𝑵𝒐𝒗𝒊𝒂

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Disfruten este cap con la música de fondo ♡


Las horas habían pasado mientras ellos seguían hablando. Todo estaba bien; lo malo dentro de sus corazones desaparecía cada vez que estaban juntos.

—Creo que necesito cambiarme de universidad, o al menos seguir en la misma pero de forma digital —dijo ella, lavando unas fresas con cuidado—. Aunque no me siento cómoda así.

—Puedo ayudarte con eso —respondió él mientras limpiaba algunos platos—. Conozco varias universidades que podrían ser lo que necesitas.

—Sí, pero primero quiero trabajar un tiempo. Mis ahorros se están acabando y la inscripción no será barata.

—Yo la pagaré.

Ella giró de inmediato, dejando el agua correr sobre las fresas.

—¿Qué?

—Yo pagaré lo que necesites —dijo Luther con calma, girándose para verla de frente.

Los ojos de ella se abrieron, llenos de incredulidad.

—No, no puedes estar hablando en serio. Eso es demasiado caro.

—Claro que hablo en serio. Si quiero y puedo hacerlo, por supuesto que lo haré. Dime cuál quieres, incluso puedo ayudarte a revalidar tus materias.

Ella soltó una risa nerviosa, negando con la cabeza.

—Eres todo un caso.

El intercambio se interrumpió con el sonido de una notificación. Luther sacó su teléfono.

Idiota favorito

Papá quiere saber
de ti.

Dile que no estoy,
me fui.

Eso ya lo sabe.
Estúpido.

¿Entonces?

Solo no vuelvas
hasta la mañana.

Ya lo sé.

No cometas errores.
No te arriesgues

Suspiró. Papá se había vuelto un poco más estricto últimamente, aunque seguía siendo flexible por la investigación en curso. Guardó el teléfono y volvió a enfocarse en ella.

—Luther —llamó con un tono que lo hizo alzar la vista. Ella parecía un poco nerviosa.

—Mande.

—¿Crees... que sea posible que me acompañes a un lugar?

Él arqueó una ceja, intrigado.

—¿A dónde quieres ir?

—Quiero cortarme el cabello.

Luther sonrió al instante.

—Vámonos. Podemos ir en mi auto.

—Ay, ¿en serio? Pero ya es tarde, puede que esté cerrado.

—Conozco un lugar de confianza. Cierra tarde —su sonrisa de lado era tranquilizadora.

Ella asintió y tomaron sus cosas. Sin embargo, cuando Luther salió de la casa, se dio cuenta de que ella no lo seguía.

Se giró y la vio quedarse quieta junto a la puerta, sus ojos cafés reflejaban miedo.

𝑳𝒂 𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 | 𝑳𝒖𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora