Capítulo 25

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No habían intercambiado ni una palabra desde que Ana las había dejado en el hotel, subieron a la habitación y cada una se fue por su lado; sin necesidad de palabras entendieron que necesitaban espacio para procesar lo que había sucedido, Katherine debía poner en orden sus pensamientos, y sentimientos, no estaba acostumbrada a utilizar magia y cuando lo hacía luego se sentía extraña. Por otro lado, Raven intentaba recuperarse de la pérdida de control que le había causado el absorber la ansiedad de la princesa de Los Magos. Ambas estaban exhaustas, a duras penas se mantenían despiertas. Y si no fuera por las medidas de seguridad que habían implantado tendrían por delante unas horas complicadas; al menos la noche la pasarían sin correr peligro.

El cansancio era tal que no tardaron en ponerse el pijama y acostarse a dormir, Raven fue la primera en quedar fuera de juego, deseando acabar de una vez con esa noche infernal que la tendría tocada durante un tiempo. Por otro lado, Katherine no paraba de pensar en su magia, y en que necesitaba aprender a controlarla si quería ser capaz de protegerse, y no hacer daño a la gente que la rodeaba. Sin embargo, eso no iba a suceder en un futuro próximo; y con ese pensamiento que le causaba cierto terror, el no ser capaz de controlarse, cayó en los brazos de Morfeo, tras girarse sobre su costado derecho, y siendo el relajado rostro de Raven lo último que ve antes de quedar profundamente dormida.

Katherine caminaba bajo el manto de la noche por un callejón totalmente desierto, de no haber sido por la luz de las farolas le habría resultado imposible el avanzar. El suelo empedrado se veía castigado por el paso del tiempo, algunas piedras estaban sueltas, en algunos lugares directamente estaba el hueco vacío; la princesa estaba segura de que si metía por accidente un pie en uno de esos agujeros podría hacerse bastante daño. Así que intentaba avanzar con cuidado, mientras observaba su alrededor.

Se encontraba en un callejón estrecho, los edificios que lo flanqueaban eran altos, también de piedra, las ventanas que podía observar estaban prácticamente todas cerradas, salvo algunas en las que creía apreciar una rendija abierta, pero no sería capaz de afirmarlo, el interior de todas estaban totalmente a oscuras. Pero, que el interior de los domicilios estuviera apagado no quería decir que las personas de su interior durmieran, pues desde dentro de las casas se escuchaban algún que otro grito asustado, unos murmullos en diferentes tonos. Y eso estaba empezando a extrañar a la joven que paseaba sin entender nada; una parte quería pararse, acercarse a una de las ventanas que no tenían las contraventanas totalmente cerradas y preguntar, preguntar qué dónde estaba, preguntar por qué todo el mundo estaba encerrado... Pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo, antes de darse cuenta ya había llegado al final del callejón, el cual daba a lo que parecía ser una de las principales vías del pueblo en el que se encontraba; esta calle era amplia, la iluminación era más intensa, y a cada lado de las aceras se podían ver lo que parecían ser escaparates de tiendas.

Se internó en la arteria principal, que también estaba desierta, y comenzó a caminar calle arriba, dejando atrás el murmullo que la había acompañado mientras atravesaba el estrecho callejón. Agradeció internamente el silencio que nacía al alejarse cada vez más de esa callejuela, había algo en esos susurros que la ponían nerviosa. Y no en el buen sentido. Buscó con la mirada algo que la ayudara a situarse, conocer la calle, algún nombre en la puerta de algún local... cualquier cosa que sirviera para ubicarse, pero no había nada de eso; al menos que ella lo pudiera verlo.

La joven avanzó un par de metros más y llegó a una bifurcación, miró en todas las direcciones tratando de averiguar cuál era la mejor opción, pero al igual que la búsqueda de algún punto de referencia, su intento cayó en saco roto. Sin embargo, algo en su interior hizo que tomase el camino de la izquierda, así que, sin titubear siguió el camino que su instinto le indicaba; y no tardó demasiado en ver como al final de la calle se alzaba un pequeño puente.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2022 ⏰

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