LEXI

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Era ya la hora de cenar y salimos de la habitación para ayudar a preparar la cena a mi madre. Al entrar por la cocina mi madre estaba hablando por teléfono mientras cogía los ingredientes para la cena cuando me ve me indica que vaya cortando las verduras y las eche en la sartén.
-Estaba hablando con la madre de Hayden, mañana quieren que vayamos a comer con ellos.- Me comenta mi madre a la vez que prepara el pollo.
-Ahh, pensaba que estariamos los cuatro solos.- La digo decepcionada. No podré decirselo nunca a este paso. Ughh...a veces me gustaria que me tragase la tierra.
-Mamá, yo quería deciros algo este fin de semana. Pero me da miedo que te enfades o peor que te decepcione.- La miro a los ojos y espero por su reacción.
-Lexi, tu sabes que me puedes contar todo y que jamás me vas a decepcionar, eres mi pequeña.- Me dice abrazandome mientras me acaricia el pelo rubio.
-Mamá, esto es diferente de cualquier cosa que te puedas imaginar.
-Hija, en realidad ya se que es lo que te pasa, lo he sabido nada más salir del coche. Perro viejo pero no tonto hija, además la experiencia me ha ayudado a saber lo que te pasa.
-¿Pe...Pero como lo vas a saber?- La pregunto ansiosa.
-Hija, que las madres sabemos reconocer a otras madres aunque ni ellas mismas lo sepan aún, ¿Así que, de cuánto estas, cariño?- Nada más salir esas palabras de su boca entro en estado de shock.
¿Cómo era posible que lo supiese? ¿Acaso ya se me notaba?
Empiezo a tocarme el estómago histerica cuando siento las manos de mi madre sobre las mias y me para quieta.
-Cariño, tranquila que todavía no se te nota. A tu padre le va a dar algo pero lo superara, en cambio, tú eres la que me preocupas. ¿Sabes ya que vas hacer o no? ¿Quién es el padre? Eso es muy importante, más te vale que lo sepas jovencita.- Me riñe mi madre mientras pone su mano sobre mi tripa.
-Mamá, se quién es y por si preguntas, NO, no se lo he dicho todavía me da miedo decirselo y que me deje tirada con el bombo yo sola.- Le confieso avergonzada y agachando la cabeza para taparme la cara con el pelo.
-Hija, creo que deberias decirselo sea quien sea, tiene derecho a saberlo.- Me dice mi madre alzandome la cabeza. La abrazo fuerte y le doy las gracias por ser tan comprensiva. Ahora mi padre será otra historia completamente diferente.

Cuando la cena por fin esta lista todos nos reunimos en la mesa para cenar. Mi madre me da una patada bajo la mesa como señal para que se lo cuente a papá.
-Papá, quiero contarte algo que no te va a sentar muy bien. Sólo espero que puedas perdonarme y que no me odies.- Le miro esperando por su respuesta y él me asiente con la cabeza para que continúe.
-Pues veras, resulta que fui al médico porque no me encontraba bien y me llamaron el otro dia para darme los resultados y me dijeron que bueno, que estoy embarazada. Y sí, antes de digas nada, sí tomé precauciones, acuerdate de cuando me inyectaron la píldora por sangre, pues, resulta que tengo que ponermela cada año y medio o dos años, así que, como que había caducado, por así decirlo, por favor perdoname.- Le suplico con los ojos aqüosos.
-¿Cómo que estas embarazada? ¿Estas segura? ¿Quién es el malnacido del padre, te juro que lo voy a matar?- Me chilla mi padre levantandose de la silla de un salto.
-Papá, tranquilizate no es su culpa, además no vas a matar a nadie. Él ni siquiera lo sabe...todavía. Sólo no me odies papá, yo te necesito de verdad.- Le digo llorando fuertemente en la mesa donde las sobras todavía permanecen en los platos.
-Hija, yo no te odio por eso ni tampoco tengo nada que perdonar porque no es tu culpa...ni la de nadie, que esto haya ocurrido. Pero cuando pille al padre le va ha caer una buena tunda de palos.- Afirma mi padre convencido.
-Lo has comentado ya en la academia, podrías pedir la beca el año que viene y así continuarias tus estudios, papá y yo te podriamos ayudar y tu sabes que tus tías lo harían tambien encantadas.- Mi madre me coge las manos entre las suyas esperando por mi respuesta.
-Vale, eso haré.- Suspiro con derrota y me escuso para irme a mi cama a dormir porque me encuentro agotada y no sólo fisicamente.

Cuando llego a la habitación me meto en la cama sin siquiera cambiarme de ropa y me duermo de verdad.
Un rato después siento a Eli entrar en la habitación y meterse en la cama conmigo. Me coge de la mano y nos quedamos dormidas enseguida.
MAÑANA SERÁ EL DÍA, EL DÍA EN QUE ESTO SE HAGA UNA REALIDAD, PARA MÍ Y PARA HAYDEN.

Up Inside Me #UIM1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora