05

895 121 14
                                    

Stop The World I Wanna Get Off With You - Arctic Monkeys◞───────⊰·☆·⊱───────◟

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Stop The World I Wanna Get Off With You - Arctic Monkeys
───────⊰·☆·⊱───────◟

Estuvimos bastante tiempo en el norte.

Con la reciente ausencia del pilar del fuego y las misiones acumuladas, el trabajo nos llevó de un lado a otro.

Incluso trabajamos con varias personas que nunca antes había conocido. Fue una experiencia bastante... nueva.

Como siempre, prefería estar con mis personas de confianza.

Shinazugawa volvió rápidamente una de ellas. Mientras que Masachika actuaba como un líder natural frente a aquellos compañeros temporales que teníamos, yo me mantenia a su lado.

Él  era como yo, más callado y reservado, al menos que se tratara de las misiones. No le agradaba a muchos porque se veía bastante malo, pero cuando lo conocías era tranquilo.

Durante ese tiempo no tenía tiempo para pensar, íbamos de misión en misión y a pesar de que a veces pasábamos frio o alguno de nosotros no  tenia mas fuerzas para caminar, era feliz.

Me sentía bien. 

Volvimos a ascender de rango otra vez con todo el trabajo que cubrimos en tan poco tiempo, incluso Sanemi, que a pesar de no ser cazador hace mucho tiempo, ascendió tan rápido como nosotros.

Seguía sintiéndome intrigada por él y como cada día nos acercábamos más, me permitía conocerlo.

A veces Masachika se alejaba a propósito de nosotros, especialmente cuando vendaba sus heridas, cosa que se hizo frecuente.

Por alguna razón a él se le dificultaba hacerlo bien por lo que lo ayudaba casi siempre.

Me preocupaba que se lastimara tanto, a veces incluso lo hacía intencional para atraer a los demonios con su sangre rara.

— ¿Te sientes mejor? — Pregunte tomando su mano para poder vendar su muñeca.

Nuestra última misión fue bastante intensa y, como siempre, Sanemi acabo herido.

Actualmente estábamos descansando cerca de un lago dentro del bosque. Era muy grande, pero no era profundo y había rocas muy cómodas para sentarnos y descansar. Nosotros estábamos sentados en la orilla cerca del agua.

— Si, esto no fue nada. —

— Aun así deberías intentar cuidarte. —

— Eso es bastante complicado. —

— Pues deberías. — Dije.

— ¿Tu no tienes heridas? — Me pregunto.

— No. —

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora