera muy nerviosa. Bajó sus manos nuevamente a las caderas de la otra, la tomó con fuerza para alzarla y besarla como Dios manda.
Oh no, Yelena de verdad no iba a soportar eso. Pataleó para alejarse, mirándola como si quisiera matarla.
-Suéltame o te juro que esto va a terminar muy mal.
Kate rodó los ojos y se alejó, lamiendose los labios.
-Mira Yels...
-No Kate, ¿Qué no lo entiendes? No quiero siquiera tener algo que ver contigo. No creas que porque te puse en la cabaña conmigo significa que me traes loca como a algunas con las que te acuestas. Si no puedes mantener tus hormonas calmadas te recomiendo que vayas con Carol o con quien más te parezca, pero a mí no me molestes. No quiero tus estúpidos besos mañaneros ¿Comprendes? No me jodas, ni te me acerques.
Sin esperar una respuesta se fue del lugar dando pasos certeros, al menos satisfecha por hacer bien.
Lo que no le gustó fue la forma en la que su cuerpo aún ardía por el toque de Kate en su cadera, era como si una simple caricia encendiera todo dentro de ella. Ahora entendía por qué la ojiazul tenía muchos detrás de ella. Era muy buena para ser real, sus manos sabían muy bien cómo tocar y encender todo a su paso. Pero ella no sería el juguete de alguien, ni siquiera de Kate, por mucho que le gustara el sabor de sus labios y el cuerpo grandioso que se cargaba.
Ella no necesita ser la segunda opción de nadie.
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Paciencia; Kate & Yelena. [ACTUALIZACIONES LENTAS]
FanfictionDonde Kate y Yelena no se soportan. Esta historia no me pertenece, todos los créditos al autor original.