—¿Qué tanto lees, Kanako?
Le preguntó su hermano mayor al notarla con la nariz pegada a las revistas adolescentes con información de dudosa procedencia.
La chiquilla se despegó de su lectura para mirar a su quisquilloso hermano.
—Este artículo dice que un buen porcentaje de la población piensa en una persona para conciliar el sueño. Lo usual es pensar en la persona amada o por quién se tiene interés.
Contestó muy seria la chica, como si aquel tema fuera tan importante como revelar la alquimia.
Tatsumi puso los ojos en blanco al escuchar aquella información.
—Eso es totalmente ridículo, Kanako.
—Por supuesto que no. De hecho, yo lo hago todo el tiempo.
—¿Qué?
Expresó arisco e irritado ante la patética confesión de su hermana.
—Por ejemplo, yo pienso en el chico que me gusta...
El rostro de la adolescentes se iluminó y una gran sonrisa se dibujó en sus mejillas.
—¡Oye, no estés pensando en cosas de novios, no estás en edad!
Kanako infló las mejillas mostrando su enojo y le enseñó la lengua como muestra de su ofensa.
—Tú como siempre no tienes sentimientos— la chica no pretendía dejar las cosas así tan fácil por lo que le lanzó una pregunta a su hermano — entonces dime, ¿en quién piensas antes de dormir? —
La chica le miró maliciosa y desafiante. Souichi sintió sus mejillas rojas, la imagen de una persona le vino a la mente, pero definitivamente no cedería con una respuesta embarazosa.
—Simple. Pienso en las cosas que tengo que por hacer al día siguiente, las ordeno en mi mente y caigo dormido— se cruzo de brazos a la altura del pecho mientras alzaba una ceja retadora a su hermana— No tengo tiempo para pensar en tonterías, como otras personas— dijo haciendo énfasis en su hermana.
—No lo dudo, a ti no te importa nada ni nadie, solo tu trabajo.
Ambos Tatsumi siguieron discutiendo sobre la veracidad del contenido de dicha revista con temática adolescente.
...
Se bañó.
Tomó un café.
Fumó un cigarrillo.
Trabajó por un rato.Cuando estuvo satisfecho con sus avances decidió que ya era buena hora para descansar.
Se acomodó entre las sábanas, consultó su móvil para ver si encontraba algún mensaje. Su bandeja estaba vacía, los chats no tenían notificación y su barra de estado estaba en orden.
Ese día no supo nada de él. Decidió dejarlo estar. Se quitó las gafas, apagó su lámpara de noche, acomodó su almohada y cerró los ojos.
Recordó una sonrisa dulce, unos labios siendo tiernos y unos brazos que le rodeaban con calidez. Incluso evocó el aroma de su piel.
—¡MALDITA SEA!
Expresó con claro enojo y vergüenza.
El artículo sí tenía la razón.
Miss Book
¿y tú en quién piensas antes de dormir?
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Entre Paréntesis
FanfictionRelatos cortos de aquello que no se ve y me gusta imaginar. Los personajes pertenecen a Hinako Takanaga.