Capítulo 6: El comienzo de algo bueno

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Los días pasaron desapercibidos, y cuando llegó el viernes, de lo único que hablaban todos era de "¿Te vas a quedar para el bachillerato? ¿Vas a venir?" Mérida, Hiccup y yo sí nos quedaríamos, Flynn no me había dicho nada en concreto.


-Si crees que somos muchos, espera a ver cuándo todos los alumnos estén. -comentó Flynn cuando le dije que sí me quedaría. -Esta escuela de verdad es grande, te puedes perder con facilidad, pero para eso son las clases de inducción, te sirven para acostumbrarte a los grandes espacios.


-Me pregunto cuántos más vendrán. -dije mirándolo fijamente.


-Yo me quedaré para averiguarlo.

Sonreí cuando Flynn dijo esto, esperaba escuchar eso de él. En la siguiente clase, no hicimos nada, pues el maestro nos dio el día libre como regalo de nuestro 'gran esfuerzo'.


Al terminar el día, Mérida e Hiccup quedaron en vernos en el lago de los recuerdos otra vez, Hiccup rogó a Thor y a los dioses que no lloviera ese día. Era una celebración de salida de la secundaria y ahora nos dedicaríamos a la preparatoria. No pensaba en dar mi mayor esfuerzo pero al menos, sería algo que podría disfrutar con mis amigos.


-Volveré a Escocia, el barco parte el próximo lunes, así que los volveré a ver hasta fines de año. -dijo Mérida.


-Yo volveré a Berk, estoy seguro que papá ha notado que falto mucho al trabajo. -comentó Hiccup.


-Yo iré a, algún lado a vagabundear, posiblemente al polo norte. -mencioné un poco distraído.


-¡Bueno, pase lo que pase iremos! -gritó muy decidida Mérida.


-¡Sí!     -¡Sí!


Al día siguiente el día estaba perfecto para volar y divertirse. Nada podía arruinarlo, creo que sirvió de algo que Hiccup le rogara a Thor. Nos encontramos todos, nos la pasamos muy bien, pero unas horas más tarde, cuando ya se ponía el sol, un mensajero vino de repente con una carta hacia Mérida.


Ella, confundida, abrió la carta pero no dejó que nosotros la viéramos, la leyó atentamente y luego se enfureció, "la odio" escuché escaparse de sus labios. Le miré fijamente, me preguntaba que decía la carta:

-¿Qué sucede Mérida?


-Nada, no importa. -dijo arrugando la carta.


Volteamos a vernos e Hiccup dijo:

-Olvidé mi hacha en algún lugar, voy a buscarla... -Toothless bramó y siguió a Hiccup.


Mérida se sentó en el suelo cruzándose de brazos molesta. Me acerqué con cuidado a ella y me puse de cuclillas cerca de ella:

-Ammm, oye ¿estás bien?


Resopló un momento y volteó a verme, respiro profundamente y al final dijo "no".


-Entonces, ¿puedo ayudarte en algo?


En mis memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora