27

541 71 45
                                    

Say Yes To Heaven - Lana Del Rey ◞───────⊰·☆·⊱───────◟

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Say Yes To Heaven - Lana Del Rey
◞───────⊰·☆·⊱───────◟

Solo puedo resumir esto con una palabra...

Incómodo.

- Bueno... - Murmuro Masachika mientras nos miraba.

Esta sentado frente a nosotros viendo como mantenemos unos buenos centímetros de distancia de el otro.

- No hables... - El albino a mi lado lo callo cruzado de brazos, pero estaba rojo como un tomate al mismo tiempo.

Yo no dije absolutamente nada. Los miré a ambos y baje la vista al suelo.

- ¿No tienen nada que decirme? - Pregunto el azabache. Nos estaba mirando de forma insinuante, parece estar divirtiéndose.

- No, absolutamente nada. Y no insistas. - Volvió a responder Sanemi.

- Creo que tengo derecho a saber. -

- ¡Claro que no! -

- ¡No me refiero a lo que estaban haciendo ahora! - Aclaro moviendo sus manos. - Aunque es bastante obvio... - Susurró eso y Sanemi se sonrojo aun mas.

- ¡CÁLLATE! - Le grito, levantándose como si fuera a golpearlo y como Masachika no se inmutó, volvió a sentarse de mala gana.

- Shhh, no grites. Todos están durmiendo. - Lo regaño señalandolo con dedo, luego me miró a mi.

Me limite a ver el yeso de mi pierna con tal de no hacer contacto visual con ninguno de los dos.

¡Como si de repente un pedazo de vendaje duro pegado a mi pie fuera tan interesante!

- Solo digo, tengo derecho a saber si mis mejores amigos están juntos. ¡No tienen porque esconderlo! - Aseguro con una amplia sonrisa.

No pude hacerme más la tonta cuando dijo eso, sonrojandome también. De repente mis mejillas estaban igual de coloradas que las de Sanemi.

- ¡No estamos juntos! - Gritamos al mismo tiempo y el de las dos cicatrices se río en nuestras caras.

- ¡Por fin hablas! Seguro el piso estaba muy lindo, ¿no? ¿De que color es? - Se burlo de mi y yo volví a bajar la cabeza.

Esta humillación era demasiado para mí...

- ¡CÁLLATE! - Le volvió a gritar Sanemi, agarrando la almohada de mi cama para tirarsela.

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora