Twenty One || Devuelta al juego

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—Yo lo hago —Se ofrece Clark, extendiendo el dinero

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—Yo lo hago —Se ofrece Clark, extendiendo el dinero.

Detengo mi búsqueda en el bolso y lo observo abriendo mi boca para reclamar, sin embargo, él se me adelanta.

—Yo lo hago, Small— Dice con su mirada intensa sobre mí. Suspiro.

Algún día, sus ojos serán mi perdición.

Él ladea sus labios en una sonrisa y se da la vuelta para recibir nuestros pasajes.

Caminamos juntos hacia el área de los restaurantes para almorzar. Soy consciente que en el avión también nos darán comida pero... ¿Una más una menos, no?

Me siento frente a Clark en el lugar de mesas correspondiente a una tienda de pedidos rápidos.

—Bueno, Small ¿Qué quieres de comer?— Me pregunta Alessandro frotando sus manos para mantenerlas cálidas. Hace un poco de frío.

—Pizza.

— ¿Solo Pizza?

Asiento.

—De acuerdo— Se relame los labios durante un momento y cuando pienso que dirá algo, suspira y asiente a algo antes de ponerse de pie y desaparecer en la tienda de comida rápida.

Lo sigo con la mirada hasta que le pierdo la pista en la tienda. Aprieto mis labios y apartó mi vista a la mesa, dónde mis dedos repiquean inquietos.

Mi mente viaja a la última vez que estuve en un aeropuerto, hace exactamente un año.

Sonrío internamente. En ese momento, todo era completamente distinto. Yo era distinta.

Pero ahora veo que, un simple año es capaz de cambiar por completo el rumbo de tu vida e incluso cambiarte a ti mismo. Para bien o para mal.

Miro a mis alrededores con disimulo. Recuerdo que antes detestaba los aeropuertos porque detestaba llorar en las despedidas, sin embargo, ahora pienso todo el contrario. Ahora estoy convencida de que gracias a ese dolor de las despedidas, tomamos el valor suficiente para tomar las riendas del cambio y nos llevamos a nosotros mismos a conocer más allá de nuestra mente.

Por un breve momento recuerdo a mi familia. Mis padres no saben de mi visita, pero lo planeado es darles esa "sorpresa".

Una pizza mediana es posada en mi mesa y levanto la mirada encontrándome con la sonrisa ladeada de mi novio.

—Un pedido de pizza para la señorita Small— canturrea —Buscaré tu preciada Coca Cola, Bon Apetit— Me guiña un ojo y vuelve a desaparecer en la tienta.

Ruedo mis ojos y tomo un trozo de pizza triangular antes de engullirlo.

Más tarde después de haber llenado el tanque de comida, Clark y yo nos dirigimos a que revisen nuestros pasajes para pasar al avión.

Al principio la cola para entrar me pareció muy larga, pero para mí completa sorpresa avanzaba sorprendentemente rápido.

Estoy segura que Alessandro nota mi sorpresa porque en eso, comenta.

Una OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora