𝑬𝒍 𝒈𝒆𝒏𝒌𝒂𝒏

315 25 5
                                    

Tatsumi se levantó temprano con el propósito de terminar sus pendientes en la investigación. Al parecer los asistentes que le fueron asignados no eran del todo eficientes como el anterior. Se sentó en el genkan para calzarse.

A esa hora de la mañana estaba odiando las agujetas de sus tenis y todo ser viviente, refunfuñaba mientras los ataba. Al otro lado de la puerta Morinaga lo veía embelesado, ignorando el mal genio y los cabellos mal peinados del objeto de sus deseos.

Ya estaba listo para andar juntos. Se sentó a lado de su senpai, escuchando sus quejas mientras terminaba de atar sus cordones. De pronto Tetsuhiro pensó que nunca tuvieron un beso de despedida.

Despacio se acercó más a Souichi, con una buena dosis de miedo pero de igual forma decidido a hacerlo.

-Y tengo que decirle a ese tal Ushiki que sus muestras fueron una tragedia...

Souichi seguía inmerso en ese soliloquio interminable cuando sintió unos dedos bajo su barbilla. Morinaga se perdió en la profundidad de su mirada de cristal, detrás de esas gafas descansaban esos ojos que tanto amaba.

-¿qué-qué pasa...?- dijo un tanto contrariado por la cercanía.

Su corazón se aceleró al ver que el rostro de Morinaga se acercaba al suyo. Cerró los ojos al sentir los labios del chico. No tuvo tiempo de oponer resistencia, simplemente su cuerpo reconoció esas caricias que instintivamente fueron fuente de satisfacción.

El corazón nunca falla al sentir amor de verdad.

Se olvidó de las agujetas y del trabajo pendiente. Morinaga tenía sus manos acariciando tiernamente las zonas sensibles del cuello y nuca de Souichi quien se atrevió a meter su lengua en la boca del otro.

Fue un beso con calma que los relajó a ambos, de esos inesperados y deseados al mismo tiempo. Morinaga se separó para ver el sonrojo del dueño de sus afectos. Aquel beso fue respondido y bien recibido.

-Que tengas buen día, Senpai- Le dijo sonriendo mientras salía de casa.

Y Souichi solo pudo sonrojarse más.

Y Souichi solo pudo sonrojarse más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miss Book

Entre ParéntesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora