•El encuentro•
Capítulo 16.
Alessia Pellicer.
Joder, joder, joder. Eros estaba detrás de la puerta, y Alexander estaba sentado en mi sofá.
Miré a Alexander en busca de ayuda, pero lo único que conseguí fue una sonrisa ladeada de su parte. Joder, sí que podía ser gilipollas cuando quería.
No tuve otra opción y abrí la puerta. Al momento que la abrí, Eros me sujetó de la cintura y tiró de mi hasta juntar sus labios con los míos.
Intenté salir de sus brazos, pero su agarre era muy fuerte.
Se puso peor cuando me metió la lengua hasta la garganta. Fue ahí cundo tuve que parar.
Me separé de él. Avergonzada, me giré hacia Alex, lo vi un poco tenso, pero intentaba verse normal.
Hubo un momento de silencio en el que nadie sabía que decir. Eros miraba con enojo a Alex, mientras que Alex visualizaba todo con una expresión vacía.
Me aclaré la garganta.
—Eros. Él es Alexander. Un amigo.
Se giró hacia Alex y le sonrió falsamente.
Alex se dio cuenta de todo.
—Bueno, creo que me voy. Después resolveremos lo del celular—Dijo Alex levantándose de su asiento.
Lo miré un poco avergonzada, joder.
Vino hacia mí, y me dio un pequeño apretón en el hombro. Me giré y le murmuré un "lo siento" sin que Eros se diera cuenta.
Cerró la puerta y me giré hacia Eros—Él cual seguía con sus manos en mi cintura— estaba muy enojada.
—Eros, no puedes venir a mi casa sin avisar, y menos besarme sin mi consentimiento.
Eros me soltó un poco desconcertado.
—¿Qué pasa? ¿Es por el chico ese? ¿Te gusta?
Pestañeé dos veces.
—¿Perdón? Eros, no tiene nada que ver con ese chico, y si lo fuera, no sería tu problema.
No pudo contener una mueca de enojo.
—Entonces si es por ese chico. Dime, Te gusta ¿No es cierto?
—¡Por Dios! Eros, Alex no tiene nada que ver, simplemente me molestó el hecho que me hayas besado sin mi consentimiento, como si fuéramos pareja de toda la vida. Entiende.
—Así que se llama Alex y no Asher.
¿Lo conocía?
Claro, el día de la firma, nos lo encontramos fuera.
Era cierto, pero no importaba, me estaba sacando de quicio.
—Por favor, entiende, solo me molestó que hayas venido sin avisar y me hayas besado sin mi consentimiento. Si me hubieses siquiera avisado, estaríamos teniendo otra conversación.
Se enojó aún más, pero miró hacia la pared y fue hacia ella.
Corrí hacia a él, sabía perfectamente que quería hacer.
—¡Ni se te ocurra golpear la pared!—Le grité, pero si siquiera me miró—¿¡Me oyes!?
Lo vi frenarse, se calmó y respiró profundamente.
Se giró hacia mí y contempló todo, de repente, su expresión se volvió..¿Triste? No sabía exactamente.
—Lo siento—Se me acercó rápidamente y me cubrí, por miedo, no lo sé—¿Por qué te cubres? ¿Crees que podría golpearte? ¿A tí?
Quité mis manos y lo miré.
—Vamos, déjame abrazarte. Por favor.—Ahora, su expresión si que era triste, muy triste.
Terminé por ceder. Se acercó y me abrazó fuertemente.
—Lo siento, no debí venir a tu casa sin avisar, tampoco besarte, cuestionarte y mucho menos ponerme violento. Lo siento, de verdad.
Suspiré profundamente, todavía estaba procesando todo lo ocurrido.
—Ya está, no pasa nada, simplemente, no lo vuelvas a hacer, por favor.
—Lo sé, lo sé—Me abrazó más fuerte aún—Perdóname.
Joder, quería que se vaya ya.
—Te perdono, de verdad.
Se separó de mi y limpió una lágrima que caía por su mejilla.
¿Estaba llorando? ¿Después de lo ocurrido? ¿De verdad? No podía creerlo.
Joder, que momento tan incómodo, no sabía que hacer o decir, solo quería que se vaya, pero no se lo iba a pedir directamente.
Además, ya empezaba a sentirme mal.
—¿Quieres....amm....agua?
Esta vez, suspiró él.
—Si no es mucha molestia, si, gracias.
Fui hacia la cocina y muy lentamente le serví agua.
Seguía sin saber que hacer, era muy raro, a pesar de que no conocía a Eros lo suficiente, nunca se había portado así conmigo este último tiempo. Era como si estuviera viendo una parte de Eros que no conocía, y si tengo que decir la verdad, prefería no haberla conocido, y eso que faltaba mucho por conocer. Me asustaba.
Fui a donde estaba él, y le entregué el vaso.
—Aquí tienes.
—Muchas gracias, Ale.
"Ale" siempre me llamaba así, solo una persona aparte de él me había llamado así, y esa era mi madre.
Toda la vida me había llamado por "Ale" y nunca entendí por qué, si ella me había puesto Alessia, ¿Para qué cagarla con ese apodo tan feo?
Igual, prefería eso a como me llamaba mi padrastro, me decía "Alecita", pero bueno, mejor no hablemos de él.
—No es nada.
Hubo otro momento de silencio, así que decidí que era el momento.
—Emm, no crees que deberías, am, ¿irte?—Me miró por unos segundos sin saber que decir—Es decir....Tengo que hacer un par de cosas, ya sabes, cosas importantes.
—Oh—Reaccionó—Está bien, entiendo, nos vemos otro día, supongo.
—Perfecto, quizás en esta semana nos vemos.
—Bien.
Lo guíe hacia la puerta y me dio un pequeño beso en la mejilla.
—Nos vemos—Dijo con una sonrisa un poco falsa.
—Claro—Dije con la misma expresión.
Salió y por fin pude cerrar la puerta. Suspiré, se había ido.
Joder, que día más estresante. Me fui hacia mi habitación, y, ni bien entré, me tiré en mi cama.
A los pocos minutos, todo se me quedó negro.
—♡—
Holaaaaaaaa
Perdón, perdón. Se que hace tiempo que no subía capítulo, pero aquí estoy, volví.
Espero que el capitulo les haya gustado.
¿Qué piensan de la reacción de Eros? ¿Estuvo mal?
No se olviden de votar y comentar, me ayudan mucho con eso.
Recuerden que el libro es un borrador, y que podrán encontrar algun error.
En fin, ¡Nos vemos!
Los ama
Julieta 🌼
ESTÁS LEYENDO
¿Y si te digo que sí?
RomansaAlessia Pellicer, tras un evento traumático decide viajar a París, su ciudad natal, sin avisar a nadie. Un día, Alessia, decide salir a dar un paseo por el parque de su ciudad. Ella cree que su día va a ser como los demás, aburridos, grises y solita...