LAS CARTAS DE EL CLUB 69 DE ARIES. LA SIRVIENTA.

SE BUSCA ALICIA ROSAS RICO.

LAS CARTAS DE EL CLUB 69 DE ARIES.

Los caminos de México de norte a sur y la sirvienta.

CAPÍTULO 7 extra.

Después de algunas horas de manejo, entre plática, música y cigarros, llegaron muy tarde hasta la enorme papelería de nombre O.E.C. Oficina, Escuela, Casa.
En ese momento Alicia perdió por completo su sonrisa, cuando notaba en donde Luis estacionaba el tráiler, era en el área de carga y descarga en ese lugar, no esperaba que fuera la carga para la empresa de su patrona, a la cual en la noche anterior Alicia
le había robado la caja fuerte, asustada, ahora le preguntó:
- ¿Con quién dejarás la carga? -
Luis ignorando la situación, la miró por un momento a la cara, sonriendo le respondió:
-No lo vas a creer Alicia, dirás que es una broma o una mamada, pero la persona que nos recibirá se llama, Graciela Montoya Dos amantes del Madero, ja jajá es chistoso sus
apellidos, ja jajá montó ya dos amantes del... ja jajá Madero ja jajá. -
Alicia al escuchar el nombre, sintió que le vaciaban un balde de agua fría, permaneció callada, no le hizo la menor gracia el saber que estaba enfrente del negocio de Graciela, no sabía si ella y su esposo ya se habían dado cuenta del robo que ella les hizo la noche anterior.
- ¿Qué? ¿No te hizo gracia Alicia? Que Graciela se empale a sus dos amantes. Montó ya dos amantes del madero, ja jajá. -
No hubo respuesta alguna, a pesar del polarizado que tenían las ventanillas del tráiler.
Alicia se puso su mano izquierda tapándose su boca y su nariz, por miedo de que alguien la mirara adentro del tráiler, y así no la pudiera reconocer, ella entraba en pánico, solo volteaba su cara, mirando para la calle, ahora agarraba con su mano derecha la codera del asiento, con su mano izquierda, quería ya abrir la puerta y salir corriendo del lugar.
Luis ignorando todo este asunto, muy relajado le comentó:
-Ahorita regreso Alicia, voy anunciar mi llegada para descargar la caja. -
-Dime. ¿Cómo cuánto te tardarás en descargar en este lugar? -
-No sé, tal vez si nos va bien, en unas tres horas nos marchamos de aquí. -
Después de decir el tiempo que les podría tomar. Luis miró el cabello pelirrojo de la joven, quien estaba con la cara hacia la ventanilla, como buscando algo, el trailero sin darle
importancia, con su mano izquierda abrió la puerta, descendiendo enseguida del tráiler, para buscar al que recibiría la carga.
Caminó hacia el frente de la tienda entrando en esta, siendo recibido de forma muy amable por un señor.
- ¿En qué le puedo servir joven? -
-Buenas tardes caballero, traigo una carga de la papelería de la empresa Uniones y Servicios del estado de San Luis Potosí, necesito que me firme la señora... no la licenciada...
Graciela Montoya. -
Lo pronunció Luis, mirando la factura que sostenía en sus manos, aguantándose la risa, no completando los apellidos de la señora, el empleado enseguida señalaba con su dedo índice de su mano derecha hacia una oficina, contestándole:
-Pase a donde esta esa oficina por favor, ella es la licenciada Graciela Montoya lo recibirá. -
-Gracias. -
Le contestó Luis caminando enseguida hasta la pequeña oficina, se detuvo mirando detenidamente a la señora, llamada Graciela, que estaba parada de lado, mirando unos papeles, ella era de piel blanca, cabello castaño largo hasta la cintura, como de uno sesenta de estatura, en ese vestido negro que usaba, se veía que tenía unas nalgas grandes, bien paradas, se le miraban unos deliciosos y grandes senos, quizá la señora era de unos treinta y nueve años de edad.
Graciela al sentir la mirada volteó su cara, para ver quien la observaba, muy sería lo miró de arriba para abajo, preguntándole:
- ¿En qué le puedo servir? -
Sintió la pregunta un poco agresiva, pero más amable él le respondió:
-Buenas tardes señorita, soy Luis Estrada Camacho, le traigo una carga desde San Luis Potosí de la empresa uniones y servicios, aquí está la factura de todo lo que le traigo. -
Ella, enseguida estiró la mano derecha, recibiendo la factura, ahora cambiando su aptitud con el chofer, con una sonrisa le expresó:
-Siéntese por favor, déjeme checar unos datos, porque ya es tarde para poder descargar el tráiler. -
-Yo solo quisiera descargar, eh irme si no le molesta señorita. -
-Sí, permíteme a ver qué puedo hacer por usted. -
Empezaba a checar la factura, cuando en ese momento sonó el teléfono de la oficina. Graciela como esperando la
llamada, rápido levantó la bocina preguntando:
- ¿Qué pasó? ¿Ya habló a la casa Alicia? -
-No, ella no ha llamado y no sé en dónde está, o adonde se fue, solo sé que se llevó todo lo que había en la caja fuerte. -
Al escuchar el nombre, Luis prestó más atención a la plática, aunque solo escuchaba lo que ella decía o preguntaba.
Graciela le contestó:
-Pero... ¿Cómo Hugo? ¿Se llevó la sirvienta todo el dinero de la caja fuerte? ¿Nos robó todo? Pero. ¿Cómo? Miramos a la sirvienta a noche. ¿A qué hora se fue con el dinero? -
-No lo sé, yo necesitaba checar un documento que tenía ahí guardado, y está totalmente limpia la pinche caja, subí a su recámara, y forcé la puerta porque estaba cerrada con el seguro, y ella no está en ningún lado de la casa, no sé en dónde buscarla. -
-Pero... pero. ¿A qué hora hizo eso? ¿A qué horas nos robó?... -
-A noche eran como las dos y media, pasé por su puerta, y moví la perilla de su habitación, y estaba bien cerrada con el seguro. -
- ¿Qué? ¿Tú checaste su puerta a las dos treinta de la madrugada? ¿Por qué? -
Hugo y Alicia, quedaron de verse a esa hora para tener sexo, a espaldas de su esposa, quien se supone dormía en su recámara, así que él le respondió:
-Porque tuve un mal presentimiento Graciela, pero no forcé la cerradura porque pensé que estaría durmiendo, tal vez y... y ella ya no estaba en la casa. -
-Pues, yo en la noche me levanté, y cheque la puerta de su recámara, eran como a la una de la mañana estaba bien cerrada la puerta con el seguro, pensé que estaba ahí adentro durmiendo. -
Graciela también a espaldas de su esposo Hugo, esa noche tenía una cita con la sirvienta para tener sexo con ella, pero al escuchar estas palabras. Hugo enseguida protestó preguntándole:
- ¿Qué? Y ¿Tú porque fuiste a su cuarto a esa hora?...
¿Lo encontraste cerrado? Pues entonces, lo planeo muy bien la cabrona, y se fue en algún momento de la pinche noche, quizá cuando tú y yo nos encerramos en nuestra recámara, para... para dormir.
La caja fuerte no está forzada, violada o como chingados se diga, simplemente la dejó como estaba. -
- ¿Los niños saben algo Hugo? -
-No les he comentado nada a los gemelos. Ya están en la escuela. -
-Dime Hugo. ¿Cómo encontró la sirvienta la caja fuerte? ¿Cómo supo en dónde estaba? O dime.
¿Cómo supo ella la combinación de la caja fuerte? No pierdas el tiempo, ahora mismo, llama a la policía, y dile que anoche nuestra sirvienta, Alicia Rosas Rico. ¡Nos robó la caja fuerte! ¡Que la busquen! ¡Pero ya! -
Luis sintió que le caía agua fría, al escuchar los apellidos de Alicia, después más le temblaron las piernas al comenzar a escuchar decir su descripción:
-Sí, y yo todavía de pinche compadecida por sus golpes en la cara, y sus puntadas en la cabeza, ¡Pinche pelirroja! Avisa ahora mismo a la policía Hugo... -
-Pero, ¿Si no fue ella? -
Después de esta pregunta hubo un silencio, hasta que la licenciada comentó:
- ¿Qué? Como no quieres que piense que Alicia nos robara, si ya no está en la casa, se fue de la noche a la mañana. ¡Pinche pelirroja! ¡Estamos hablando de más de seis millones de dólares, y todo lo que había en la caja fuerte!...
¡No me pidas que me calme! ¿Qué?... -
-Que no... no me creas Graciela, pero pienso que tal vez ella mató a Socorro para robarle... -
-Es lo que me vino ahorita a la mente Hugo, a la mejor estoy mal, pero que tal si Alicia mató a Socorro para robarle...
Dios me perdone, pero quizá ella la mató... -
Hasta que, en su plática por teléfono con su esposo, Graciela volteó su cara mirando a Luis sentado enfrente de su escritorio, notando que la escuchaba, con la noticia que les
habían robado la caja fuerte, por un momento y por su enojo a Graciela se le olvidó que estaba el chofer en su oficina, cambiando su expresión de enojo ahora sonrió al mirarlo, diciendo:
-Ya voy a la casa Hugo. ¿Gerardo y Rebeca están bien? -
-Sí, te digo que en la mañana a ellos yo los lleve a la escuela al no encontrar a Alicia, por ningún lado. -
-Okey, despacho un cargamento que me llego de San Luis Potosí y salgo para la casa, dejare que Irma cierre la establecimiento y atienda la carga que nos llegó, como quiera ya es tarde, yo ya voy en camino. -
Colgó el teléfono, tocando su frente con la mano izquierda, mirando a Luis expresó:
-Tengo un problema, me tengo que ir, ya me había llamado la empresa uniones y servicios que hoy dejarías un cargamento, necesito que por favor dejes la caja con la carga que traes, pero necesito que te lleves una caja con el cargamento que tengo listo para Toluca, aquí está la dirección, mi manager Irma te recibirá la caja que traes, y te dará los papeles para que entregues mi carga en Toluca.
¿Está bien? -
-Sí, está bien, y yo le agradezco esta carga que me está dando. -
-Ella te pagará esta carga, y te dará un dinero para tus viáticos para el estado de Toluca, cuando la entregues te pagaran en la dirección, donde la dejes, perdóname tengo prisa que te explique mi manager Irma. -
-Está bien señorita Graciela, disculpe por escuchar su plática, pero su sirvienta se llama Alicia Rosas. ¿Qué? -
-Rosas Rico... Alicia Rosas Rico, es... o más bien era mi sirvienta, anoche se fue de mi casa, bueno ya escuchaste,
creo que nos robó la caja fuerte, es mucho dinero, bueno nada es seguro, si fue ella o no, pero por ahora necesito investigar a fondo este grave problema. -
-Bueno, mire licenciada, quiero que sepa que yo ando en los caminos de México de norte a sur y de este a oeste, el mundo en que vivimos es tan pequeño, que quizá...
quizá me la encuentre en mi camino, si me da una foto de la sirvienta, así la ubicaré mejor, entonces, yo le llamaré a usted diciéndole en donde está ella, nada se pierde, déjeme intentarlo. -
Graciela al escuchar estas palabras del trailero, lo miró por un instante, pensó y enseguida le contestó:
-No tengo fotografías conmigo, pero tienes el nombre y los apellidos, sé que no los olvidaras, Alicia Rosas Rico, ella tiene veintiún años de edad, es de tez blanca, de uno sesenta y cinco de estatura, tiene todavía el labio roto e hinchado, según por unos golpes que le dieron en un asalto.
Aún tiene el ojo derecho de diferentes colores: morado, azul, verde, negro su piel blanca exagera y lo resalta, cuando estuvo con nosotros, usaba lentes obscuros para cubrir sus golpes, ya que el maquillaje, no le era suficiente. -
Ante lo que Graciela le decía, a Luis le temblaban más y más las piernas al saber, que era la descripción exacta de la chica con quien había subido a su tráiler, y había fornicado con ella esa mañana, cayéndole el veinte porque la vio tan nerviosa al llegar a la empresa.
Sabía que Alicia aún estaba esperándolo arriba de su tráiler, en ese momento creyó él, que si Graciela la veía en el tráiler, pensaría que él era su cómplice en este robo.
Seguía escuchando a Graciela con la descripción, señalándose ella misma la cabeza con su mano derecha, mostrándole en donde tenía las puntadas la sirvienta. Graciela continuaba diciéndole:
-Tiene su cabello pelirrojo cortito, no le cubre las seis puntadas que le pusieron para coser la herida de su cabeza, según ella, la asaltaron y estuvo tres días en el hospital. -
Cuando se calló de dar la descripción, del santo y seña de la sirvienta.
Luis tragándose los nervios, enseguida le respondió:
-Si la veo, le traeré información o le llamo enseguida licenciada. -
-Te lo agradezco Luis, mi número telefónico está en la factura, y la dirección de mi casa, es en calle marzo No 19, no está muy lejos de aquí. -
-Gracias, si veo a la sirvienta, le llamo enseguida señorita Graciela. -
-Gracias a ti por ayudarme a buscarla, porque dudo que aún este en este estado, si es culpable, ya estará muy lejos, ahorita mi manager Irma te abre la cortina de acero en la zona de descarga para que metas tu tráiler. -
Se dieron la mano despidiéndose, enseguida Graciela salió de la oficina. Luis salió detrás de ella, mirándole las ricas nalgas moverse con prisa, deteniéndose Graciela por un
momento junto a su manager.
Luis continuó caminando, desapareciendo ella de su vista, cuando él salió de la tienda caminaba a donde estaba estacionado su tráiler.
Ahora, por lo que se enteró tenía miedo de preguntarle a Alicia, si ella se había robado el contenido de una caja fuerte en la casa de Graciela, lo cual era cierto, pero peor aún, si ella asesino a su ex patrona Socorro, tal vez lo matara a él por saber tanto de su vida.
Muy nervioso y temblándole la mano, abrió la puerta del tráiler, subiendo esperando ver a la joven en el asiento del copiloto, pero Alicia ya no estaba sentada, así que, enseguida con cuidado movió las cortinas negras de su camarote, asomándose en este encontrando todavía a las tres maletas negras como las dejaron.
Pegó el brincó cuando escuchó abrirse la cortina de acero, para que él metiera el tráiler con el cargamento que traía.
Volteó su cara espantado para mirar enfrente viendo la cortina azul de metal que se seguía abriendo, en seguida se sentó en el asiento del chofer para arrancar el tráiler, giró su cara para ambos lados de la calle buscándola, pero no miró a Alicia por ningún lado, así que comenzó avanzar metiendo despacio el tráiler en la bodega de la tienda.
Se bajó Luis a desenganchar la caja, después, fue hablar con la manager Irma Mejía Domínguez, quien era flaquita de busto grande, uno setenta de estatura, cabello negro lacio
hasta el hombro, de ojos cafés, nariz afilada, labios delgados.
Le dio los papeles, los pagos y los viáticos mostrándole que caja se llevaría para su viaje a Toluca. Cuarenta minutos después, salía Luis de la bodega con la nueva caja con la carga.
Ahora antes de retirarse de la empresa O. E. C. se detuvo enfrente de la puerta principal, pero por ser tan tarde ya habían cerrado el establecimiento, entre la obscura calle buscó a la joven de un lado a otro, preguntándose:
- ¿A dónde te fuiste? ¿Dónde estás Alicia? -
Mientras la trataba de ver, estiró su brazo con su mano derecha agarró su cajetilla de cigarros Cáncer Filters 100's. M.R. Encendió un cigarro sacando el humo por la boca mirando muy atento para ambos lados de la calle, para ver si se subía Alicia con él, ahora con sus dedos le subió el volumen a su radio, escuchando al locutor decir:
-Continuamos en su estación favorita, radio rojo de tu banda 1550 Fm, ahora escucharemos a Jorge Morales Sierra, el rey del acordeón, con esta canción que está gustando mucho a nuestro público, gracias a ti, ya está en primer lugar, este tema que se titula "Rosas para mi amante" súbele a tu radio. -
Mientras escuchaba la canción, trataba de mirar a Alicia en la calle, ya que estaba todo obscuro y nadie la reconocería, espero unos minutos afuera de la empresa, pero no llegó
ella al lugar, entonces decidió Luis empezar a avanzar en el camino, manejó por unos veinte minutos, estaba muy preocupado al no encontrarla, se detuvo en una taquería para llevar una cena, ordenó diez tacos y dos refrescos, pasados
quince minutos recibió su orden de comida.
Muy intranquilo, abordo su "pantera negra", espero otros quince minutos, pero al ver que ella no aparecía empezó a mover de nuevo su tráiler, puesto que seguía en la calle principal decidió que antes de salir del pueblo la esperaría, se detuvo en un hotel de nombre "los arcos", que estaba ubicado a un lado de la carretera principal.
Quería Luis, poder bañarse comer y descansar la noche, tal vez ahí Alicia pudiera ver el tráiler estacionado, preguntará en la recepción, y lo buscara en el cuarto que rento.
Luis se fue a dormir alrededor de las diez de la noche para salir temprano a su viaje a Toluca, tenía la esperanza de que quizá más tarde, Alicia tocaría a la puerta de la habitación, en donde descansaba, o la encontraría en la mañana antes de irse de Querétaro, para que ella se llevara sus tres maletas, o continuara con él en el viaje.
Creo que abría una explicación o una mentira de porque se fue del lugar, lo cierto es que el trailero deseaba que estuviera con él en el cuarto del hotel, para poder gozar nuevamente de ese delicioso cuerpo, como ya lo habían acordado.
Por ahora, solo había sido un día más, y otra historia de sexo y lujuria en la vida del trailero, así pasa cuando se recorren los caminos de México de norte a sur.
Al día siguiente en la mañana, Luis salía del cuarto del hotel, vestía una camisa roja y un pantalón de mezclilla de color azul, tenis negros, una gorra negra con el emblema de
cigarros Cáncer Filters 100's. M.R. tenía puestos sus lentes obscuros, se encontraba enfrente del hotel "los arcos", mirando para ambos lados de la calle, con la esperanza de encontrarse con Alicia Rosas Rico.
En ese momento ya pasaban carros, tráileres y algunas motos.
Luis caminó hacia su tráiler, con su mano derecha usando su llave abrió la puerta, con mucho cuidado se subió inspeccionándolo, desde su asiento extendió sus brazos, con sus manos agarró las cortinas negras, abriéndolas mirando las tres maletas negras que aún estaban en el interior del camarote, con cuidado se pasó directo al camarote observando las maletas detenidamente quedándose pensativo.
Estas, tenían a los lados los seguros para abrirlas, con tres dígitos de combinación y un pequeño candado en medio en donde se unía los dos cierres.
Luis estaba pensando realmente ¿Cuál era el contenido en las maletas? Volteó la cara mirando el póster
THE SALEM en donde estaba la
fotografía de Alicia, sí que esa era la descripción exacta que le dio la
licenciada Graciela de la sirvienta.
Luis con impaciencia nuevamente miró las maletas pensando mejor en no tocarlas, si era el dinero con todo lo robado, de seguro que ella lo buscaría, y si Alicia era la asesina de la señora Socorro, si encontraba una maleta abierta o algo le faltaba del contenido, quizá ella lo mataría, tal vez Alicia, si era una ladrona y una asesina, lo mejor sería no abrir nada y hacerse el inocente cuando ella las reclamara.
Salvaguardando con el silencio su vida, por el momento era mejor salir de ese lugar, ya había perdió mucho tiempo por esperar que llegara Alicia, para que bajara su equipaje del
tráiler, ya tenía que irse para entregar la carga en Toluca, así que se pasó a su asiento para acomodarse, y comenzar a manejar su tráiler.
El joven agarró su cajetilla de cigarros Cáncer Filters 100's. M.R. sacó uno colocándolo en sus labios, con el encendedor prendió el cigarro sacando el humo por la boca. en ese preciso momento sonó su celular como tres veces.
El trailero, enseguida miró hacia el tablero, en donde lo tenía, estiró su mano derecha, rin... rin... vio el celular checando el número telefónico contestando:
-Buenos días. -
-Hola pantera, buenos días, soy Norma Vergara Rico. ¿Cómo estás? -
-Estoy bien Norma. -
- ¿Dónde estás? ¿En dónde andas ahorita? -
-Estoy saliendo de Querétaro. -
- ¡Oh! Mi dios. ¿Estás en Querétaro? ¿Qué haces tan lejos pantera? -
-Cuando dejé tu pueblo fui directo a Querétaro, aquí agarré un viaje para Toluca, y ya llevó una carga. -
-Creí que estabas cerca. -
-Siento decirte, que estoy muy lejos de tus brazos, mi reina hermosa. -
-Si ya veo.
Expresó Norma con una voz triste, enseguida le preguntó:
- ¿Hay alguien contigo? -
-No, estoy solo, voy manejando en mi tráiler. ¿Por qué lo preguntas? -
-Porque amanecí con unas ganas calientes de que me cojas, que me jodas mi bizcochito, mi madre no está en casa hoy trabaja todo el día, mi hermano Pablo y Esteban salieron de compras, y se tardaran un buen rato, estoy sola y desesperada, quería que vinieras a ver me, para coger contigo. -
Escuchar esto fue una patada en los huevos, de solo imaginar esas deliciosas nalgas, bien empinadas, esos deliciosos senos grandes y mordisqueables, esos pezones enormes, para mamarlos mientras bombeaba la panochita, y que por
ahora, no pudiera "comérsela".
Norma Vergara Rico, se le iba viva de una buena cogida.
El trailero no creyendo lo que escuchó, le contestó:
-Perdóname muñequita, estoy muy lejos de ti, como para ir a tu casa, que pinche suerte la mía, en realidad quisiera volver a tener tu hermoso cuerpo entre mis manos, y tus
deliciosos besos, me encantas Norma. -
- ¿Te gusto hacerlo conmigo? ¿No te molesta que sea una religiosa? -
-Me encantó mucho Norma, tienes un hermoso cuerpo, una boca divina, quisiera estar ahorita contigo créeme. -
-Dijiste que estarías unos días en el pueblo, por eso te llamé, por si regresan mi hermano y Esteban podríamos hacerlo en tu tráiler, como me lo propusiste, tengo ganas de
chuparte todo tu garrote, tragarme toda tu leche amor. -
-Si lo sé, y podríamos hacerlo así, pero en mi trabajo nada es seguro, pude haberme quedado hasta quince días, esperando conseguir algo, pero me salió una carga y trabajo es trabajo, te pido que me perdones Normita, por no estar cerca de ti mi amorcito. -
La joven haciendo una voz muy triste, le respondió:
-Bueno, ya veré que hacer, tengo como cuatro horas para estar sola, háblame cuando regreses a mi pueblo, te estaré esperando pantera, mi bizcochito es todo tuyo, por ahora, solo me masturbaré pensando en ti. -
-Gracias por pensar en mí, te hablaré muñequita, gracias por tu fotografía, nunca te olvidare Norma Vergara. -
-Hasta luego, recibe muchos besos Luis. -
Escuchó a Norma colgar el teléfono. Luis miraba hacia las ventanillas de su tractocamión, quería gritar de enojo, esa hermosa hembra estaba caliente y le pedía su garrote, y él
estaba a muchos kilómetros de distancia, sería bueno coger para relajarse, pero en Toluca, lo esperaban para dejar su carga, sí, estaba muy lejos de ese delicioso bizcochito santurron.....

Está historia continuará....
Gracias por seguirme.
Los invitó a leer mis novelas publicadas aquí en wattpad
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Soy Humberto David Arellano Vázquez. Aries.
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