Capítulo 11

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Raven recogió el guante ante la petición de Katherine de hablar de cualquier cosa, pues le servía para no pensar que no tardaría en estar cara a cara con su abuelo, al que no había vuelto a ver desde que tomó la decisión de exiliarse de la sociedad mágica antes de hacerse cargo de sus actos. Aunque eso no quería decir que dejaría pasar el tema, debían hablar de ese ataque de ansiedad, del que tuvo al despertar en el hospital y de los que pudiera tener en el futuro. Por lo que, esperaría a que se calmara y descansara, cosa que ella también necesitaba, necesidad que se había acentuado al tener que intervenir e impedir que Katherine sufriera una crisis. Situación que no le ayudaba en lo más mínimo de cara al enfrentamiento que tendría lugar ahora mismo, tenía cero ganas de ver a su abuelo, pero su madre le había dicho que era necesaria su presencia en la Sede del Consejo Supremo, por alguna cuestión que le era desconocida, y ya que les pillaba de paso pues le habían encargado la visita, así mataban dos pájaros de un tiro; y ella se ganaba un dolor de cabeza extra. No en vano después de ese encuentro tendría que continuar como si esa visita no le afectara en lo más mínimo, no podía permitirse bajar la guardia por lo que, después de esta parada la misión continuaba: encargarse de que Katherine llegara sana y salva a su comparecencia, ganándose su confianza en el camino, por si los miembros del Consejo decidían que debía intervenir en algún momento,- escenario que esperaba con todas sus fuerzas que no suceda- pero con su suerte nunca se sabe.

No obstante, la conversación no duró demasiado, resultaba evidente que no tenían nada de lo que hablar, o al menos ningún tema que no les supusiera colocarse en una situación incómoda. La princesa apenas había tenido la oportunidad de vivir una vida real, apenas había salido del manto de Los Cazadores durante su estancia con ellos; así que cualquier tema de conversación que pudiera sacar tendría relación con ellos, y no le apetecía en lo más mínimo. Por otra parte, Raven, no se encontraba en el mejor momento para hablar de sus gustos, costumbres, en resumen, nada de índole personal, pero tampoco estaba por la labor de hablar de su trabajo; por lo que, después de unos intentos que vistos desde fuera resultarían mucho más forzados de lo que ambas chicas pensaban, llegaron a la conclusión de que la mejor solución sería guardar silencio pero subiendo el volumen de la música. Así ninguna de las dos se vería arrastrada, por sus pensamientos, a lugares que no querían visitar en estos momentos.

Hecho eso pacto que ambas entendieron sin trasladarlos a palabras, Katherine miraba por la ventana otra vez, ajena a todo lo que la rodeaba, y sin atreverse a pensar en lo que estaba por venir, no tenía demasiada información sobre ello, cosa que en parte agradecía pero que a la misma vez la asustaba. No tenía que preocuparse de nada y eso era precisamente lo que la aterraba, porque mientras estaba con Los Cazadores la poca información que tenía había hecho que viviera una mentira, y ahora estaba en la misma situación, pero había un factor que la tranquilizaba, la voz que la había acompañado desde que comenzó a desarrollar su magia le decía que estaba a salvo, que al menos podía confiar en la chica que tenía al lado.

Después de dos horas por fin llegaron a su destino, era casi mediodía y el sol brillaba con fuerza en un cielo, completamente despejado, la entrada empedrada de la casa de Javier se abría paso entre los árboles de La Sierra, para luego serpentear hasta desaparecer entre la espesura de la vegetación. El camino estaba bastante desmejorado, se notaba que ya nadie lo cuidaba, algunas ramas dobladas por su propio peso lo atravesaban de un lado a otro, Raven no pensaba meter el coche por ese camino ni de coña, no tenía ganas de que se le rallara, y en el hipotético caso de que estuviera dispuesta a hacerlo algunas ramas habían caído impidiendo que cualquier vehículo pudiera pasar.

-Esto es muy perturbador. - Katherine rompió el silencio.

-No lo había notado. - ironizó Raven- Quédate aquí, voy a echar un vistazo, no salgas bajo ningún concepto.

TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora