𝑳𝒂 𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 | 𝑳𝒖𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔

𝑬𝒏𝒇𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓

"Don't you know I'm no good for you?"

.

Frente a Luther se encontraba Allison Hargreeves.

Su corazón latió con fuerza al verla. Era su primer y único amor, una conexión que había intentado ocultar de todos, incluso de sí mismo, pero que ahora parecía imposible ignorar. Ambos quedaron inmóviles al principio, sus miradas cargadas de tensión. Para los demás, su relación no era un secreto absoluto; las miradas furtivas y los pequeños gestos los delataban. Sin embargo, la posibilidad de herirla, incluso dentro de este "análisis", era algo que Luther no podía aceptar.

"No. No puedo hacer esto. No puedo lastimarla."

Reginald, observando la escena desde su escritorio, fijó su mirada crítica en Luther. Su gesto lo decía todo: no había margen para excusas o vacilaciones. 

El rubio respiró hondo y se colocó en posición de combate, su cuerpo rígido pero su corazón luchando por encontrar una salida. Allison hizo lo mismo, aunque en sus ojos se reflejaba la duda. ¿Realmente podían enfrentarse con seriedad?

—Número Uno, sin distracciones —la voz de Reginald retumbó en la sala.

El primer ataque vino de Allison. Aunque no tenía superfuerza, era ágil y conocía bien el estilo de combate de Luther. Esquivó uno de sus golpes y, aprovechando su tamaño, buscó desequilibrarlo. Pero la fuerza de Luther era abrumadora. Con un giro rápido, la tomó del brazo y la derribó suavemente al suelo, casi con cuidado, como si temiera romper algo frágil.

Allison reaccionó rápido. Mientras caía, envolvió una de sus piernas alrededor de la pierna de Luther, obligándolo a perder el equilibrio y caer a su lado. Ambos se levantaron casi al instante, listos para continuar. Sus ojos se encontraron nuevamente, y en ese instante, Allison murmuró:

—Oí el rumor de que dejarías de...

La reacción de Luther fue instintiva y rápida. Saltó hacia ella, cubriéndole la boca con una mano firme, sus ojos cargados de súplica. Sabía lo poderoso que era el don de Allison, y también sabía que si lo dejaba hablar, todo estaría perdido.

—No hagamos esto, Allison... Por favor —susurró, su voz rota por la culpa.

Ella le dio un codazo en el abdomen, logrando zafarse. La lucha continuó, pero no con la misma intensidad. Cada movimiento de Allison parecía más una defensa que un ataque, y cada golpe de Luther se detenía antes de llegar a hacer daño.

—Luther, ¿qué estás haciendo? —preguntó ella, esquivando otro golpe.

—Quiero terminar contigo —dijo, su voz baja pero clara.

Ella vaciló. Por un instante, sus movimientos se volvieron torpes, y antes de que pudiera recuperarse, cayó al suelo. Luther retrocedió, pero ella ya no se levantó. Dio tres palmadas en el suelo, rindiéndose.

Reginald, impasible, anotó algo en su libreta.

—Bien hecho, Número Uno. Número Tres, tu fuerza necesita mejorar.

Allison se levantó sin mirar a nadie.

Sus ojos, brillantes de lágrimas, evitaron a toda costa cruzarse con los de Luther. Sin decir una palabra, salió del lugar.

Luther se quedó allí, inmóvil, sintiendo el peso de su decisión. Había terminado su relación en el peor momento posible, y lo peor era que lo había hecho por la presión de su padre.

¡Holis! Se que he estado desaparecida por aquí, pero les traigo un nuevo cap :D

Gracias por leer mi historia, me ayudaría mucho que dejaras tu voto  ♡

Tqmmmmm, que disfrutes la lectura <3