Última Batalla de Roma | [Roma #3]

Capítulo 17

Cuando un jugador pone bajo amenaza directa al rey del rival, lo deja en jaque. En esta circunstancia, el oponente debe realizar un movimiento que deje al rey a resguardo. Si no hay ningún lance posible que salve a su rey, sería un jaque mate y la partida llegaría a su final.

FRANCESCA

Manejo a toda velocidad a la base de la BSGI. ¿Por qué tan rápido?, me retrasé porque no pude dejar a Edan llorando ya que los niños notaron que iba a salir.

Les mentí y dije que saldría para comprar helado, eso le quitó el llanto por completo a Edan e incluso me pidió galletas, solo fueron cinco minutos perdidos, pero realmente yo no los siento así, para mi fueron minutos bien aprovechados porque nunca sé si será la última vez que los vea y no me perdonaría no darles un adiós.

Llega un punto en la carretera que me encuentro con Ludovico, reconozco su auto, él suele ser el más lento ya que no tiene un auto deportivo. Toco la bocina informándole que voy tras él, pero bajo la velocidad para ir a su ritmo, me tranquiliza saber que en teoría no voy tan tarde.

Al llegar nos estacionamos rápidamente y corremos hasta la entrada.

—¿Están en la sala de juntas? —pregunta Ludovico.

—Es lo más probable —trotamos hasta el lugar.

—¿Sabes algo? —inquiere.

—Nada, ¿tú?

—Menos —llegamos.

Él abre la puerta y me deja pasar. Enseguida veo a Sara, Fabbian y Mauro sentados alrededor de la mesa de juntas.

—¿Y Giovanni? —pregunta Ludovico.

—Está terminando de hablar con el director, enseguida viene —le contesta Fabbian.

—Pero nos llamó mediante la alarma, era una emergencia de tipo tres, si iba a estar hablando con el director pudo convocarnos por mensaje y ya. Estaba tomándome una sopa —se lamenta.

—A nadie le importa tu sopa, Ludovico —aspecto.

—Ya me di cuenta —Masculla.

Nos sentamos junto a los chicos a esperar.

—¿Qué creen que sea? —inquiere Sara.

—No lo sé, pero tiene que ver con Dimitri —respondo—. Y si está hablando con el director, no debe ser para nada bueno.

—¿Como estás tan segura? —me pregunta Fabbian.

—La incluyó a ella en la alerta —interviene Mauro mirando su teléfono—. Ella solo trabaja en el caso de Dimitri.

—Pero que hablador —se burla Ludovico.

—Idiota —intercedo—. Mauro —dirijo mi atención a él—. ¿Sabes algo?

Asiente. —Es mejor que Giovanni sea quien lo diga.

—No me jodas —interviene Sara—. Mauro, cariño, no necesitamos misterio en esto y aparte...

Guarda silencio ya que la puerta se abre. Todos nos ponemos de pie ya que Giovanni entra junto al director y le dedicamos un saludo militar.

—Buenas noches, soldados —saluda el vejete.

—Buenas noches, director —respondemos coordinadamente.

—Pueden tomar asiento —concede Giovanni.

—Gracias, capitán —le respondemos de la misma manera coordinada y obedecemos.

—Capitán Pratrignari —le habla el director a Giovanni—. Como jefe del escuadrón tres, usted cuenta con apoyo absoluto de mi parte, no olvide lo que hablamos. Alerte a su equipo y proceda a la brevedad.