Capítulo 1

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Paige Kiptniz.

Camino por los pasillos del instituto rumbo a mi casillero, al llegar notó que en la puerta hay pegada una hoja y en esta hay un dibujo de un zorro con un moño rosa con mi nombre abajo. Ya me había acostumbrado a esas bromas de mal gusto, aunque debo admitir que el dibujo les quedó bien. 

Abro el casillero, meto los libros que no necesito y guardo en mi mochila solo los que me servirán para hacer la tarea. Al cerrar mi casillero, aparece el rostro muy sonriente de Estefania Cross, mi mejor amiga.

—¡Te tengo una noticia increíble! —me dice con su sonrisa a más no poder, admito que me encantaba verla feliz.

—¿Qué esperas? Dime la noticia —le ánimo.

—La profesora de historia nos dejó un proyecto —yo la veo confundida, historia no es de las materias favoritas de Estef.

—Ok... si eso te tiene así de feliz... —dejo de hablar porque ella me interrumpe.

—Déjame terminar —le hago un gesto y ella continúa—, el proyecto es en parejas, la profesora organizo las parejas y... —ve a los lados observando que nadie la vea— me toco con Marco —chilla de la emoción—. Quedamos en que esta tarde llegaría a mi casa para empezar.

Marco Breera el chico que le gustaba a Estef, era una persona agradable que formaba parte del equipo de fútbol del instituto.

—¡Está es tu gran oportunidad! —le sonrió—. Podrás hablar con él sin que nada los moleste.

Estefanía me daba algo de ternura, era una persona que muestra sus emociones en su rostro, podía leerla fácilmente. Cuando por algún motivo cruzaba palabra con Marco, se ponía muy nerviosa, decía cosas sin sentido y su rostro parecía tomatito.

— Espera —su expresión de felicidad cambia—, no pensé las cosas bien, él estará esta tarde en mi casa —su rostro la muestra afligida—. No podré con eso, no sabré que decir o hacer... creo que mejor le cancelo y me encargo  yo del proyecto y....

— Estefanía —la hago parar—, deja de pensar eso, solo serán dos personas trabajando juntos en una tarea. Relájate, todo estará bien —la veo tranquilizarse un poco.

—Si, tienes razón. Solo somos dos personas normales haciendo tarea juntos, a pesar de que el parezca un Dios griego.

— Mira que la historia de Jude y Adrik empezó por una tarea, quien sabe y así empiece tu historia con Marco. Solo no compres ninguna varita de incienso y todo estará bien —ambas reímos ante mi referencia al libro y juntas caminamos para salir del instituto.

Luego de despedirme de Estef y caminar en la dirección contraria que ella, llegó a mi casa y quitó mi uniforme de la escuela para ponerme el de mi trabajo, ató mi cabello en una cola alta y ya lista salgo nuevamente de la casa para ir a la heladería donde trabajaba. Era un lugar muy acogedor, sus paredes eran de colores pastel, con decoraciones de los 80s y música de fondo con el mismo tema.

Empiezo con mi turno, atiendo las mesas redondas que se encuentran en el lugar, limpio el desastre de algunos niños y así. Al llegar mi descanso lo aprovecho para almorzar y luego seguir. Llegada mi hora de salida que era las 15:30 horas, tomo mis cosas y salgo del lugar. Camino de nuevo a casa y me pongo algo más cómodo, tomo uno de los libros que debo leer para el instituto y salgo de la casa rumbo a la casa de los Beck, donde trabajaba de niñera de 16:00 a 18:00 horas.

Debido a mi situación económica, debía trabajar también para ayudarle a mi hermana ya que ella era la que se hacia cargo de mi.

Al llegar a la casa (la cual no quedaba tan lejos de la mía) toco el timbre y espero unos segundos, la puerta se abre y veo a Luca, el pequeño de los hermanos, al verme sonríe y me deja pasar.

Al final de la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora