Capítulo 3: ¿Ese es mi hermano?

328 44 4
                                    



— ¿Quién eres? —repitió Bill su pregunta.

Cambió de postura incómodo ante la mirada de ese desconocido que a pesar de serlo le parecía de lo más atractivo.

—Perdona, creo que me he confundido de persona—logró decir Tom cuando pudo hablar.

— ¿A quién buscabas? —preguntó Bill muy intrigado.

—A Bill Kaulitz—respondió Tom de inmediato.

—Lo tienes delante—afirmó Bill seriamente.

Tom se le quedó mirando y negó con la cabeza. Era imposible que esa chica fuera su hermano, a menos que su abuela se hubiera confundido...

— ¿Qué clase de nombre es Bill para una chica? —preguntó Tom muy extrañado— ¿Es un diminutivo?

En vez de contestarle, Bill rompió a reír a carcajadas. Estaba acostumbrado que pensaran de él que era una chica, y no le molestaba para nada. Suspiró y se pasó las manos por el pelo ahuecándolo sin dejar de mirar a ese chico tan extraño.

—Le dejé ahí sentado—oyeron la voz de Georg.

Pasó al lado de la chica y se asomó al pasillo que daba al salón en el que debería esperar. Se quedó parado al ver quien estaba al lado del chico que le había metido en ese lío.

Sabía con certeza que era su padre. Le estudió con atención, buscando algún parecido o un rasgo suyo que le fuera familiar. Pero nada. Su hermano y él habían salido a su madre.

—Ah, ahí estás—dijo Georg al verle.

Jörg Kaulitz se giró en su dirección, observando a su hijo de la misma manera que él lo hizo.

—Georg, al fin has llegado—dijo Bill empujando al desconocido a su paso—Venga, que nos retrasamos.

—Bill, deja la fiesta para otro día—pidió su padre—Tenemos visita.

—Ya le he visto y no le conozco de nada, así que Georg y yo nos vamos—insistió Bill cogiendo el brazo de su novio.

—Es tu hermano—dijo Jörg en voz baja—Tu gemelo, para ir más lejos.

Bill se giró y se le quedó mirando de arriba abajo. Negó con la cabeza y rompió a reír como antes hiciera.

—Ese no se parece a mí en nada—dijo entre risas.

—Espera, pensaba que mi hermano no era una chica—intervino Tom molesto.

Eso le hizo reír a Bill de nuevo.

—Es tu hermano—aseguró Jörg.

Tom le miró de nuevo, negando con los labios separados. ¿Cómo iba a ser un chico? Si iba maquillado....a no ser, que fuera parte de su disfraz.

—Claro, el carnaval... —murmuró asintiendo.

—Que no te enteras—rio Bill de nuevo—Soy un chico,  y me gusta vestirme de esta manera. ¿Quieres que te lo demuestre?

Tom no sabía a qué se refiere hasta que vio como se llevaba las manos a sus pantalones y comenzó a desabrochárselos.

—Bill, no seas vulgar—le riñó su padre.

—Vale, pues que no hubiera preguntado—rio Bill abrochándoselos de nuevo.

— ¿Por qué no nos sentamos? Tenemos que hablar de muchas cosas—insistió Jörg.

—No, te he dicho que ya llego tarde a una fiesta—repitió Bill con firmeza.

—Pero, es tu hermano—susurró Jörg emocionado.

Hermano hielo, hermano fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora