Capítulo 14

3.7K 527 354
                                    

Hay que ser infiel, pero nunca desleal
—Gabriel García Márquez.

ALEC

Frunzo un poco el entrecejo al leer un de los informes que detallaron para mi. Hay bastantes cosas que faltan y una de las cosas que más me molesta es perder mi tiempo. Esto es una real basura, tendré que redactar un respuesta informando que faltan datos específicos, especificar los datos y esperar a que me entreguen un informe decente. Si fuese por eso, mejor me encargo hacerlo yo mismo.

—Incompetentes —murmuro.

Miro la hora en mi reloj y noto que faltan unos minutos para las once. Marco el número de mi secretaria, Andy. Ella contesta enseguida.

—Buenas noches, señor. ¿En qué puedo ayudarlo?

—Quiero que despidas al inútil que redactó el informe del proyecto Génesis en las colinas.

—Pero... —comienza dudosa—. Señor, quien redactó ese informe fue el ingeniero de...

—¿Te pregunté quien lo redactó? —interrumpo—. Te di una orden, cúmplela.

—Si, señor. ¿Qué pongo en su carta de despido?

—Que es un inútil —suspiro armándome de paciencia ya que sé que no puede escribir eso—. Detalló mal el informe, no solo este, revisé el origen y es el cuarto informe que le regreso porque tiene errores. Es un ingeniero, no un chico en practica. Si yo no hubiese notado esos errores el informe que redactó llegaría a manos de los inversionistas del proyecto Génesis. 

—Está bien, mañana le agendo una reunión con él.

—Imposible, mañana es la reunión con George Parker, el dueño del hotel en las vegas.

—Eso no está en su agenda, Señor.

—Lo sé, usaré mis horas de descanso para esa reunión, no tengo espacio en mi día para atender a un incompetente y anunciarle que está despedido, pásale el asunto a la secretaria del padre de Bruno o alguno de los señores Prada.

—Bien, ¿Puedo ayudarlo en algo más?

—Si, la reunión es por video conferencia, comunícate con la secretaria del señor Parker, yo solo hablé con él de manera informal por correo.

—No hay problema. ¿Algo más?

—Por el momento, no.

—Está bien Señor Belucci, que tenga buena noche.

—Igualmente —cuelgo.

—Te pusiste a hablar en la mejor parte —me regaña Allison.

Ambos estamos en el sofá. Ella está viendo una de sus películas románticas y yo estoy concentrado en mi laptop.

—Lo siento, debo trabajar.

—Alec, deberías tomarte un respiro, son las once de la noche, si sigues así te vas a convertir en un adicto al trabajo, bueno, creo que ya lo eres, pero te puedes enfermar.

Le sonrío. —Tranquila, es solo por ahora, hay muchos proyectos encima.

Ella va a contestar, pero escuchamos la puerta abrirse y ella enseguida sonríe.

—¡Amor! —corre a los brazos de Bruno.

Este deja caer su maletín al suelo y la atrapa en el aire para levantarla, blanqueo los ojos y me concentro en mi laptop escuchando sus besos. Supongo que no puedo quejarme, Isa a veces es igual.

Última Batalla de Roma | [Roma #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora