Capítulo 22

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Yelena caminaba por los pasillos del supermercado cogida de uno de los brazos de Bucky. Como era su tercer cita el castaño quiso hacer algo diferente e invitarla a su casa para cenar. No le pareció mala idea, de todos modos nunca tenía cosas que hacer en la noche y tampoco tenía amigos, por primera vez alguien estaba haciendo el esfuerzo de sacarla de su pequeña cueva.

-¿Te gusta este queso? ¿O prefieres este? - Le pregunta Bucky, mostrándole variedades de queso que usarían para ponerle a la pizza.

Yelena solo lo miró por unos segundos, analizándolo. Pensó que quizá ella no podría ver a Bucky más que como un amigo, pero sabía perfectamente que el tenía otras intenciones con ella. No le molestaba, de todos modos se supone que lo estaba intentando.

Finalmente contestó.

-Ya te dije que yo no comeré, elige el que tú desees.

-Pero Yels, hasta voy a cocinar para ti. - el castaño puso un puchero y Yelena rió, Bucky era muy tierno a pesar de todo.

-Pues hazme una ensalada o algo más sano, no pizza.

Mientras se debatían en elegir lo que cenarían ninguno se percató de las miradas cargadas de odio que les echaba alguien de lejos.

Kate había ido a comprar unas cosas acompañada de su hermana mayor. No creyó encontrarse con Yelena, y menos aún que ésta estuviese muy bien acompañada. La pelinegra no sabía por qué pero algo dentro suyo sentía la necesidad de ir y romperle la cara a aquel castaño extraño. Y es que notaba como éste le tocaba la cintura a la enana, hasta tenía el descaro de bajar más sus manos y Yelena parecía demasiado ida pues no sé daba cuenta de nada, mientras que el otro imbécil aprovechaba.

Trató de mirar hacia algún otro lugar pero lo único que su vista pedía en esos momentos era mirar un poco más a Yelena. Pasó las manos por su cabeza y se rascó la nuca, en su mente solo aparecía la rubia con esos pantalones en exceso ajustados y aquella camisa blanca ajustada a su pequeña pero caliente figura. Las deliciosas curvas de ese cuerpo la tenían mal ¿y qué era lo peor? Que ella no podía darse el lujo de tocar algo así. Al parecer no era suficiente verla en el instituto, ahora también tendría que encontrársela afuera.

En eso, su hermanastra Wanda le pregunta algo y la saca de sus pensamientos.

-¿Aquella de allá no es Yelena?

Se hace la desentendida y mira en dirección a la rubia.

-Ah sí, no la había visto.

Wanda mira a su cuñada asombrada.

-Quien lo diría de Yels, no sabía que tenía novio. Se lo tenía bien guardadito.

El ceño de Kate se frunce profundamente, empujando su lengua contra su mejilla, enojada. Aquellos dos no eran novios, eso no era posible.

-No lo creo, esa enana es demasiado insoportable para tener novio.

-Digo lo mismo de ti, hermana, y eso que tú aún no consigues uno. Venga ya, vamos a saludarla.

Y ni siquiera le da tiempo de negar cuando Wanda ya está yendo hacia ellos. Se debate entre si irse corriendo porque aún Yelena no la había visto, o ir y enfrentar el problema. Se decide por lo último, no le gusta ser una cobarde. Su hermanastra habla animadamente con la rubia sin percatarse de que Bucky la mira muy mal. Kate evita reír porque ¡vamos! El idiota está celando a la persona equivocada. No es como si ella fuese la persona indicada pero... No, de hecho si lo era. Hace solo dos semanas había tenido a esa preciosidad de chica sobre ella haciendola gemir necesitadamente por ella, ellas habían tenido algo y por más que quisiera, no podía seguir ignorándolo.

-Hey, hola enana. - la saluda sin interés, recargándose sobre el hombro de su hermana, creando pura fachada para que nadie se dé cuenta de cómo estaba muriendo de celos hace unos momentos.

-Kate... Ho-hola.

Le encantaba como la chica había pasado de estar totalmente segura a estar con las mejillas rojas y las manos nerviosas e inquietas.

Se quedan mirando fijamente por unos segundos largos, la tensión sexual sigue ahí, al parecer el tiempo lo único que hace es provocar que las chispas crezcan aún más entre ellas.

-Bueno Yels, fue un placer verte, también a tu novio, pero debo irme, saludos a tu familia.

-Ya te dije que no es mi novio, Wanda.

La ojiazul gira rápidamente su rostro hacia otro lado para que nadie vea la gran sonrisa socarrona en su cara al oír las palabras de la rubia.

"Lo sabía" fue lo que pensó.

Wanda niega divertida ante la negativa de Yelena y le da un beso en la mejilla a modo de despedida, a Bucky solo un apretón de manos. Kate sonríe maliciosa, y decide imitar la notable acción de su hermana. Aprovecha que el castaño grandísimo idiota esté concentrado en mirar mal a su hermana para darle un beso en la mejilla a Yelena y luego susurrar al oído.

-Pórtate bien pequeña.

Y antes de incluso alejarse para que nadie la descubra, besa fugazmente los preciosos labios de la más baja, dejando a ésta con la cara más roja y con el sentimiento de vergüenza intacto. Se aleja antes de ser descubierta y no le dirige ninguna mirada a James.

Kate se da cuenta que Yelena en ningún momento había impedido ese acercamiento entre ambas, lo que significaba que aún anhelaba un poco de ella.

Iba a volver a tener una noche con Yelena y nadie se interpondría a eso.

Paciencia; Kate & Yelena. [ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora