06

802 107 19
                                    

Unloveable - The Smiths

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unloveable - The Smiths

◞───────⊰·☆·⊱───────◟

Una vez que llegamos a la ciudad, hicimos tiempo hasta el anochecer.

Los cuervos nos guiaron por los alrededores, incluyendo el barrio donde se sospechaba del demonio y una finca de glicina cerca.

El barrio parecía tranquilo, nada demasiado extraño al menos alrededor. Dentro de este se notaba que habían casas más precarias y pobres.

No pude evitar quedarme viendo una casa de dos pisos en particular mientras estábamos recorriendo la zona mas excéntrica, en una de las calles principales.

El simbolo del clan Yi estaba en la puerta.

Trague duro al verlo, rápidamente desvíe la vista viendo como Masachika y Sanemi estaban concentrados en el camino.

No sabia que también tenían una cede aquí, aunque no me extraño. Esa familia siempre fue como la peste, no se puede evitar por mucho tiempo.

Al menos yo nunca pude.

— ¿Te sientes bien? — Me pregunto Sanemi de repente.

Rápidamente asentí sin querer preocuparlo. No queria que sepa de mis problemas, seguramente ni siquiera le interesaban.

— Si, no te preocupes. —

Hicimos tiempo hasta que la noche cayó y nos dispusimos a investigar el barrio donde el demonio acechaba.

Volvimos a pasar por las mismas calles principales del barrio, había mucho movimiento.

— Oigan, no les parece que... — Habló Sanemi viendo como todas las casas tenían luces dentro, y eso que era tarde.

Suspiré sabiendo lo que quería decir.

— Ignora eso. —

Todas estas casas eran prostíbulos, no era difícil de adivinar. No por nada hay muchachas en los balcones tratando de llamar la atención de los hombres.

— Estamos aquí para trabajar. — Dijo Masachika, pero él no se molestaba en ignorar a las chicas de los balcones. Incluso les sonreía cuando ellas lo llamaban como "chico del uniforme negro".

Rode los ojos cuando lo note y le pellisque la nuca.

— Tu también concéntrate. Debemos ir a las calles de atrás, no se que hacemos en la avenida. —

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora