Paige Kiptniz.
— Ambos se ven muy felices —comenta Marco con su rostro entre los asientos—, tanto que me asustan.
Suelto una pequeña risa, negando con la cabeza. Ya íbamos a la escuela en el auto de Andy, la verdad me había despertado feliz, Luna volvió a notarlo pero no le di tiempo a preguntar.
— Oye —Marco sacude el brazo de Andy—, cruza ahí, ya le dije a Estef que pasaremos por ella.
Andy asiente y cruza donde Marco le indica. Tenía curiosidad de que pasaba con esos dos, a Estef se le veía muy ilusionada cada vez que estaba cerca de Marco y Marco se le veía cómodo con ella. Aunque también sabía muy bien que Marco en ocasiones no buscaba nada serio.
Desabrocho mi cinturón y giro en mi asiento para ver al castaño de atrás.
— Sólo te quiero advertir algo —señalo a Marco quien me veía con atención. Andy sonríe, divertido viendo al frente—. Si llegas a lastimar de alguna forma a Estef, haré que te arrepientas —amenazo—. Estef es una buena chica y no se merece que nadie juegue con ella.
— Paige, no pretendo jugar con ella —asegura Marco, tranquilo—. No le haré daño, créeme —me muestra su característica sonrisa.
— Se que no esta jugando —habla Andy—. No te preocupes, conejita.
— ¿Conejita? —Marco arquea una ceja—. ¿Ahora nos llamaremos por apodos?
— Tú calla —Andy lo ve por el retrovisor—. Solo yo le digo así.
— Claro que no —me defiendo—. Ya te dije que no me llames así, Andrew.
— Uhh —Marco rie.
Pasamos por Estef quien se esforzó por no mostrar sus nervios al ir al lado de Marco quien le hacía bromas. Al menos me tranquilizaba el saber que Marco no quería jugar con ella.
Llegamos a la escuela y los cuatro bajamos para entrar, sintiendo todas las miradas en mi. Esto llegaba a ser horrible.
Los rumores ya no eran en base sólo a mi, al menos. Ahora también iban a que dentro de poco acabarían las clases y eso quería decir que se acercaba el baile de graduación. Lo único que me emocionaba de eso, es de que por fin dejaría esta escuela.
— Nos veremos en la cafetería, nena —Marco deja un beso en la mejilla de Estef, quien toma un color carmesí.
— Adiós, nena —Andy remarca la última palabra. Se inclina a mi dejando un beso en mis labios, me guiña un ojo y se va con Marco.
Volteó hacia Estef con una sonrisa y ella tiene una sonrisa más grandes que sus pómulos se redondean. Suelta un chillido emocionada que me hace dar un saltito.
— Marco tenia razón ¡Pandy vuelve! —sonrie emocionada—. ¡Vuelven a ser novios! —feliz levanta sus brazos en celebración.
— Shh —bajo sus brazos—. Yo no diría novios —rasco mi brazo—. No es como que alguno lo haya dicho, solo se está dando.
— Cuando dos personas se quieren, no necesitan una etiqueta al estar juntas. Así como tú y Andy no necesitan una.
Estef tenía razón, para lo que teníamos Andy y yo no era necesaria una etiqueta.
Mi amiga engancha su brazo al mío para partir juntas a nuestro salón a recibir nuestra primera clase. Ya los profesores empezaban a dar guías de estudio para los exámenes y también nos daban consejos para elegir una buena universidad. Luego de las primeras clases, voy con Estef a la cafetería para ir a la mesa donde ya esta sentado Andy y Marco. Ambos chicos estaban sentados en el banquillo de enfrente dejando el otro libre, eso me agrado ya que siempre me siento junto a Estef.
ESTÁS LEYENDO
Al final de la noche
Teen Fiction-Eres preciosa, Paige -con su mano toma un mechón de mi cabello y lo pone detrás de mi oreja-. Tan preciosa y rota a la vez -lo observo sin entender lo último. -¿A que te refieres? -Has pasado por tanto dolor, tanta perdida, pero eres tan fuerte qu...