"Don't you know I'm no good for you?"
.
La mañana llegó, haciéndose presente con los primeros rayos de sol que se filtraban bajo las cortinas.
______ reposaba tranquila entre las suaves sábanas, con un aire de serenidad que contrastaba con las emociones revueltas de la noche anterior. Había encontrado un lugar cerca del hombro de Luther, lo suficientemente cerca para sentir su presencia, pero sin invadir su espacio.
Luther, fiel a los horarios estrictos de la Academia, fue el primero en despertar. La observó en silencio por un instante, sintiendo un impulso de rodearla con sus brazos, protegerla y asegurarse de que estuviera cómoda. Pero decidió dejarla descansar.
Se levantó con cuidado, evitando hacer ruido, y se dirigió al baño. Al encender el grifo y sentir el agua fría contra su rostro, una sensación de extrañeza lo invadió. Era la primera vez que pasaba la noche fuera de casa, y lo había hecho por decisión propia.
"¿De verdad... desobedecí a mi padre?"
La frase resonaba en su mente como un eco constante.
"Desobedecí a papá."
El peso de la culpa se instaló brevemente en su pecho, un sentimiento familiar que se negaba a desaparecer del todo. Sin embargo, lo alejó con firmeza al recordar el verdadero motivo de su estancia en aquella casa.
"No, no. Lo hice por una buena razón."
"Desobedecí a mi padre..."
Al salir del baño, se dirigió a la cocina, decidido a ocuparse del desorden que había dejado la noche anterior. La preocupación por ______ lo había distraído de limpiar, pero ahora que ella seguía descansando, tenía tiempo para hacerlo sin interrupciones.
Con movimientos metódicos, tiró la basura en su lugar, lavó los platos acumulados y limpió la mesa hasta dejarla impecable. Mientras trabajaba, el suave sonido del agua corriendo y los platos resonaba en el ambiente tranquilo de la casa.
Con el paso del tiempo, un leve movimiento de ______ rompió la quietud de la habitación. Su respiración se hizo un poco más audible, sus párpados temblaron antes de abrirse lentamente, como si despertarse de aquel sueño reparador fuera un proceso delicado.
Sus ojos se ajustaron a la luz que se colaba por las cortinas, pero su mirada no encontró a Luther junto a ella. La ausencia momentánea le provocó un pequeño vacío en el pecho, un instante de inquietud que se disipó en cuanto escuchó los sonidos de pasos y vajilla en la distancia. Su corazón se tranquilizó, acompañando al suave latido que parecía decirle: Sigue aquí.
Sin prisa, extendió la mano hacia la mesa de noche, buscando algo a ciegas mientras su mente aún se encontraba atrapada entre el sueño y la vigilia.
—Buenos días, ______ —dijo Luther, su voz cálida como la primera caricia de un rayo de sol al amanecer. Él apareció en el umbral, con el cabello alborotado y una sonrisa tan acogedora que parecía capaz de desterrar cualquier preocupación del día.
Ella alzó la vista hacia él, su corazón latiendo un poco más rápido.
—Buenos días —susurró, con esa voz adormilada que solo podía surgir en esos instantes tan íntimos.Él no pudo evitar sonreír más ampliamente, como si aquel saludo hubiera sido el mejor regalo para empezar la mañana.
Luther se acercó lentamente, su mirada fija en la mano de ella que seguía sobre la mesa de noche.

ESTÁS LEYENDO
𝑳𝒂 𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 | 𝑳𝒖𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔
FanfictionUna Academia. Dos personas. Una misión. Una investigación. Ambos quieren volver a sentir, tener el amor a alguien que alguna vez tuvieron. Pero nada nunca es igual. La historia siempre marca el inicio o el fin de una etapa. Jamás un intermedio.