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Los personajes de la época de los merodeadores pertenecen a J.K. Rowling solo unos pocos son de mi imaginación.
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Ya habían pasado las vacaciones y era momento de volver a la estación de Tren Para poder regresar a Hogwarts, James sentía Vergüenza Pues el volvería con su Hijo y sentía que todos se burlarían de él por ser padre soltero.

Pero Remus le Decía que nada de la opinión de la gente importaba siempre y Cuando tuviera la aprobación Positiva y el amor de su Hijo. James supuso que quizá tenía razón, no necesitaba la opinión de las personas si tenía la de su bebé y sus amigos, que los demás se Jod*eran.

En el Tren no se hablaba de otra cosa más que en el Bebé que James Potter llevaba en Brazos, el azabache logró ignorarlos lo más posible aunque su instinto de Padre le hacía querer golpear a todo aquel que hablara de su Hijo. Y su humor no mejoraba con sus amigos pasando al Niño de uno a otro, Se daba cuenta de que se estaba volviendo muy sobre protector y que debía calmarse, confiar en sus amigos.

Al llegar al castillo los murmullos no pararon, incluso Sirius tuvo que gritarle a un grupo de Gryffindors que los señalaban sin Disimulo alguno. En la cena las cosas iban peor las amigas de Evans le pedían ver al Niño pues al ser amigas de la madre son las tías, pero cuando el azabache se negó estas empezaron a soltar insultos en su contra. James las ignoro y empezó a hablar con sus amigos, Frank Longbottom se sentó a su lado para ver al niño y Potter como buen amigo se lo pasó bajo la mirada indignada de las chicas.

James sabía que había sido muy grosero con ellas, pero Si Evans decidió Renunciar a su maternidad y las chicas dejaron que al ser amigas de la madre tenían derecho. Al momento que Evans rechazo al Niño, ellas perdieron su papel de Tías con su Bebé si querían pelear tendrían que hacerlo con la pelirroja porque James no les dejaría tocar a su Niño, primero le tendrían que lanzar un Cruciatus.

Al llegar a su habitación James se lanzó en su cama Muerto de sueño, cuando se dio cuenta que era más grande que las demás camas de sus amigos.

-Supongo que es para que El Niño pueda dormir contigo y así no lo mates en la noche cuando te muevas- Dijo Remus pasándole el biberón a Peter quien llevaba al niño en brazos en ese momento.

James asintio y se levantó buscó en su baúl la pijama del bebé y esperó un rato a que Peter quisiera soltárselo para poder cambiarlo, Peleo por una hora con Sirius quien quería dormir con El Niño hasta que terminó accediendo y así James durmió en la cama del Black y el mayor del cuarteto durmió con el bebé en la cama más grande.

-Recuerda que las almohadas a las orillas es por si El Niño se mueve no se caiga de la cama- Le recordó Remus a Sirius cuando este le pregunto para que ponía las almohadas en la esquina donde una el bebé.

Remus iba a decirle algo a James sobre El Niño pero cuando volteó a verlo, el Potter ya estaba bien Dormido que aunque Sirius le lanzó una almohada para que escuchara al castaño el de cabellos indomables no se movió Ni tantito. Remus suspiró derrotado y se metió en su cama luego de lanzarle una última mirada a Sirius, quien golpeaba levemente el pecho del Bebé así como mamá Euphemia le había enseñado para ayudar al niño a dormir.

Y luego, Se pasaron toda la noche en vela los Cuatro. Cuando El Niño empezó a llorar a eso de las dos de la mañana, Peter Hacia el Biberón mientras James le cambiaba el pañal, Remus y Sirius le cantaban una canción de cuna para ver si eso funcionaba. Por eso de las 4 de la mañana los cuatro estaban hachados en la cama de Potter bien dormidos, con El Niño boca abajo en el pecho de su padre igual más dormido que despierto.

Aprendiendo a ser padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora