Paige Kiptniz.
Andy seguía exaltado y Trevor lo seguía tentando con su mirada burlona. Si se agarraban a golpes aquí, de seguro estaría despedida. Aparte una flacucha como yo no lograría separar a estas dos bestias, era más probable que por intentar perdiera un ojo.
— ¿Qué está pasando aquí? —escucho la voz de mi jefe. Bendita voz salvadora—. ¡Kiptniz! —volteo para ver al hombre y este hace una mueca de horror al ver a Trevor chorrear sangre por la boca—. ¡Pero esta manchando mi piso! —se queja.
— Señor Fitman —pensando en que decir, Meghan se adelanta.
— Su empleada buena para nada, hizo un escándalo para que este tipo le pegara a mi novio —acusa con voz chillona.
— Por favor salir afuera y hablaremos —le dice el señor Fitman mientras los guía a la salida—. Kiptniz por favor limpiar eso y luego a mi oficina —sale del lugar.
Doy un suspiro y giro hacia Andy quien tiene su vista en la puerta por donde han salido. Veo sus manos y siguen en puños. Me atrevo a tomar una de sus manos para abrirla y relajarla, observo sus nudillos y están un poco rojos.
Vaya golpe que le dio.
Se lo tenía merecido.
— ¿Te duele? —le pregunto aún inspeccionando su mano. Él niega, pero su expresión no cambia—. Andy, lo que sea que pase por tu mente, hazlo a un lado. Luca está aquí —le recuerdo y al fin lleva su vista a mi—. Ve a casa con él, tomas una ducha y te relajas. No actúes por impulso.
— Tendrás problemas con tu jefe, tendré que hablar con él —niego.
— Yo me encargaré de eso, tú solo ve a casa con Luca. Sal por la puerta de atrás.
Andy lo piensa unos segundos, pero finalmente se gira para regresar a la mesa con Luca.
Me encargo de limpiar el pequeño desastre del suelo y agradecí el que no me haya costado tanto. Al terminar, lavo mis manos y me dirijo a la oficina del señor Fitman a esperarlo, pasados unos minutos él entra y se sienta detrás su escritorio.
— Bien, Paige —pone sus codos en el escritorios juntando sus manos—, dime que ha pasado.
Le conté todo tal y como fue, no dijo nada. Estaba algo dudosa, ya que no sabia que habían dicho Meghan y Trevor afuera. Seguro que una gran mentira.
— Luego apareció usted y se calmaron —finalizo—. Señor Fitman, se que de parte de ella ha recibido muchas quejas mías, pero le juro que no son verdad. Siempre llevo las situaciones como usted me dice: con cortesía y firmeza. No se que le habrá dicho Meghan, pero es mentira —digo todo rápido.
— Lo sé, Paige.
— Y no sabe cuanto valoro este trabajo, de verdad no quiero que... —me callo al prestar atención a lo que dijo—. ¿Qué?
— Antes de entrar, hable con una persona de las que observo todo, me dijo tal y como fueron las cosas. Eres una buena chica, lo sé. Y reaccionas te como cualquier persona lo haría ante lo que dijo aquella chica.
— Eso quiere decir que...
— No estás despedida —el alivio inunda mi cuerpo. Este trabajo era importante para mi ya que aportaba a mi casa y ayudaba a Luna—, pero si algo así vuelve a pasar o ellos vuelven a venir, me avisas ¿entendido?
— Si —asiento—, se lo prometo.
— Bien —ve su reloj de mano—, tu turno acabó. Ve por tus cosas y a casa, nos veremos el lunes —me levanto de la silla.
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Al final de la noche
Teen Fiction-Eres preciosa, Paige -con su mano toma un mechón de mi cabello y lo pone detrás de mi oreja-. Tan preciosa y rota a la vez -lo observo sin entender lo último. -¿A que te refieres? -Has pasado por tanto dolor, tanta perdida, pero eres tan fuerte qu...