Capítulo 15 parte 3

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Un día antes de que se terminaran las vacaciones, Elsa y yo estábamos en el lago tomando un descanso. Ese día también estábamos solos, y a veces tenía el mal presentimiento de que los demás no venían a propósito.


-¿Recuerdas que me dijiste que si yo saldría con alguien en este momento? –me preguntó sentándose a mi lado. La volteé a ver confundido.


-Sí, aunque no recuerdo qué respondiste.


Ella se rió, aunque no le encontré la gracia.


-Bueno, creo que me gusta alguien y no lo había notado hasta ahora. –me dijo mirándome con una sonrisa.


"Que no sea Hiccup, por favor" pensé cruzando los dedos imaginariamente.


-Yo creí que nunca me enamoraría, pero creo que ya lo hice. –continuó Elsa mirando al cielo, estaba nublado y parecía que llovería.


-¿Enamorarse? –repetí con un amargo sabor en la boca, no entendía muy bien su significado y todo lo que representaba.


-Es cuando una persona siente algo por otra y quiere estar siempre junto a ella. –explicó Elsa adivinando mis pensamientos con facilidad.


-¿Qué eso no es amistad? –le pregunté confundido.


-No, es cuando quieres tener una relación amorosa con esa persona. –aclaró moviendo ligeramente la cabeza.


-¿Y cómo sabes que estás enamorada? –recordé la historia de Anna cuando su prometido se le declaró el mismo día en el que se conocieron, y pensaba que a Elsa le había pasado lo mismo con quien fuera la persona de la que se hubiera enamorado.


-Porque siento algo por una persona que nunca había sentido. –especificó nerviosa. –Jack, se supone que esto no lo debería decir yo pero, no sé cómo explicártelo. –asentí con la cabeza esperando a que aumentara algo más. -¿Me quieres?


-Sí. –respondí sonriendo. Y siempre la había querido.


-Yo también te quiero, Jack. Y creo que... me gustaría tener una relación contigo.


-¿Conmigo? –repetí sobresaltado y nervioso. -¿Una relación amorosa? ¿Novios? –las ideas y emociones se amontonaban en mi cabeza.


-Sí, me he enamorado de ti. –dijo poniéndose más roja. -¿Quieres ser mi novio?


Y eso era lo peor. Lo que no quería escuchar.


Prefería que se quedara con Hiccup.


Ser novios significaba que en un futuro me casaría con ella, aunque dijera lo contrario, si la dejaba, ella se sentiría fatal y volvería con ella para que no se sintiera así, y aun así terminaría casándome con ella.


No tenía un camino fijo el cual seguir, y casarme era perder mi libertad.


Y mi libertad, por más egoísta que sonara, no se la daría a nadie.


Además eso significaba que, si me casaba con ella, sería rey, Rey de Arendelle.


Un reino que no tenía ni idea que existía y que no sabía cómo funcionaba.


Rey significa responsabilidad y devoción a tu pueblo.


Yo no era la persona indicada para gobernar, y mi pueblo ni siquiera me vería.

¿Tenía que recordar que era invisible? ¡Elsa no era invisible! En plena boda nadie me vería y pensarían que Elsa está loca, no quería que le pasara eso por mi culpa.    


-No. –respondí negando con la cabeza y levantándome aterrado.


-¿No? –repitió confundida.


-Yo no... no quiero ser alguien con ese compromiso. Además eres una reina y tienes que buscar a un rey, no a alguien como yo. –Tenía que haber una mejor manera de decir lo que sentía sin lastimarla, pero eso significaba tener que mentir y no quería hacerlo.


-Eso no me importa. –espetó con dolor.


-No, Elsa. No quiero esto. –confesé de la forma más natural que pude.


-Bien, entiendo. –sentí cómo todo se cayó, todo lo que éramos, todo lo que significaron los momentos que pasamos juntos, todo lo que Elsa sintió por mí, se fue abajo, más rápido de lo que imaginé.


-Lo siento. –me senté otra vez para abrazarla. –Sé que encontrarás a alguien que sí quiera ser rey.


-¿El ser rey es lo que te asusta?


-Sí, y también estar a tu lado atado para toda la vida.


Elsa se quedó helada y se levantó, se alejó sin decir palabra alguna y se fue al bosque sin escuchar cuando la llamaba.


Nunca pensé que decirle lo que piensas a otra persona podría ser tan difícil, se suponía que nuestra amistad iba a durar para siempre, pero ahora no sabía si eso podría ser verdad.


Cuando ella se alejó me quedé parado ahí, no esperaba a que volviera, porque ni siquiera yo lo habría hecho.


Lo sabía porque sentí que algo se rompió en ella, y fue mi culpa. Y hay mucho que decir respecto a eso, muchas cosas que no sé cómo remediarlas.


Y me hubiera gustado que todo volviera a la normalidad, pero eso no sería posible, no sin una cicatriz en su corazón.


De ahora en adelante no podría asegurar ser la felicidad de Elsa.


Pensaba en ir a visitarla a casa de Rapunzel, pero lo pensé demasiado y al final decidí dejarla sola.


Y me quedé solo también.

En mis memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora