17

465 79 70
                                    

I Don't Wanna Be - Type O Negative◞───────⊰·☆·⊱───────◟

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

I Don't Wanna Be - Type O Negative
◞───────⊰·☆·⊱───────◟

Era la primera vez que me enfrentaba a una luna menguante. No conocía el poder que tenían.

— ¡¡ASESINO!! — Le grito Sanemi, listo para pelear. Estos eran los momentos donde más enojado se mostraba, podía ver venas sobresalir de su frente de la ira que tenia.

Me prepare para realizar la primera postura del rayo. Masachika también se alistó para atacar, los tres estábamos listos.

Apenas nos acercamos, el demonio se alejo con una velocidad impresionante. Apenas pude cortarle un pelo.

— Ustedes, cazadores de demonios. ¿No se cansan de ser inútiles? — Nos preguntó, ahora acercándose nuevamente y, como por arte de magia, abrió su boca y de esta salieron 3 grandes lobos.

Debían medir al menos 3 metros cada uno.

Se acercaron al mismo tiempo, listos para comernos.

Masachika y Sanemi usaron la respiración del viento para esquivarlos. Yo utilice la primera postura del rayo para atravesar a uno.

Mi vista se vio interrumpida por el vapor que desprendió, pero rápidamente me recompuse y vi a Kosei ir directamente hacia el demonio, dejando a los demás pelear con las bestias.

Estaba cegado por la ira de haber visto a su hermano morir. Corrió sin pensarlo, pero el demonio lo esquivo y le dio una patada, arrojandolo fuertemente a los trigales.

Me acerque usando la tercera postura, girando en todas las direcciones hasta impactar en él.

Fui lo suficientemente rápido como para que no se aleje, logrando cortar sus brazos.

— ¡Por fin algo interesante! ¡Una jovencita! — Dice sin inmutarse por el corte. Retrocio levemente dejando que sus brazos crezcan.

No hable y me limite a atacarlo otra vez usando la misma postura, tratando de cortar sus piernas esta vez para dejarlo indefenso.

Me concentre tanto como me fue posible, ignorando todo a mi alrededor además de nosotros dos y mi katana, pero cuando el demonio abrió la boca para expulsar otro lobo, perdí la compostura.

Salte hacia atrás, cortando al lobo, pero empezaron a salir más.

No podía acercarme si él seguía generando a esas malditas bestias.

— ¡MEIKO! — Grito Masachika. Todos estaban luchando con los lobos también.

Antes de un solo corte se evaporaban, pero ahora parecían ser lobos de carne y hueso.

— ¿Como te llamas? — Me pregunto el demonio. Debía averiguar una forma de acabarlo.

— Masuaka. — Dije. Cuando le respondí, se vio muy contento y me sonrió ampliamente.

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora