Aprendiendo a ser padre

06

Los personajes de la época de los merodeadores pertenecen a J.K. Rowling solo unos pocos son de mi imaginación.
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La semana ya había acabado, solo faltaba una más para más vacaciones y los merodeadores se encontraban en el patio del colegio mirando como el pequeño Harry hacia magia accidental, les sorprendió mucho porque se suponía que no debería hacer magia aún pues era muy pequeño. James les había escrito a sus padres contándoles la exelente noticia de la magia accidental de su bebé, en esos momentos descubrieron que el niño era capas de desaparecer y aparecer.

Lo cual era extraño porque en los terrenos de Hogwarts no se podía hacer eso, era parte de la seguridad del colegio. Pero Harry podía hacerlo lo cual según la señora Potter lo hacía un mago poderoso, que es capas de pasar las barreras de seguridad. Harry Desaparecia de con Remus para aprender con Peter, luego con Sirius y al final James varias veces, cada vez se alejaban más pues el niño llegaba más lejos y tenía la costumbre de aparecer unos pocos metros del suelo, a si que debían ser rápidos para poder agarrarlo a tiempo.

En una de sus desapariciones los cuatro se quedaron viendo a los alrededores mientras caminaban en circulos, Harry aún no se aprecia y eso los estaba asustando pues solo significaba que había aparecido más lejos y si no lo encontraban podría lastimarse o algo peor. Decidieron separarse para poder buscarlo, James se quedaría dónde mismo y daria cuentas por hay sin alejarse mucho por si reaparecía en el mismo lugar.

Peter iría al gran comedor y cerca de él por si el niño se aparecía hay, Remus por su parte se acercó al lago negro y camino al rededor por si acaso, Y Sirius Caminaba por el castillo con rápides, a él le había tocado cubrir más terreno pero no le importaba. habían quedado que su el niño no aparecía en 10 minutos en los lugares que les había tocado a los otros tres, ellos entrarían al castillo y ayudarían a Sirius a recorrer el lugar.

Por otro lado Caminando hacia las mazmorras completamente solo, se encontraba Severus Snape el mayor enemigo escolar de los merodeadores. El se alegraba de la llegada del mocoso de Potter pues desde que el Gryffindor se volvió padre ya no le gustaban bromas pues todo el tiempo que usaban para eso ahora lo gastaban en el cuidado del niño. Severus suspiro disfrutando de sus momentos de paz mientras se acercaba a su sala común, sabía que en cuanto entrara dejaría de ternera esa pequeña paz.

No tenía amigos den Hogwarts, literalmente todos lo odiaban y solo lo utilizaban para que les pasará los deberes. En Slytherin la cosa no era diferente, pues nadie lo quería por ser un mestizo y haber Sido amigo de una "Sangre Sucia". No es que le importara ya estaba acostumbrado a los malos tratos desde que tiene memoria, pero se volvías estresante el tener que estar en vigilancia constante pus todos acostumbraban a atacarlo por la espalda.

Su nube de pensamientos se vio interrupida por el llanto de un bebé, miro al rededor y no encontró nada pensó que tal vez se estaba volviendo loco y había empezado a alucinar sonidos. Pero el llanto volvió a escucharse, Severus no sabía si era su mente o si alguien se estaba burlando de el. Y Bueno su respuesta llegó antes de lo esperado, al mirar arriba encontró la fuente de su sonido que obviamente no era una alucinación suya.

Colgado de una estatua por la camiseta que se había enganchado en algo puntiagudo estaba un bebé de unos cuantos meses, lloraba y lo miraba con ojos suplicantes... Severus perdió el aliento, al ver una vez más esos Ojos Verdes que pertenecian a su ex-mejor amiga, pero estos ojos eran más brillantes reflejaban curiosidad e inocencia. Severus alzo su varita y con un hechizo hizo que la ropa del niño se desprendiera de dónde estaba agarrada, aún flotando el menor se mantuvo frente a el mirándolo con esos enormes ojos verdes.

Severus lo agarro en brazos y lo miro, el niño puso sus manitas en sus mejillas y empezó a reír. El pocionista frunció el ceño preguntándose qué era tan gracioso para que el mocoso se riera, Severus pensó que era mejor buscar a Potter pues no podía entrar a su sala común con el menor, Le traería muchos sms problemas y mas contactando que a sus compañeros de casa no les agradan los Merodeadores podrían desquitarse con el niño... Aunque sabía que el también sería capaz, pero no era tan maldito como para hacer sufrir a un bebé, tal vez cuando el niño fuera más grande así no se sentiría tan culpable.

Camino por los pasillos y subió escaleras buscando al cuarteto de imbéciles pero estos no aparecían por ningún lado, Severus se canso de caminar y como fue a buscar a los merodeadores a la torre de Astronomía, decidió sentarse a descansar un rato se recargo en la pared y flexionó las rodillas poniendo al niño en ellas. Saco una tableta de Chocolate que tenía aguardar desde el día anterior y empezó a comerla, Pensando en que a su edad Severus ya comía chocolate decidió darle un pequeño pedazo al niño. Si a él no le había hecho nada al pequeño tampoco le pasaría nada ¿Cierto?.

No es que fuera un experto con los niños, tenía un niño después de todo... Bueno no era suyo era de su amigo Lucius pero seguía siendo su Ahijado y tenía un poquito de experiencia en tratar con niños. Su madre tenía amigas que tenían hijos menores que el y cuando Tobías no estaba ellos iban a visitarlos, Severus cuidaba a los menores mientras las mujeres hablaban. El quería que su madre pudiera tener un tiempo de tranquilidad y ser una mujer normal, de esas vecinas que les encanta escuchar rumores y ponerse al día con los nuevos chismes.

Sin darse cuenta Severus perdió una hora haciendo reír al niño y comiendo chocolate con el, pensaba que tal vez Potter debía estar histérico al no poder encontrarlo y que si lo veía a él con el niño lo culparía de raptarlo. Pero no le importaba en esa Hora el niño le había caído muy bien, adoraba al pequeño Potter y obviamente eso no lo diría en voz alta. Pero sabía también que se estaba adelantando mucho, apenas había pasado más de 40 Minutos con el niño sin intentar lanzarlo de la torre por estresarlo.