04

958 107 34
                                    

Nunca quise - Intoxicados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca quise - Intoxicados

◞───────⊰·☆·⊱───────◟

Llevo la vista al cielo.

Siempre me gustó el cielo azul, algunas nubes y el sol resplandeciente, no tanto como para ser molesto, pero si presente en el cielo.

Luego regreso mis ojos hacia él frente.

Papá se fue otra vez.

Se siente como cuando era pequeña.

Tengo recuerdos vagos de mi infancia con mi madre. Recuerdo su rostro, es muy parecida a mi. O más bien yo me parezco a ella.

Me pregunto donde estará ahora.

- ¿Alguien puede escucharme? - Pregunte tratando de que las personas que pasan a mi lado me hablen, pero todas siguen caminando.

Todos parecen saber a donde van, menos yo que sigo sin moverme aun.

Sigo sin poder girarme hacia atrás, solo puedo girar mi cabeza levemente hacia los lados. Mi propio cuerpo me lo impide.

Empiezo a volverme consciente de todo a mi alrededor y de yo misma.

Mi cabello esta suelto. Es bastante largo, casi por debajo de mi pecho. No lo recuerdo así...

Llevo un kimono verde. No recuerdo haberlo tenido puesto alguna otra vez.

"Te extraño, Meiko..."

Esa voz otra vez.

Tengo que apurarme. Temo que ya sea demasiado tarde para lo que sea que me esté esperando.

◝───────⊰·☆·⊱───────◜
◞───────⊰·☆·⊱───────◟

A la mañana siguiente, desperté y Masachika seguía alrededor de la fogata ya apagada. No quedaba más que una mancha negra de cenizas.

- Buen día... - Murmure sentándome donde estaba.

Sanemi estaba sentado apoyado en un árbol con su katana en mano y en la otra, una carta. Parece que no durmió en toda la noche.

- Buenos días. - Saluda él sin moverse.

Normalmente los cazadores tenemos un pésimo horario de sueño. Aunque mi máximo de horas sin dormir en esos años fueron de 72, tal vez...

- Gracias por hacer guardia ayer. La próxima me toca a mi. -

- Estoy acostumbrado. -

- No te preocupes. Yo también. - Asegure empezando a levantarme y limpiando mi uniforme.

Mi uniforme es el común de color negro y pantalón. La primera vez que me lo dieron tenia una falda y la parte delantera abierta, cosa que no me hizo ningún chiste a mi ni a mi entrenador.

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora