𝑷𝒆𝒓𝒎𝒊𝒔𝒐

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"Todo lo que fue de los dos son ecos de amor"

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Por primera vez en mucho tiempo, Luther logró despertarse sin ninguna presión, ya que durante el día solo tenía 3 tareas pendientes.

Se levantó a la hora de costumbre y bajó a desayunar junto con sus demás hermanos.

Allison lo veía fijamente y a la vez no lo volteaba a ver. Estaban en silencio mientras desayunaban.

Lamento esto, Allison.

(...)

Luther tenía puesto su uniforme de entrenamiento, que estaba conformado por un pantalón de deporte bastante cómodo color negro y una camisa blanca con el logotipo de la academia Umbrella bordada con hilo negro.

Realizaba ejercicios y algunos movimientos simulando una pelea, después hizo un circuito donde tenía que escalar y romper cosas para poder salir de ahí.

Algo que no fue complicado para él. Su superfuerza solía facilitarle las cosas.

Tomó unas pesas e hizo sus brazos hacia atrás, fortaleciendo su espalda con cada movimiento.

—¿Tienes a alguien más?

Una voz a las espaldas de él lo hizo girarse, sabía perfectamente quién era.

—No, Allison. Lo hice por qué es un bien para ambos, debemos concentrarnos en las tareas y además...

Ella interrumpió.

—Dime la verdad, por favor... ¿Tienes a alguien más?

—Ya te dije que no, créeme ¿si? Por esta vez debes creerme...

Allison estaba sollozando y esto no le agradaba para nada a Luther. Se acercó para abrazarla pero ella retrocedió inmediatamente.

—Hasta luego.

Y volvió a irse, dejando a Luther solo en el patio de la academia.

Él quería pedirle perdón, pero no sabía como hacerlo, le costaba pedir perdón.

(...)

Tocó la puerta de madera tres veces, como lo hacía siempre.
Aquella voz fría contestó inmediatamente, dejándolo pasar.

—Solicito permiso para salir de la academia 4 horas —se puso recto mientras volteaba a ver a su padre.

—¿Qué día?

—Mañana mismo, si me das el permiso, saldré de aquí a las 10 de la mañana.

Raginald analizó un poco los papeles que tenia en sus manos, nunca volteó a verlo y solo soltó un suspiro.

—Concedido.

Luther sonrió muy ligeramente.

—Gracias, padre.

Y salió de ahí sin hacer tanto ruido.

Llegó a su habitación y se sentó en la cama, veía la pared que tenía frente a él. Esta tenía algunos cuadros de pinturas famosas, como La Noche Estrellada de Van Gogh.

Se levantó y admiró esa pintura por algunos segundos. Le parecía algo tan bonito como una pintura podía transmitir tanto.

Por un momento cruzó su mente la idea de pintar algo él mismo, algo simbólico pero que no sea fácil de descifrar.

Cerró los ojos y tomó una bocanada de aire, se sentía nervioso y un poco estresado.

Recordó aquella manera que lo ayudaba a relajarse y poder sacar todos esos pensamientos de su mente.

Giró su vista al escritorio y se sentó ahí, sacó una llave y abrió un cajón donde guardaba algunas cosas importantes, entre ellas aquel pequeño cuaderno donde escribía sus ideas.

Octubre 08, 2019

Los días han pasado algo rápido para mi y a veces eso me agrada, ya que puedo descansar más.

El estrés disminuyó y agradezco eso con cada parte de mi.

Mañana tengo que salir a investigar a una chica, no tengo idea de por dónde empezar, pero papá quiere que lo más pronto posible tenga la suficiente información de ella.

Quiere esta misión terminada antes de que me vaya y quisiera hacerlo más rápido para que esté orgulloso de mi, eso es todo lo que quiero.

Quiero que mi papá me vea con orgullo, que cuando diga mi nombre lo diga con honor.

Deseo profundamente ser lo que él quiere que yo sea.

No voy a fallarle y haré lo que él me pida.

No importa que sea.


















¡Holis! ¿Cómo están?



Luther, Luther...
Deberías tener cuidado con lo que deseas.

𝑳𝒂 𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 | 𝑳𝒖𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora