𝑳𝒂 𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 | 𝑳𝒖𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔

𝑨𝒏𝒂́𝒍𝒊𝒔𝒊𝒔

Luther, nervioso y algo eufórico arregló un poco su cabello y alzó el saco de su uniforme.

En ese momento sentía como si se estuviera asfixiando.

Cálmate, no es un regaño.

Tomó el aire suficiente, controló su respiración y su expresión cambió a una neutra, la cual utilizaba la mayor parte del día.

Tocó la puerta de aquella oficina.

—Adelante —se escuchó detrás de la puerta.

Giró la perilla y entró.

—Número Uno —su voz era seria— Toma asiento, por favor —ordenó Reginald sin despegar la vista de sus papeles.

Luther obediente se sentó frente al escritorio.

—¿Que necesitas, padre? —estaba serio y recto.

—Tu análisis mensual —revisó sus papeles, comenzó a escribir en su libro.

Maldita sea, lo había olvidado por completo.

Reginald cada mes le hacía un análisis a cada integrante de la academia Umbrella, para así estar al tanto de avances en sus poderes, enfermedades, anomalías en su salud o saber del avance en sus habilidades de pelea.

Se suponía que debían llevar un entrenamiento y alimentación estrictos días posteriores al análisis para así darle un mejor reporte a su padre.

—Imagino que ya debes saber cuales son las fases de tu análisis —dejó una hoja frente a Luther.

—Si padre, lo recuerdo bien —tomó un lápiz y un borrador.

Consistía en cinco fases:

1- Prueba de sangre

2- Pensamiento Crítico

3- Lealtad y Confianza

4- Velocidad

5- Fuerza

La primer fase consistía en realizar unos análisis de sangre, así sabría si aquel integrante presentaba alguna anomalía en su salud.

La segunda fase consistía en responder un examen para así poner a prueba la capacidad de tu pensamiento crítico, esto ayudaría en misiones, momentos de presión o peleas que tuvieran en un futuro.

La tercera fase trataba de poner a prueba la lealtad que le tenías a la Academia y la confianza que esta podía darte mediante un escenario falso. Allison Hargreeves te realizaba un rumor para así hacerte olvidar que estabas en una prueba y así sacar tus respuestas más sinceras.

La cuarta fase se realizaba en el patio, medían tu velocidad desactivando alarmas o bombas, así como tu determinación al momento de salir de algún lugar.

La última fase solía ser la más difícil, con esta demostrabas cual había sido el avance de fuerza de tu poder. Conforme los meses avanzaban esta se hacía más difícil, cada integrante luchaba con su propio hermano. Quien ganara tenía derecho a un regalo que desearan, sería como un premio y los motivaría a seguir con los entrenamientos.

(...)

Realizó las primeras pruebas perfectamente, solo que su pensamiento crítico había estado fallando recientemente.

Después de las primeras cuatro fases llegaba el momento de la última fase.

Luther debía enfrentarse a uno de sus hermanos, el cual se revelaba el nombre hasta el momento del enfrentamiento para así evitar trampas.

Ambos rivales eran vendados de los ojos y se ponían frente a frente. Aquí no importaba peso, estatura, ni fuerza, ni debilidades. El punto de esta última fase era desarrollar habilidades para poder enfrentarte a cualquier enemigo.

—Hargreeves —habló Reginald— Como cada mes estamos aquí para presenciar como han avanzado sus poderes a lo largo del tiempo —nuevamente anotó algo en su libro— A la cuenta de tres ambos participantes descubrirán sus ojos y verán a su contrincante.

Luther ya algo nervioso por no haber entrenado antes, quiso hablar para posponer el enfrentamiento, pero no podía.

—¡Uno! —se escuchó la voz fuerte de Reginald.

Luther colocó una mano en su nuca.

—¡Dos!

Luther desató el pedazo de tela que obstruía su vista.

—¡Tres!

Quitó la venda y finalmente pudo ver a quien se enfrentaba.

¡¿Allison?!

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Besitos, baiii

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