En mis memorias

Capítulo 11 parte 3

En las primeras clases, como era de trato, me senté en la ventana, Mérida junto a Hiccup y junto a él Astrid, al final Rapunzel.

Últimamente la notaba muy alejada de nosotros, tal vez 5 era una multitud, pero yo sabía que luego nos acostumbraríamos, aunque también me afectaba un poco que Astrid de repente hubiera llegado.

Para que Mérida dejara de pelearse con Astrid sobre quién debía prestarle la pluma a Hiccup, la empecé a molestar, mágicamente se olvidó totalmente de él y Astrid, y empezó a jugar conmigo como en los viejos tiempos.

-¡Jack! Deja de jalarle el pelo a Mérida. –murmuró Rapunzel, era la primera vez que la oía regañarme delante de Astrid.

-¡Ella empezó! –me quejé.

-¡Nunca se le culpa a una dama! –dijo ella con superioridad.

-¿Eres una dama? –le pregunté bromeando a Mérida.

-¡Atrévete a decir eso otra vez! –rugió.

-Mérida, tranquila. –dijo sorpresivamente Hiccup.

De pronto sentí como una bola de papel me pegó en la cara:

-No te metas con Mérida. –dijo sonriendo Astrid.

"Perfecto", pensé, " ahora sólo tenía a mi favor a Hiccup".

-Ah ¿sí? –le dije mientras le lanzaba su propia bola de papel.

-¡No se avienten bolas de papel! Nos regañarán. –dijo Rapunzel escondiéndose tras su libreta.

-¡Todos contra todos! –grité mientras todos nos tirábamos bolas.

El profesor nos sacó.

Rapunzel salió para vernos. –Se los advertí.

-¡Fue culpa de Jack!     -¡Fue culpa de Jack! -gritaron las dos damas agresivas histéricamente señalándome.

-¿¡Y ahora qué hice!?

-Por tu culpa siempre nos sacan. –dijo molesto Hiccup.

-¡No es siempre! –me quejé de nuevo.

-¡Pero las veces que nos sacaron fue tu culpa! –gruñó Mérida mientras se abalanzaba hacia mí jalándome las mejillas, Astrid me golpeaba sin sentido:

-Yo sabía que se llevarían bien. –dije cuándo terminaron de torturarme.

-Ah... no, no es eso. –balbuceó apenada Mérida.

-Yo sólo creo que es buena ayudante. –dijo con desdén Astrid.