Capítulo 8

76 11 7
                                    


Andy Beck.

— ¿A quienes has invitado? —le pregunto a Marco mientras estoy sentado en su cama viendo como peina su cabello con sus dedos frente al espejo.

— Solo a unos cuantos amigos de clases, otros del equipo, a Estefanía y a Paige, como me pediste —sonrie viéndome través del espejo—. No te preocupes, no soy tan bobo como para invitar a Meghan, Trevor o alguno de su grupo.

Eso me deja algo calmado.

Tener a Trevor cerca luego de lo sucedido la otra tarde no era buena idea.

— ¿Marco, que pretendes con esa chica? —él sabe que me refiero a la amiga de Paige.

— No entiendo a que te refieres —doy un suspiro.

— A esa chica le gustas, piensa bien las cosas, no juegues. Estoy seguro que si haces algo que la dañe de alguna forma, Paige se encargara de darte una paliza.

Termina de arreglar su cabello, deja salir aire por su boca y se gira para verme.

— No pienso jugar con ella —asegura—. Es una chica agradable y también me gusta. Lo que menos quiero es hacer algo que dañe a la chica que me gusta.

Ya somos dos mi querido amigo...

— Y cambiando de tema... —Marco sonrie con diversión.

— ¿Qué? —arqueo una ceja.

— ¿Qué pasa con Paige?  Y no puedes decirme que nada. ¿Acaso Pandy vuelve? —mueve sus cejas de manera juguetona.

— ¿Pandy? —hago una mueca.

— Si, Pandy. Es lo que tu y ella forman. Sus nombres son algo complicados como para unirlos.

Niego un par de veces. Marco a veces podía ser como un niño.

— Como sea —él continua—. ¿Por qué te retienes tanto Andy?

— Yo no...

— Calla —hago un gesto y continúa—. Ya paso un año, Paige cambio ¿que te detiene? O al menos queden como amigos. Ella cuida de tu hermano, que mejor que tener una buena y sana relación de convivencia. Quien sabe y luego se de algo —de nuevo mueve sus cejas divertidamene.

— No —niego—. Marco, yo confíe en ella y ve lo que pasó.

— Si pero ya paso y... —lo interrumpo.

— Además, ella aquello lo vio como un juego, eso deja muchas cosas que pensar. Paige ahora se centra en sus estudios, pero sigue siendo aquella chica que no se compromete a nada.

Y me frutrataba tanto eso.

Se que eramos adolescentes al iniciar quella relación, pero por favor, no había pasado mucho. Yo tomé enserio aquello, pero lo que hizo Paige y con ese idiota... me dejaba claro muchas cosas.

Marco solo me observa y ya no dice nada, sabe que no serviría de mucho.

Ambos salimos de su habitación y bajamos para encontrarnos ya con varias personas, algunas hablando, bebiendo y otras bailando en la pista improvisada. La casa de Marco era bastante grande, eso era de aprovecharse. La música suena al volumen justo, las personas la pasan bien y no se porque siento que puede llegar a ser una buena noche.

Nos detenemos frente a una mesa donde hay variedad de vasos con diferentes bebidas y al lado está Derek, el hermano de Marco y Molly, su novia.

— Espero no hayas invitado a ningún tonto —le dice Derek a Marco.

Al final de la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora