•El teléfono desconocido•
Capítulo 3.
Alessia Pellicer.
Tuve una noche buena la verdad, no porque me haya ido por ahí, sino porque dormí toda la noche, y, la verdad eso lo considero como un logro. La verdad es que hace muchas noches que no estado durmiendo bien, pero anoche dormí genial.
Terminé de alistarme, me tomé un vaso de agua y me apresuré hacia la puerta principal.
Tenía pensado ir al centro comercial, pero pensándolo bien, decidí ir al parque, sí, algo bastante diferente al centro comercial, pero me apetecía tomar un poco de aire.
Esta vez, me he puesto unos shorts de una tela bastante fresca, un top blanco bastante elegante, mis tacones de punta semi gruesa y mis accesorios de siempre. Mis ondas color avellana caen perfectamente por mis hombrs. Tengo suerte de estar en París, ya que la gente de aquí acostumbra usar ropa elegante un día corriente.
Cuando salí a la calle, me di cuenta lo mucho que me hacía falta un coche. Me urgía comprar uno.
Empecé a caminar hacia el parque más cercano, que claramente no me acordaba en dónde era.
Me coloqué mi cabello hacia atrás y me coloqué los lentes de sol con elegancia.
Al llegar al parque, me senté en una de las bancas que encontré.
Es muy extraño venir aquí sola, generalmente iba a parques con mi madre y mi hermana pequeña, joder, como nos divertimos siempre, ¿Lo extraño? Sí, completamente.
Debería buscarme algún psicólogo por aquí, ya que me diagnosticaron depresión, pero una leve, porque esa depresión no me impide hacer cosas cotidianas, pero si otras cosas.
Mi psicóloga anterior era la mejor, me llevaba muy bien con ella, pero si quería empezar de cero, no tenía que relacionarme con los que lo hacía antes, lastimosamente, hay gente que si me da mucha pena dejar de ver.
Me giré un poco en mi asiento y me sorprendí al ver un teléfono tirado, especialmente un iphone 12.
¿Quién perdería un teléfono celular tan caro?
Claramente, si tiene para comprar un iphone 12 tiene para comprarse otro, pero de igual forma, debe de estar lamentando el hecho de perder cosas.
Cogi el telefono y lo encendí. Con la intención de devolverlo a su dueño.
Supuse que tendría contraseña pero, al intentar desbloquearlo, me llevé la sorpresa de que no tenía contraseña.
Lo abrí, e inmediatamente entré a su WhatsApp y me fijé a que contacto mandarle un mensaje, pero solo tenía dos contactos, que cosa rara.
El primero decía "empresa de cortinas" lo que me pareció raro y el otro decía "Alexander", bueno, lo más lógico es mandarle con mensaje a ese tal Alexander.
Escribí en su chat, el cual estaba completamente vacío.
**Hola, buenos días, se que puede sonar raro, pero he encontrado este teléfono celular en un parque tirado y estoy intentando contactar con el dueño. Usted es el único contacto que tiene, espero sepa entender y me diga donde encontrar al dueño, gracias.
Claramente el chico no me contestó, pero dejé que pasara un tiempo.
Estuve unos 10 minutos más en el parque y luego me fui a mi casa, esperando a que el chico o señor me contestase.
Me di una ducha y me quedé en ropa cómoda para estar en casa, y cuando me fui a sentar a tomar una copa de vino en mi sofá, me llegó el mensaje que tanto esperaba.
ESTÁS LEYENDO
¿Y si te digo que sí?
RomanceAlessia Pellicer, tras un evento traumático decide viajar a París, su ciudad natal, sin avisar a nadie. Un día, Alessia, decide salir a dar un paseo por el parque de su ciudad. Ella cree que su día va a ser como los demás, aburridos, grises y solita...