Paige Kiptniz.
— Obtuvimos una buena nota —sonrie felizmente.
— Felicidades Estef —le respondo—. ¿Piensas ir a celebrar con Marco?
— No lo menciones que aún estoy aceleranda. Cuando la maestra dijo nuestra nota el me abrazo y te juro que casi gritó de la emoción —chilla.
— Vale, tendrás el fin de semana para calmarte —rio.
Al fin era viernes, agradecida de que fuera viernes ya. Sentia mis semanas agotadoras.
Camino junto a Estef por los pasillos de la escuela para ir a la cafetería, pasar por nuestra comida y sentarnos en una mesa, siempre una junto a la otra dejando la banca de enfrente vacía.
Estef era una chica cariñosa y bastante positiva, siempre le buscaba un lado bueno a todo. Muy contraria a mi.
— ¿Qué harás esta fin de semana? —pregunta dando un mordisco a su sándwich.
— No lo sé —doy un sorbo a mi botella de agua natural—. ¿Tienes algo pensado?
— Podríamos pasar la tarde en tu casa haciendo nada. Yo no tengo pensado hacer nada, tu tampoco, entonces que mejor que hacer nada juntas —sonrie y lleva la botella de soda a su boca para dar un sorbo.
— Hola chicas —el rostro deslumbrante de Marco aparece frente a nosotras. Mi amiga casi escupe la soda al verlo.
— Marco —susurra algo nerviosa.
— ¿Qué tal Marco? —hablo.
La verdad Marco me agradaba, nunca se comportó mal conmigo ni se burló. De hecho, hasta los Buenos días me daba a veces.
— Todo bien —sonrie y se sienta en la banca vacía frente a nosotras—. Mañana en la noche haré una fiesta. Bueno, la hará mi hermano, pero puedo tener invitados yo también, algo para distraernos y quitar un rato la tensión debido a los trabajos finales —explica—. Quería saber si les gustaría ir.
Lo observo un momento.
No sé porqué algo me daba la sensación que quería invitar a Estef y se sentía obligado al invitarme a mi por ser su amiga.
— Marco, si quieres invitar a Estef, no te sientas en la obligación de invitarme a mi —hablo—. Solo dicelo, no me molesta —él niega.
— No pienses eso Paige, quiero invitarlas a ambas —asegura—. Así las dos se divierten un rato —suena sincero—. A mi no me importa lo que digan de ti por los pasillos, Paige. No nos conocemos mucho, pero se que esos rumores tontos no te definen.
Si, me dejo boquiabierta.
— ¿Entonces? ¿Aceptan? —pregunta Marco viéndonos a ambas.
Estef gira su rostro a mi con una sonrisa, yo la veo y no puedo evitar sonreír.
— Esta bien —acepto regresando mi vista a Marco.
— Si, iremos —confirma Estef feliz.
— Genial —Marco sonrie—. Andy estará contento al saber que aceptaste.
— ¿Qué? —mi rostro es de confusión.
— Las espero mañana en mi casa —se pone de pie, saca un papel de su bolsillo y lo desliza por la mesa hacía nosotras—. Esta es la dirección.
— Gracias —Estef estira su mano para tomar el papel y la aleja rápido cuando Marco roza la suya con la de ella.
— Nos vemos luego, chicas —se despide.
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Al final de la noche
Teen Fiction-Eres preciosa, Paige -con su mano toma un mechón de mi cabello y lo pone detrás de mi oreja-. Tan preciosa y rota a la vez -lo observo sin entender lo último. -¿A que te refieres? -Has pasado por tanto dolor, tanta perdida, pero eres tan fuerte qu...